A pesar de la fecha de su estreno, hace poco vi esta pequeña joyita, que si la hubieran cogido los americanos hubiera ido camino al Oscar, en especial el protagónico. De más está decir que Darío Grandineti (me enorgullece el que sea argentino) su perfección actoral raya la maestría, sus miradas, el caminar, sus cambios de humor, en fin...un lujo en el devenir de una película que como costumbre me asombra las críticas que no hayan sido tan benévolas, si bien aparecen muchos descontentos con la actuación de Goya Toledo, no me parece tan desastrosa, quizá no estubo a la altura de su partenaire, aunque en el contexto la película es más que meritoria, con sus giros y contragiros, aparentando no siempre lo que es, persiguiendo algunos puntos los cuales quedan sin profundizar lo suficiente: una madre con rasgos psicopáticos, una pareja sin los suficientes diálogos, un divorcio poco claro, una vida familiar desdibujada, aunque todos estos datos podrían haber enriquesido aun mucho más la historia, no empaña toda una historia muy bien contada, una fotografía impecable, un ritmo que no decae en ningún instante y un producto excelente en su totalidad.