El poder del perro
2021 

6,4
24.732
Western. Drama
Montana, 1925. Los acaudalados hermanos Phil (Cumberbatch) y George Burbank (Plemons) son las dos caras de la misma moneda. Phil es impetuoso y cruel, mientras George es impasible y amable. Juntos son copropietarios de un enorme rancho donde tienen ganado. Cuando George se casa con una viuda del pueblo, Rose (Dunst), Phil comienza a despreciar a su nueva cuñada, que se instala en el rancho junto a su hijo, el sensible Peter (Smit-McPhee). [+]
19 de diciembre de 2021
19 de diciembre de 2021
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vamos a empezar diciendo lo mucho que me ha sorprendido esta película, porque es una de esas que, justo cuando parece que sabes de qué va y casi cómo va a terminar todo, te propone un golpe maestro que cambia por completo la percepción de la historia, y mira que es difícil en un género como este.
Dos hermanos intentan llevar el rancho heredado de sus padres, en un mundo de hombres, de machos muy machos, uno parece más conforme con este tipo de vida que el otro, al que parece faltarle algo. Cuando este se enamore y case con una mujer que lleva un restaurante, madre además de un chico ya mayor, el otro no lo verá con buenos ojos.
Hasta aquí podemos leer, porque a partir de aquí comienza la verdadera película, con ese mal rollo entre el personaje de Cumberbach y Dunst, siendo uno insufrible y la otra frágil. Con un ritmo pausado, el filme continúa la historia por el derrotero que más temíamos: la futura relación entre el indeseable y el hijo. Sabiendo cómo se comportan ambos parece que el choque puede ser inevitable, pero, en verdad, descubrimos una nueva capa sobre ambos personajes que nos lleva hasta un fatídico y sorprendente desenlace que, por lo menos a mí, me pilló completamente por sorpresa.
Benedict Cumberbach está cómodo en su papel del hermano fuerte, hastiado y fanfarrón. Es una variante de su Sherlock o de su Strange pero con la habilidad de sobresalir en los momentos decisivos. Plemons también está bien, acomodado en un papel más secundario que me parece un poco desaprovechado, aquí como el hermano comprensivo y benevolente. A destacar también a Kristen Dunst, actriz que siempre me ha convencido y que es capaz de transmitir rabia y dolor a partes iguales.
‘The Power of Dog’ me ha parecido una buena película, de esas que en temporadas de premios pueden rascar nominaciones o galardones de forma justa.
Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com/
Dos hermanos intentan llevar el rancho heredado de sus padres, en un mundo de hombres, de machos muy machos, uno parece más conforme con este tipo de vida que el otro, al que parece faltarle algo. Cuando este se enamore y case con una mujer que lleva un restaurante, madre además de un chico ya mayor, el otro no lo verá con buenos ojos.
Hasta aquí podemos leer, porque a partir de aquí comienza la verdadera película, con ese mal rollo entre el personaje de Cumberbach y Dunst, siendo uno insufrible y la otra frágil. Con un ritmo pausado, el filme continúa la historia por el derrotero que más temíamos: la futura relación entre el indeseable y el hijo. Sabiendo cómo se comportan ambos parece que el choque puede ser inevitable, pero, en verdad, descubrimos una nueva capa sobre ambos personajes que nos lleva hasta un fatídico y sorprendente desenlace que, por lo menos a mí, me pilló completamente por sorpresa.
Benedict Cumberbach está cómodo en su papel del hermano fuerte, hastiado y fanfarrón. Es una variante de su Sherlock o de su Strange pero con la habilidad de sobresalir en los momentos decisivos. Plemons también está bien, acomodado en un papel más secundario que me parece un poco desaprovechado, aquí como el hermano comprensivo y benevolente. A destacar también a Kristen Dunst, actriz que siempre me ha convencido y que es capaz de transmitir rabia y dolor a partes iguales.
‘The Power of Dog’ me ha parecido una buena película, de esas que en temporadas de premios pueden rascar nominaciones o galardones de forma justa.
Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com/
26 de diciembre de 2021
26 de diciembre de 2021
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
The power of the dog está dirigida por Jane Campion, quien nos traslada a la Montana de los años 20. Los hermanos Phil (Benedict Cumberbatch) y George Burbank (Jesse Plemons) dirigen un rancho y hacen negocio con el ganado, dan empleo a mucha gente y disfrutan de cierta posición y comodidad. Visitarán una posada en la que conocerán a Rose (Kirsten Dunst), la viuda que lo regenta junto a su hijo (Kodi Smit-McPhee). Este ayuda en la cocina y será objeto de burlas entre los trabajadores a cargo de los hermanos, pero George acabará enamorándose de ella y se casarán, por lo que se mudarán todos a la gran casa de los Burbank. Sin embargo, Phil no ve con buenos ojos a esa mujer y a su hijo y tratará de hacerles la vida imposible.
El drama y la intriga se suceden en el hogar de los Burbank, donde el joven estudia medicina, algo que será muy importante para el devenir de la trama. El guion nos sorprende con un giro inesperado al final, además de destapar también la homosexualidad en los años 20, algo que en el lejano oeste no estaba aceptado y obviamente era un tabú. Las interpretaciones de Kirsten Dunst y Benedict Cumberbatch ya han tenido premio en forma de nominación al Globo de Oro respectivamente. Veremos si cumple también con las quinielas a los Oscars. Algunos comenta que es la mejor interpretación de Cumberbatch.
En definitiva, EL PODER DEL PERRO es un filme intrigante que parece no contar nada pero conforme la trama avanza se va desperazando y hay gran cantidad de cosas que destacar. Ambientación, guion, interpretaciones, fotografía... todo raya a gran nivel, algo que Netflix sabe hacer muy bien y que, además, se convierte en una de las mejores del año para la plataforma. Eso sí, es cine del que gusta a académicos, vaya por delante. No os la perdáis.
El drama y la intriga se suceden en el hogar de los Burbank, donde el joven estudia medicina, algo que será muy importante para el devenir de la trama. El guion nos sorprende con un giro inesperado al final, además de destapar también la homosexualidad en los años 20, algo que en el lejano oeste no estaba aceptado y obviamente era un tabú. Las interpretaciones de Kirsten Dunst y Benedict Cumberbatch ya han tenido premio en forma de nominación al Globo de Oro respectivamente. Veremos si cumple también con las quinielas a los Oscars. Algunos comenta que es la mejor interpretación de Cumberbatch.
En definitiva, EL PODER DEL PERRO es un filme intrigante que parece no contar nada pero conforme la trama avanza se va desperazando y hay gran cantidad de cosas que destacar. Ambientación, guion, interpretaciones, fotografía... todo raya a gran nivel, algo que Netflix sabe hacer muy bien y que, además, se convierte en una de las mejores del año para la plataforma. Eso sí, es cine del que gusta a académicos, vaya por delante. No os la perdáis.
31 de enero de 2022
31 de enero de 2022
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta especie de "Call me by your mountain" o "Brokeback by your name" que se ha montado Jane Campion en "El poder del perro" me ha gustado más seguramente de lo que quiero y deseo admitir.
Hace nada estuve revisando la magnífica "El hilo invisible" (Paul Thomas Anderson, 2017), y he llegado a la conclusión de que forma una buena doble sesión con esta "El poder del perro" que ahora nos ocupa. Y es que, salvando las distancias, las dos obras comparten mucho más de lo que podría aparentar. La toxicidad se muestra como emblema de ambos trabajos, y tanto Campion como Anderson lo abordan de manera tan elegante y sutil como estimulante.
Es cierto que a esta adaptación de la novela homónima de Thomas Savage le cuesta horrores dejar patente cuál es el quid de la cuestión, tarda mucho "El poder del perro" es demostrar de qué va realmente. Algo que, en función de las circunstancias, puede transformarse en defecto o virtud. A mi juicio defiendo que Jane Campion lo convierte en lo segundo ya que, cuando ves el percal y tu cerebro empieza a trazar sendas, la cinta nunca las sigue. Esta crea las suyas propias, las cuales están más cerca de sorprender que otra cosa. Hablando por descontado desde el prisma de un sujeto que no conoce la novela original.
Actoralmente hay un gran nivel, complementando lo bien dibujados que están ya desde el guion todos y cada uno de los personajes.
En definitiva, ando montado en el barco de "El poder del perro".
Hace nada estuve revisando la magnífica "El hilo invisible" (Paul Thomas Anderson, 2017), y he llegado a la conclusión de que forma una buena doble sesión con esta "El poder del perro" que ahora nos ocupa. Y es que, salvando las distancias, las dos obras comparten mucho más de lo que podría aparentar. La toxicidad se muestra como emblema de ambos trabajos, y tanto Campion como Anderson lo abordan de manera tan elegante y sutil como estimulante.
Es cierto que a esta adaptación de la novela homónima de Thomas Savage le cuesta horrores dejar patente cuál es el quid de la cuestión, tarda mucho "El poder del perro" es demostrar de qué va realmente. Algo que, en función de las circunstancias, puede transformarse en defecto o virtud. A mi juicio defiendo que Jane Campion lo convierte en lo segundo ya que, cuando ves el percal y tu cerebro empieza a trazar sendas, la cinta nunca las sigue. Esta crea las suyas propias, las cuales están más cerca de sorprender que otra cosa. Hablando por descontado desde el prisma de un sujeto que no conoce la novela original.
Actoralmente hay un gran nivel, complementando lo bien dibujados que están ya desde el guion todos y cada uno de los personajes.
En definitiva, ando montado en el barco de "El poder del perro".
14 de febrero de 2022
14 de febrero de 2022
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si estas acostumbrado a los westerns de Clint Eastwood o de John Wayne, ésta no es tu película. La historia no tiene nada que ver con forajidos ni asaltos a diligencias, aunque el personaje de Benedict Cumberbatch bien podría catalogarse como malhechor o forajido por su relación con la gente. Maravillosa puesta en escena, paisajes de ensueño que evocan paz y tranquilidad que solo se ve alterada por la presencia de unos protagonistas cuyas relaciones son muy complicadas, pero retratadas con sutilidad hasta que logras empatizar con cada uno de ellos pese a sus imperfecciones. Un vaquero hastiado de la vida, duro, con un hermano más sociable y humano que se casa con una mujer mentalmente frágil y un adolescente amanerado que no encaja para nada entre hombres rudos del campo. Muy buena premisa que no te deja indiferente. El único pero sería que es una película hecha para consumo norteamericano, gustoso de saborear su pasado en el salvaje oeste. No hay frase para recordar
16 de enero de 2023
16 de enero de 2023
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Ay, Dios! ¡Jane Campion lo ha vuelto a hacer! De nuevo el piano y la cuerda. La estacha, como en Moby Dick. Tras unos primeros cuarenta minutos anodinos, de un desarrollo sutil, bien intencionado, pero torpe, se desvela una obra de arte. Se muestra el perro, ladrando, en la falda de la montaña y parece que con eso de desvela todo. Van saliendo capa a capa los sentimientos, lo que hay de cierto y lo que todos los espectadores sospechamos. Parece que el débil es sometido a un asedio, a la caza, pero es al contrario. Moby Dick sucumbe.
Jane Campion vuelve con sus simbolismos y lo borda. Creo que es el cine simbolista más atrevido desde Fresas salvajes. La música de Jonny Greenwood, componente de Radiohead, es tan inquietante que lucha con la belleza, porque no es una historia que busque la belleza. La música es muy importante para Campion. Forma parte del idioma de los personajes, como esa ruidosa versión de la marcha Radeztky en manos (o boca) de Kirsten Dunst.
Me encanta el trabajo que hace aquí Cumberbatch, un personaje que transmite fácilmente lo que siente. Kirsten Dunst hace su papel correctamente y el joven Kodi Smit-McPhee consigue lo que Campion desea, endulzarnos y atemorizarnos.
Una maravilla.
Jane Campion vuelve con sus simbolismos y lo borda. Creo que es el cine simbolista más atrevido desde Fresas salvajes. La música de Jonny Greenwood, componente de Radiohead, es tan inquietante que lucha con la belleza, porque no es una historia que busque la belleza. La música es muy importante para Campion. Forma parte del idioma de los personajes, como esa ruidosa versión de la marcha Radeztky en manos (o boca) de Kirsten Dunst.
Me encanta el trabajo que hace aquí Cumberbatch, un personaje que transmite fácilmente lo que siente. Kirsten Dunst hace su papel correctamente y el joven Kodi Smit-McPhee consigue lo que Campion desea, endulzarnos y atemorizarnos.
Una maravilla.
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