Pues salió a relucir toda la esencia Mad Max multiplicada por 1000. Todo lo que le pudo faltar a la anterior entrega, Mad Max 3, más allá de la cúpula del trueno lo tenemos reflejada en esta, "todo" mejor así y me explico. La saga toda ella carece de guiones de calidad, esta última entrega no ha sido menos, aunque reconozco que me mantuvo entretenido de principio a fin pero sin llegar a causarme un sensación de asombro. Acabé hasta cansado de lo frenética que es, que locura de película, no te deja descansar casi ni un minuto.

Las secuencias son terriblemente brutales, violencia en la carretera y adrenalina por vena. Está muy cuidada la fotografía, lo amantes de la acción se lo van a pasar en grande, pocas escenas desmerecen. Tom Hardy representa a las mil maravillas la pura esencia que es Max, un hombre frío y solitario con un buen corazón. Charlize Theron muy correcta en su papel de furiosa, esa joven rebelde sin miedo a nada, capaz de desobedecer a toda autoridad.

Después de ver las tres primeras partes, las cuales no fueron santo de mi devoción, iba con bastante miedo a ver Mad Max: Furia en la carretera y tengo que decir que me sorprendió mucho, como ya he dicho el guión es muy estándar pero el fulgurante rato que me hizo pasar no me lo esperaba. Para los que no seáis amantes de las películas de acción seguramente os sorprenda gratamente ya que dista mucho de entregas como Fast & Furious que pueden resultar muy aburridas.

Max ha vuelto con más fuerza que nunca.