Olviden todo lo visto hasta ahora relacionado con Michael Myers, porque todo lo ocurrido después de la primera noche de Halloween no existe o se lo inventaron como cuentan en un pasaje de esta película. No incluir las versiones que Rob Zombie hizo sobre el personaje y que son muy reivindicable, al menos la primera.

La película funciona como continuación, tomándose bastantes licencias, claro está; pero también como homenaje al primer Halloween que es donde más destaca. Desde los créditos iniciales hasta escenas calcadas donde intercambian personajes todo son guiños al espectador que vio la anterior película; o que quiera entrar en el juego, claro.

La película empieza con fuerza y tiene escenas donde la tensión es enorme. Véase la escena de la gasolinera o las dos primeras mujeres asesinadas a su llegada a Haddonfield. La primera, fuera de campo, y la siguiente en un plano fijo visto desde el exterior de la casa de la casa de la victima.

Sin embargo, el problema llega en su parte final donde ni el esperado enfrentamiento entre Michael y Laurie, que se convierte en una especie de Sarah Connors esperando la llegada del Terminator, y que acaba convertido en un "corre que te pillo"; ni algunas decisiones que se toman algunos personajes y que son ridículas, impiden que la película alcance la genialidad.