Spiderman 2 es una dignísima secuela que cuenta, más o menos, con las mismas virtudes (todo lo que concierne a la figura de nuestro protagonista, aunque algunas subtramas pequen de culebronescas) y defectos (excesivo metraje, un pelea final algo inticlimática…) que la primera parte. La historia continúa más o menos donde lo dejamos (sus magníficos créditos iniciales sirven de perfecto resumen de lo ocurrido anteriormente) y nos muestra cuán desastrosa puede llegar a ser la vida personal y profesional de nuestro protagonista.

Tobey Maguire y Kirsten Dunst vuelven a dar vida a Peter Parker y Mary Jane, el gran amor del primero, respectivamente, aunque es Alfred Molina, quien interpreta al malo de la función, el encargado de robarles continuamente protagonismo (aunque sólo sea por escenas como la que tiene lugar en el quirófano). Otra de las cosas que Raimi recupera es el humor, el cual funciona a veces (Parker en la lavandería o trabajando como repartidor, Spiderman en el ascensor…) pero otras resulta algo sonrojante. Spiderman 2 es una película que contentará a los que disfrutaron con la anterior entrega.