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Spain Spain · Barcelona
Víctor rating:
7
Drama On July 13, 1955, Ruth Ellis became the last woman to be hanged in England. With a smart, tough little script by Shelagh Delaney, Mike Newell's noir-ish film is a dissection of the human frustration and complex class issues surrounding her crime. Miranda Richardson, looking like some delicious, chilled confection, plays Ellis, the hostess to a "glorified brothel" who plans for a better life with her young son until she meets David ... [+]
Language of the review:
  • es
March 15, 2023
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La historia de Ruth Ellis, la última mujer ejecutada en el Reino Unido, le sirvió a Mike Newell para hacer un retrato ácido de la sociedad británica del momento, un mundo sórdido y amargo en el que el amor imposible entre dos personas de distintas clases sociales conduce a la inevitable tragedia. Una relación tempestuosa, marcada por violentas peleas e infortunios, que culminó el domingo de Pascua de 1955. El controvertido legado de Ruth Ellis avergüenza hoy a toda una nación.

Miranda Richardson está magnífica como Ruth Ellis, la madre soltera y glamurosa chica de alterne, ofreciéndonos una espectacular actuación en cada escena de la obra. Richardson consigue plasmar a las mil maravillas el tono emocional de una mujer enloquecida y obsesionada por su amante y transmitir la difícil situación como mujer atrapada por las circunstancias y castigada por una moral mezquina. Rupert Everett está más que decente en su interpretación de David Blakely, un joven apuesto que proviene de una familia acomodada. Everett captura la naturaleza autocompasiva y el esnobismo innato de Blakely, y nos presenta a un jóven petulante, inmaduro y egoísta demasiado acostumbrado a salirse con la suya y que nunca ha experimentado las duras realidades del mundo de la forma en que lo ha hecho Ellis.

Los protagonistas tienen una química que inunda la pantalla en esta historia en la que el amor todo lo consume. Afortunadamente, el director sabe sacar partido de esa química a la hora de exponer todos los altibajos emocionales de esta tóxica relación. La puesta de escena es elegante y fría y los diálogos, ingeniosos. La dirección de Newell es muy buena por su hincapié en las expresiones faciales de los protagonistas mientras mantiene esa atmósfera fastuosa y oscura. Newell transmite con precisión ese clima reprimido de la austeridad de la posguerra, que encontró una liberación de su tedio embrutecedor en el sórdido glamour y los malos modales. Entre otros aspectos técnicos, destacaría que la óptima fotografía en determinadas ubicaciones y en concretos momentos tensos y dramáticos se convierte en un elemento crucial que ensalza la obra.

No obstante, la belleza de esta película radica en un conjunto más amplio de cuestiones. Bailar con un extraño no trata únicamente sobre dos amantes miserables y desafortunados o sobre las relaciones tóxicas y lo rápido que descarrilan, sino que lanza una reflexión sobre el clasismo que incluso sigue inherente a la Inglaterra actual. Durante el metraje, podemos observar como a la protagonista le asusta y le paraliza constantemente su posición de clase baja y su reputación manchada, aunque sea perfectamente consciente de que el sistema está podrido. Cuando Blakely le presta tanta atención, ella sigue tratando de justificarse a sí misma como algo positivo. Realmente, lo que la impulsa a matar a su amante es la triste comprensión de que él nunca la ha visto como un ser humano igual.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
Víctor
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