El poder del perro
2021 

6,4
24.731
Western. Drama
Montana, 1925. Los acaudalados hermanos Phil (Cumberbatch) y George Burbank (Plemons) son las dos caras de la misma moneda. Phil es impetuoso y cruel, mientras George es impasible y amable. Juntos son copropietarios de un enorme rancho donde tienen ganado. Cuando George se casa con una viuda del pueblo, Rose (Dunst), Phil comienza a despreciar a su nueva cuñada, que se instala en el rancho junto a su hijo, el sensible Peter (Smit-McPhee). [+]
21 de noviembre de 2021
21 de noviembre de 2021
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera parte de la película me ha parecido tópica: un vaquero machista se burla de Rose y de su hijo Peter por débil y afeminado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Luego ha dado un giro importante que me ha sorprendido para terminar en un final justiciero a la altura de los tiempos que corren de feminismo, ideología de género y masculinidades cuestionadas. Es una buena película pero que no se ha arriesgado a entrar en territorios no tópicos y ya nos conocemos la doctrina oficial del mundo del cine. Es una buena película pero no es una película valiente.
17 de enero de 2022
17 de enero de 2022
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Montana, 1925. Los hermanos Phil y George muy distintos entre sí son copropietarios de un enorme rancho.
Cuando George se casa con una viuda del pueblo Phil comienza a despreciar a su nueva cuñada y a su hijo Peter.
Melodrama que se oscurece, grandes paisajes y buena ambientación, temas como la angustia por la orientación sexual, culpa, el poder, normas sociales, y el deseo insatisfecho.
Le sobra mucho metraje y tocar diversos temas sin enfocar ninguno hasta el final, no centra la película.
El personaje de Benedict Cumberbatch, de lo poco interesante. Todo es muy abstracto, no deja claro el tema, en la novela está mejor desarrollado.
Personajes no apasionan, ni enganchan nada, reconociendo todo el mundo que describe soterradamente. No llegas a entrar en la película, no envuelve.
Se llevara diversos premios entre ellos posiblemente el Oscar a mejor película, es una película muy de premios y del gusto de la crítica, Jane Campion es de las mejores directoras.
Lo mejor: Benedict Cumberbatch.
Lo peor: Es muy tostón y no te llega a meter en la historia.
Jane Campion obtuvo el Oscar a Mejor guion original por su película El piano (1993).
La película está basada en la novela de Thomas Savage The Power of the Dog (1967).
Cuando George se casa con una viuda del pueblo Phil comienza a despreciar a su nueva cuñada y a su hijo Peter.
Melodrama que se oscurece, grandes paisajes y buena ambientación, temas como la angustia por la orientación sexual, culpa, el poder, normas sociales, y el deseo insatisfecho.
Le sobra mucho metraje y tocar diversos temas sin enfocar ninguno hasta el final, no centra la película.
El personaje de Benedict Cumberbatch, de lo poco interesante. Todo es muy abstracto, no deja claro el tema, en la novela está mejor desarrollado.
Personajes no apasionan, ni enganchan nada, reconociendo todo el mundo que describe soterradamente. No llegas a entrar en la película, no envuelve.
Se llevara diversos premios entre ellos posiblemente el Oscar a mejor película, es una película muy de premios y del gusto de la crítica, Jane Campion es de las mejores directoras.
Lo mejor: Benedict Cumberbatch.
Lo peor: Es muy tostón y no te llega a meter en la historia.
Jane Campion obtuvo el Oscar a Mejor guion original por su película El piano (1993).
La película está basada en la novela de Thomas Savage The Power of the Dog (1967).
13 de diciembre de 2021
13 de diciembre de 2021
6 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me alegro que Jane Campion, a la que considero la mejor directora en activo, haya vuelto a tener una oportunidad de demostrar su valía a través de este memorable western crepuscular o melancólico como se le prefiera encasillar.
Es una película en la que su trabajo tras la cámara es impresionante con una cadencia que trasluce la belleza del paisaje donde transcurre la historia. Pero también luce su maestría en la dirección de actores, todos espléndidos, en especial, Cumberbatch.
Es una historia llena de homoerotismo subrayado con sutileza por la cámara. Pasiones, masculinidad, celos como de una obra de Shakespeare sin obviar ese inteligentísimo giro final que no voy a desvelar.
Ejercicio cinematográfico al más alto rango y de lo mejor que vamos a ver este año. Jane Campion está de vuelta y nos alegramos por su regreso triunfal.
Es una película en la que su trabajo tras la cámara es impresionante con una cadencia que trasluce la belleza del paisaje donde transcurre la historia. Pero también luce su maestría en la dirección de actores, todos espléndidos, en especial, Cumberbatch.
Es una historia llena de homoerotismo subrayado con sutileza por la cámara. Pasiones, masculinidad, celos como de una obra de Shakespeare sin obviar ese inteligentísimo giro final que no voy a desvelar.
Ejercicio cinematográfico al más alto rango y de lo mejor que vamos a ver este año. Jane Campion está de vuelta y nos alegramos por su regreso triunfal.
7 de diciembre de 2021
7 de diciembre de 2021
5 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Power of the Dog (título original) funciona como thriller psicológico, más que un western. De hecho no es un western en absoluto. Que haya vaqueros, un rancho y un botín por el que luchar y ganar, no lo hace merecedor de catalogarlo dentro de este género legendario. Aunque sea pura formalidad, por respeto a tantas obras maestras, hay que dejar claro esto desde el principio.
Ahora bien. Es buena, muy buena. El poder del perro, como decía, basa su triunfo en la precisión calculadora de una directora, que despacio, aborda las dos horas de metraje con precisión de cirujano. Mete el bisturí muy lentamente en los personajes, a los que poco a poco abre en canal para ir descubriendo sus cartas. Conviene estar atento a cada incisión, para hallar la autenticidad de los protagonistas; sus verdaderas intenciones, a las que llegamos con detalles y pistas con alegorías a las flores, el agua, los animales, las nubes... En fin, la naturaleza como una protagonista más.
Y así pasamos de la mesa de operaciones a una partida de cartas, donde Benedict Cumberbatch y Kodi Smit-McPhee juegan de farol para conseguir la victoria. Los dos se imponen a sus compañeros de reparto, Plemons y Dunst, cuyos conflictos, aún siendo necesarios, no me atraen en absoluto. Como Thomasin McKenzie, desaprovechada.
Dicho esto, confieso que a Smit-McPhee nunca le he tenido simpatía, pero ha nacido para este papel. Como un guante. Su némesis, Benedict Cumberbatch, está soberbio representando esa represión tóxica de la que hablaba al principio. Un vaquero que tiene que ocultar su esencia por miedo al rechazo. Siempre por miedo. Y hasta ahí puedo escribir.
Entre tanto y para que la operación no sea un fracaso, Jane Campion recurre al piano y la naturaleza para evitar la huida del espectador. No será casual, dado que este instrumento le llevó a la gloria. La cuestión es que, hablando de formalidades, la música y la fotografía juegan un papel esencial, para canalizar toda la emoción de una trama, que avanza con paso lento, pero decidido.
Desde luego que el ritmo no es uno de sus fuertes, y como digo, la directora corre el riesgo de que el espectador corte por lo sano, pecando de impaciencia. Esta es una virtud, la paciencia, que tendréis que aplicar si queréis extraerle todo el jugo al trabajo de la neozelandesa, que insisto, no es un western, pero sí un dulce venenoso con el que acabar satisfactoriamente el año.
Más datos sobre esta y otras películas en www.argoderse.com
Y en Facebook: https://www.facebook.com/argodersecine
Ahora bien. Es buena, muy buena. El poder del perro, como decía, basa su triunfo en la precisión calculadora de una directora, que despacio, aborda las dos horas de metraje con precisión de cirujano. Mete el bisturí muy lentamente en los personajes, a los que poco a poco abre en canal para ir descubriendo sus cartas. Conviene estar atento a cada incisión, para hallar la autenticidad de los protagonistas; sus verdaderas intenciones, a las que llegamos con detalles y pistas con alegorías a las flores, el agua, los animales, las nubes... En fin, la naturaleza como una protagonista más.
Y así pasamos de la mesa de operaciones a una partida de cartas, donde Benedict Cumberbatch y Kodi Smit-McPhee juegan de farol para conseguir la victoria. Los dos se imponen a sus compañeros de reparto, Plemons y Dunst, cuyos conflictos, aún siendo necesarios, no me atraen en absoluto. Como Thomasin McKenzie, desaprovechada.
Dicho esto, confieso que a Smit-McPhee nunca le he tenido simpatía, pero ha nacido para este papel. Como un guante. Su némesis, Benedict Cumberbatch, está soberbio representando esa represión tóxica de la que hablaba al principio. Un vaquero que tiene que ocultar su esencia por miedo al rechazo. Siempre por miedo. Y hasta ahí puedo escribir.
Entre tanto y para que la operación no sea un fracaso, Jane Campion recurre al piano y la naturaleza para evitar la huida del espectador. No será casual, dado que este instrumento le llevó a la gloria. La cuestión es que, hablando de formalidades, la música y la fotografía juegan un papel esencial, para canalizar toda la emoción de una trama, que avanza con paso lento, pero decidido.
Desde luego que el ritmo no es uno de sus fuertes, y como digo, la directora corre el riesgo de que el espectador corte por lo sano, pecando de impaciencia. Esta es una virtud, la paciencia, que tendréis que aplicar si queréis extraerle todo el jugo al trabajo de la neozelandesa, que insisto, no es un western, pero sí un dulce venenoso con el que acabar satisfactoriamente el año.
Más datos sobre esta y otras películas en www.argoderse.com
Y en Facebook: https://www.facebook.com/argodersecine
12 de diciembre de 2021
12 de diciembre de 2021
4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El poder del perro no es un western al uso. Es un drama áspero con un gran peso psicológico que ahonda en aspectos dolorosos como la misoginia, la homofobia o el acoso moral.
Con un tempo lento, la cámara persigue retratar lo que sucede por dentro de los personajes. Se toma el tiempo de examinarlo y desnudar la rabia, el dolor o la soledad que sienten. De hecho, ya desde el primer momento la película avisa que habrá pocas concesiones a las emociones positivas.
La presencia de personajes varones es aplastante, así como el machismo dominante, que poco a poco van mostrando sus inmensas contradicciones. De esta forma, El poder del perro se interpreta también como una denuncia a comportamientos demasiado vigentes.
Muy buen trabajo de los actores, que entienden la complejidad de sus personajes, lejos de los clichés del western, y aportan intensidad y suspense hasta un final que es sorprendente y coherente a la vez.
Film oscuro y absorbente. Recomendable.
Con un tempo lento, la cámara persigue retratar lo que sucede por dentro de los personajes. Se toma el tiempo de examinarlo y desnudar la rabia, el dolor o la soledad que sienten. De hecho, ya desde el primer momento la película avisa que habrá pocas concesiones a las emociones positivas.
La presencia de personajes varones es aplastante, así como el machismo dominante, que poco a poco van mostrando sus inmensas contradicciones. De esta forma, El poder del perro se interpreta también como una denuncia a comportamientos demasiado vigentes.
Muy buen trabajo de los actores, que entienden la complejidad de sus personajes, lejos de los clichés del western, y aportan intensidad y suspense hasta un final que es sorprendente y coherente a la vez.
Film oscuro y absorbente. Recomendable.
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