Nueva secuela (tercera para ser más exactos) de la popular saga protagonizada por Jennifer Love Hewitt. Si bien, en esta nueva entrega el protagonismo recae en Brooke Nevin, quien interpreta a Amber, la heroína de la función. Por cierto, en la película no participa ninguno de los actores de las dos primeras partes, pero la historia no obvia lo sucedido anteriormente, lo cual es usado por los jóvenes del lugar a modo de leyenda urbana (sic) para asustarse entre sí. Sin embargo, una broma llevada demasiado lejos acaba trayendo de regreso al tipo del chubasquero, a su gancho y a un buen puñado de cadáveres. Bueno, en realidad no tantos.

El apartado técnico es tan simple como se podría esperar en una producción de este tipo, tan sólo sobresalen (y no demasiado) las escenas en las que los jóvenes protagonistas son atacados por el tipo del garfio, poco más. Peor suerte corre el apartado interpretativo. Sí, es cierto que lo único importante es que los actores sepan gritar y correr, pero los que aparecen por aquí apenas pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo. Pero bueno, es lo que hay, desde luego cuando alguien se dispone a ver una película de estas características (secuela tardía, que no pasa por cines y con reparto desconocido) ya sabe a lo que se expone ¿no?