Heli
6,4
2.098
Drama
En un remoto pueblo de México, la población sólo tiene dos medios para ganarse la vida: un empleo mal pagado en una ensambladora de automóviles, donde trabaja Heli (Armando Espitia), o trabajar para el cártel de droga de la región. Estela (Andrea Vergara), una niña de doce años y hermana de Heli, se ha enamorado perdidamente de un joven, Beto (Armando Espitia), un cadete de la policía que le propone escapar para poder casarse. (FILMAFFINITY) [+]
20 de abril de 2018
20 de abril de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amat Escalante desnuda al régimen mexicano, a la guerra fratricida fabricada por el gobierno y el narco contra su enemigo común: El Pueblo de México.
Todo es un caos, un país miserable hundido por el neoliberalismo en una especie de esclavismo y jungla social, jurídica y moral.
Cada actor muestra inocencia, ignorancia, injusticia social, e impotencia contra el destino.
La escena más impactante, la que más nos muestra la indefensión del mexicano común, es en la que Heli, sin camisa, está frente a frente con un cañón. Su cara de sorpresa retrata a cada mexicano frente a esa guerra absurda. Una de las más sangrientas del mundo actual.
Si no fuera por los subtítulos no podríamos entender muchos diálogos, es tanto el naturalismo, que no se cuida la dicción. Hay un cuarto de desnudo que causa algo parecido al asco.
No es una película turística. Es la cara desmaquillada del narco régimen neoliberal.
No encuentro historia, sólo desolación, desesperanza, el apocalipsis en México.
Todo es un caos, un país miserable hundido por el neoliberalismo en una especie de esclavismo y jungla social, jurídica y moral.
Cada actor muestra inocencia, ignorancia, injusticia social, e impotencia contra el destino.
La escena más impactante, la que más nos muestra la indefensión del mexicano común, es en la que Heli, sin camisa, está frente a frente con un cañón. Su cara de sorpresa retrata a cada mexicano frente a esa guerra absurda. Una de las más sangrientas del mundo actual.
Si no fuera por los subtítulos no podríamos entender muchos diálogos, es tanto el naturalismo, que no se cuida la dicción. Hay un cuarto de desnudo que causa algo parecido al asco.
No es una película turística. Es la cara desmaquillada del narco régimen neoliberal.
No encuentro historia, sólo desolación, desesperanza, el apocalipsis en México.
2 de marzo de 2016
2 de marzo de 2016
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Es a esto lo que conduce la competitividad y la libertad comercial, el 'sálvese quien pueda', la ley del mas fuerte, el primero de la clase, los máximos beneficios, los balances económicos..., el individualismo capitalista conduce a la barbarie, a historias como las de Heli.
24 de septiembre de 2018
24 de septiembre de 2018
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La dirección es monótona, el mismo desarrollo de los acontecimientos se vuelve tedioso, incluso el guión y la actuación parecen forzados para enfatizar la idea de rusticidad, de pobreza, de naturalidad.
En una historia ya conocida, donde los elementos resultan previsibles, es esta quizá su mayor baza, lo predecible de una vida donde no hay más alternativa, donde solo rige un tipo de posibilidad, en medio del dia a dia del aislado paraje, lo tópico es solamente la realidad.
En una historia ya conocida, donde los elementos resultan previsibles, es esta quizá su mayor baza, lo predecible de una vida donde no hay más alternativa, donde solo rige un tipo de posibilidad, en medio del dia a dia del aislado paraje, lo tópico es solamente la realidad.
18 de agosto de 2021
18 de agosto de 2021
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Un relato donde la vida misma moldea la experiencia de la violencia, ampliando los puntos desde donde cada uno de los actores sociales la vive, aunque la actuación protagonica de Heli parece palidecer frente al agobiante peso de las circunstancias. Realizaciones como Heli afortunadamente procuran no centrar la representación de la violencia en las armas o el sicariato (westerns, cine bélico, narcoproducciones) sino que lo entretejen desde las mismas profundidades sociales que sociedades como la mexicana padecen: un campo pauperizado, las maquilas y enclaves industriales, el narcotráfico, el machismo, la corrupción, etc. Los límites que marca la violencia en escena no apuntan a rellenar el argumento morbosamente, sino que plasman un testimonio de cómo la crudeza de la violencia borra los límites aparentemente indelebles de aquella condición "humanitaria" tan esgrimida y trillada pero poco problematizada ¿A qué se puede apelar ante la violencia sin límites? Cabe señalar que la amplitud en el manejo argumental de la violencia contrasta con una estructura que subyace a estas espesas y asfixiantes atmósferas, aunque caigan usualmente en el cliché de un áspero paisaje anodino: la vida paradójicamente ligada a la destrucción como impulso.
30 de noviembre de 2013
30 de noviembre de 2013
6 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué se ve en la historia que nos cuentan estos mex?
Supervivientes, a duras penas, sobre tierra dura, polvorienta y sucia.
La cámara es sólo un rutinario testigo de la mansa y casi muda resignación de aquellos que siguen allí, aún sabiendo que mirar a los ojos de los que tienen el poder o el dinero (lo que viene a ser lo mismo), puede ser letal.
Y, claro, ¿qué le queda a Escalante, si va de sincero por la vida (y nada más)? Pues un lento y aburrido devenir tan rutinario y falto de nervio expresivo, que hasta la violencia, que pudiera parecer "dura", la impotencia o la misma desesperación que ésta genera, se quedan paralizadas en la inexpresiva frialdad cotidiana de un amanecer sin esperanza.
En resumen: para pasar el rato, con esfuerzo.
Supervivientes, a duras penas, sobre tierra dura, polvorienta y sucia.
La cámara es sólo un rutinario testigo de la mansa y casi muda resignación de aquellos que siguen allí, aún sabiendo que mirar a los ojos de los que tienen el poder o el dinero (lo que viene a ser lo mismo), puede ser letal.
Y, claro, ¿qué le queda a Escalante, si va de sincero por la vida (y nada más)? Pues un lento y aburrido devenir tan rutinario y falto de nervio expresivo, que hasta la violencia, que pudiera parecer "dura", la impotencia o la misma desesperación que ésta genera, se quedan paralizadas en la inexpresiva frialdad cotidiana de un amanecer sin esperanza.
En resumen: para pasar el rato, con esfuerzo.
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