Una joven que vive en una ciudad de Canadá, decide viajar a una isla remota bien al norte de su país, dónde se dedican a la caza de focas para sobrevivir.
La trama va desvelando de a poco el por qué del viaje de ésta joven a ese lugar inhóspito, lejano y con unos habitantes no del todo agradables.
La actuación de Evelyne Brochu hace que la cinta no decaiga del todo, a pesar que en muchos momentos se vuelve tediosa y aburrida.
Por lo general, a esta clase de pelis hechas en esas islas o pueblos remotos, cubiertos de nieve hasta el techo, con ese clima devastador, esa soledad, esa sensación de estar sola en el fin del mundo, le faltan ritmo y nervio para darle interés, sumado a que los protagonistas hablan poco y nada, sobre todo con la llegada de forasteros que vienen a perturbar su tranquilidad.
Esta peli peca de eso, la búsqueda de esta joven tropieza muchas veces con el desasosiego que provoca muchas veces el guión y esa letanía hace que pienses que se está haciendo demasiada larga la peli.
Es correcta, sostenida como dije antes por una buena labor de su protagonista, pero tampoco el núcleo de la historia es muy interesante, se queda sin fuelle muchas veces y el desenlace tampoco está acorde al desarrolo.