Jeff Mills (Daly) es un abogado que sale del trabajo con su amigo Derek; cuando se están despidiendo son testigos de una gran pelea entre lo que parece una pareja. Jeff se enfrenta al hombre que amenaza a la chica y termina llevándola en su coche. Se llama Miranda (Preston) y le confiesa que no tiene dónde ir. Jeff le invita a su casa hasta que encuentre un lugar para vivir y Miranda acepta. Esa misma noche Miranda le hace un masaje a Jeff, con magia incluida, en la que le quita el dolor de espalda; a partir de ese momento Jeff se da cuenta que Miranda no es una chica normal y aunque no cree en todo lo que le dice sí se da cuenta que un poco bruja y especial es. Terminan enrollándose, claro. Jeff decide hacer una fiesta en su casa para celebrar la navidad y además así aprovecha para presentar a todos sus amigos a Miranda, su nueva pareja. Durante la fiesta, la secretaria y amiga de Jeff le dice a éste que no se fía de ella y que le traerá problemas, sin embargo Derek siente envidia de haber sido Jeff el que rescatase a Miranda aquella noche; el resto de invitados se sienten bastante atraídos por Miranda. Pero pronto aparecen los problemas. Miranda le habla a Jeff del aquelarre de brujas al que pertenece y que seguramente ahora la estén buscando. Jeff parece tranquilo con toda la historia hasta que un día se presenta en su trabajo una señora que busca a Miranda y que le amenaza con la destrucción si no se la devuelven. Miranda decide marcharse para proteger a Jeff. Al darse cuenta de que Miranda se ha marchado y al no encontrarla, recurre a sus amigos policías; uno de los inspectores le dice que Miranda pertenece a una secta satánica que hace rituales y sacrificios humanos, que debe tener cuidado y que la buscarían. De repente Miranda vuelve, llama por teléfono a Jeff desesperada y éste va a buscarla. Ella le cuenta una historia; resulta que el aquelarre al que pertenece busca víctimas que van voluntariamente para ser sacrificadas, si no es voluntario no sirve. Jeff le dice que tranquila, que él la va a proteger. Esa noche todos los del aquelarre se presentan fuera de la casa de Jeff y al final Miranda desaparece. Jeff va a su casa a buscarla, pero allí sólo se encuentra con gente rara que no le quiere dar información; al final uno de ellos le dice que se han llevado a Miranda a la playa para un sacrificio. Jeff quiere rescatarla, llama y confía en su amigo Derek y mientras él va a buscar ayuda de la policía, Jeff baja a la playa. Todo resulta un engaño. Derek es parte de la secta y por supuesto Miranda nunca fue una víctima.

Un relato de estilo gótico y que merece la pena ver en estos días complicados. Mucho ánimo, compañeros de confinamiento.