Se podría catalogar como una serie "blanca", porque a pesar de tratarse de un superhéroe que lucha contra los malos, lo más violento que nos muestran son los aterrizajes. Tampoco hay innecesarias escenas de sexo, y la forma en que el compañero (agente del FBI con prácticas semi mafiosas) trata a nuestro protagonista queda compensada por la dignidad con la que éste se defiende de sus malos modos.

Y la sintonía del principio es estupenda.

Otra cosa buena, es que al contrario que en las series y en casi todas las películas de hoy y de siempre, los personajes no están todo el tiempo y por cualquier razón empinando el codo ni fumando. Ni todas las mujeres son prostitutas o aspirantes a serlo.

Ahora que lo pienso, quizás ésta sea la razón por la que me cuesta tanto aceptar las series y el cine actual: la culpa es de historias tan limpias como la de nuestro héroe.