Aguas siniestras

Es una película interesante y te mantiene tensa o angustiada parte de ella.
Resulta curioso cómo producen terror psicológico en el espectador con detalles que no te esperas.
Sin embargo esperaba más impacto en cuanto a propia piscina se refiere.

Dirigida por el debutante Bryce McGuire quien escribe el guion y protagonizada por Wyatt Russell, Kerry Condon, Amélie Hoeferle y Gavin Warren.

Una familia se muda a un nuevo hogar, sin sospechar que un oscuro secreto del pasado de la casa desatará una fuerza malévola en la piscina del patio.

El debut de su director permite que le pongamos atención a lo próximo que nos puede entregar. En su opera prima, nos lleva por una interesante película de terror sobrenatural que funciona en gran parte de su recorrido y cayendo en algunas lagunas cuando pretender esforzarse más de lo que debía. Con un comienzo bastante interesante en donde Bryce McGuire sabe manejar muy bien los tiempos para que nos vayamos adentrando en todo este mundo que nos ofrece de terror.

Ayudan bastante las buenas interpretaciones de su reparto, quienes se entregan por completo a esta historia de terror que va jugando con la fantasía de lo sobrenatural, con reflexiones que invitan al espectador a tener un poco más de interés en lo que rodea a la misma piscina.

El recorrido de la película nos lleva hacia un estilo más parecido a "IT" que otro terror más directo, en esa jugada se desliza con tanta confianza que los momentos en los que amenaza con hundirse se sienten aún más deslumbrantes. Aunque también nos encontramos con esas lagunas que antes mencionaba en el acto final para explicar las razones detrás de los sucesos fantasmales es innecesario, con una mitología pantanosa y sustos que no son un parche en ninguna de las acciones de la piscina.

Me quedo con una propuesta diferente y perfectamente lograda dentro de sus propias aspiraciones y de su propio techo a contar. Nos ofrece ese terror innovador que ofrece Blumhouse en una historia que tiene cosas interesantes que te hacen caer en el juego potente de una de las primeras apuestas de terror del año.

Un director a tener en cuenta que en su debut brinda una correcta película que cumple con ser un buen pasatiempo de terror, en una película que no busca ser más de lo que entrega y aquello lo hace de manera sólida sin mayores resquemores que podamos tener.

Funciona como una película de terror para los que se disfrutan de uno de los géneros más atractivos del cine.

Primer largometraje del responsable de cortometrajes como The Whistler (2013), que adapta el corto homónimo dirigido por el mismo director. La película reúne a las productoras Blumhouse (Déjame Salir, 2017), y Atomic Monster (Expediente Warren: El Caso Enfield, 2016), y cuenta en su reparto con nombres como Wyatt Russell (Overlord, 2018), o Kerry Condon (En Tierra de Santos y Pecadores, 2023).

Ray Waller, una estrella del béisbol obligada a retirarse prematuramente a causa de una enfermedad degenerativa, se muda a una nueva casa con su esposa Eve, su hija adolescente Izzy y su hijo pequeño Elliot. Con la esperanza secreta de recuperarse y volver al deporte profesional, Ray convence a Eve de que la fabulosa piscina del jardín de su nuevo hogar será divertida para los niños y le servirá a él como terapia física. Pero un oscuro secreto del pasado de la casa desatará una fuerza malévola que arrastrará a toda la familia a las insondables profundidades del terror más asfixiante.(FilmAffinity)

Si bien el punto de partida puede resultar más o menos original, el director se limita a coger todos los clichés habidos y por haber del cine de terror comercial, y cambia la clásica casa embrujada por una piscina. Las interpretaciones cumplen su cometido y poco más, con un Wyatt Russell con el piloto automático puesto, y la dirección se limita a imitar recursos utilizados en otras películas de terror mejores y peores, acertando en pocos casos. La historia esta bastante trillada en todos los aspectos, recordando a clásicos como Terror en Amityville (Stuart Rosenberg, 1979), con elementos tan típicos del género de terror como que la familia protagonista empiece mudándose de casa.

La Piscina es una propuesta condenada a la mediocridad, con elementos que pueden entretener al fan de terror si va con expectativas bajas, pero que se olvidará de la retina de este nada más acabe su visionado.

Nota personal 5/10

Producción de Blumhouse, que como suelo decir, ya te da una idea bastante precisa de lo que te espera (no hay nada peyorativo en esto).

Una cinta, técnicamente estimable, con fotografía y banda sonora adecuadas, no aburrida e irregular.

Se ve fácil, se sigue con curiosidad, pero al final te das cuenta de que, en realidad, no has visto nada especial, por lo que tiende, irremediablemente, al olvido rápido.

Tiene buenos momentos, otros predecibles y un final que al menos parece cerrar adecuadamente la historia.

No molesta y se pasa el rato. Sin más ni menos.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/

Ya la premisa es motivo de guisa, pero verla te dará la sensación de que están haciendo una aguadilla de las malas. Actores malos, argumento para nada aprovechado, ejecución pésima y ni un pequeño salvavidas al que agarrarse en hora y media.
Hay que tirarse a la piscina, pero a veces el salto mortal, hace honor a su nombre.