Sin ser una gran obra del género, debo reconocer que pasé miedo, lo cual siempre es un punto a favor para este tipo de cine. Pero estas cintas cuando verdaderamente pasan la prueba del algodón, es cuando se visionan por segunda, tercera, cuarta...vez. Es entonces cuando se aprecia si es una gran película de terror y misterio, cuando ya no vamos a ser sorprendidos, cuando estamos prevenidos ante el susto repentino, es entonces cuando se aprecia la narración (al menos a mí eso me ocurre con obras cómo, "La profecía” o "El resplandor" entre otras, y es que por muchas veces que las vea nunca me cansan, por mucho que conozca el desenlace nunca me aburren), y he de decir: que este largometraje, "1408", para mí, no pasó dicha prueba de límpido esplendor, la ya citada prueba del algodón... y si bien la primera vez me dejó un grato recuerdo, cuando repetí, pasado ya el tiempo, no logró encantarme, ni permanecer sentado frente a la pantalla.

Basada en un típico relato del prolífico Stephen King. Relato, en este caso, más cercano al terror que al misterio, y cuyo argumento, según esta película, viene a ser, el que sigue: Mike (John Cusack) es un escritor que se gana la vida escribiendo libros en los que desacredita leyendas urbanas acaecidas en todo tipo de hoteles. Y en busca de un nuevo éxito editorial, se decide por investigar, a un afamado y lujoso gran hotel de Nueva york, del que corre una oscura leyenda sobre una siniestra habitación, la 1408, que pese a sus dos primeros dígitos, se halla en la planta 13, ya que los hoteles tienden a evitar este nivel, pasando directamente del doce al catorce. Pero cuando Mike intenta reservar la habitación, todo son pegas por parte de la dirección. Finalmente con una argucia legal consigue tener fecha de entrada. Aun así cuando acude para instalarse, el director del hotel (Samuel L. Jackson), intentará personalmente disuadirle. Pero Mike, que en definitiva es un escéptico, no seguirá las serias advertencias de éste, y entonces dará comienzo; una verdadera noche de terror y pesadillas…

La valoración es de siete para una primera vez. Si tuviese que puntuarla tras verla posteriormente, estaría entre el cinco y el seis…

"1408" nos ofrece una aventura con toques de terror y suspense que es interesante, pero cuya narración va enrevesándose sin demasiado sentido conforme avanza. Una obra original, con una buena interpretación de John Cusack en el papel protagonista, con un desarrollo entretenido...si aceptamos las irregularidades que van apareciendo durante su desarrollo.

Cuando la película arranca, lo hace de un modo sobrio y consistente, planteando de manera muy satisfactoria las bases de su propuesta. Es durante esa primera mitad de película cuando sentimos estar frente a algo realmente prometedor. Sin embargo, conforme el metraje avanza, el guion va volviéndose más y más irregular, hasta terminar concluyendo de un modo un tanto inconexo, y sin dar respuesta a bastantes puntos clave de la trama. Con todo, no deja de ser una cinta interesante.

Nuevo lavado de cara a las películas de lugares malditos o embrujados. La historia es original, el desenlace va ganando puntos y te va sorprendiendo, hay buenos sustitos pero lo mejor es la ambientación agobiante e inquietante. Sobre todo en los primeros 5-10 minutos dentro de la habitación. La normalidad es lo que más te inquieta. No hace falta casquería ni visceras para dar sustito, una historia inteligentemente contada consigue más.

Dos buenos quiebros de guión te zarandean durante la película y contribuyen a descolocarte un poco más (si es que le buscas lógica a una historia de terror). Los efectos están muy bien y consiguen sorprenderte y alucinarte por igual.

Muy bien montada, bien dirigida y aceptablemente interpretada por un ubicuo Cusack (no enamora en su trabajo pero se te hace cercano).

Así sí que se puede disfrutar de una buena peli de terror.

Es una de esas películas interesantes, una temática muy repetida pero que aquí está muy bien tratada sin llegar a ser una película más de fantasmas.

Toda la intriga creada es muy buena, sin llegar a estar en la habitación, sin llegar a ese momento, el espectador ya tiene miedo, y sobre todo mucha curiosidad.

Lo mejor viene después, es el mundo creado en la habitación del hotel.

Al principio se trata de una película más de fantasmas, de sustos del que ya esperábamos, un mundo ya conocido, pero lo mejor es como la película avanza.
La película no trata de fantasmas y sustos, la película es una reflexión de la vida y de los momentos vividos, son exactamente de esos fantasmas del pasado de lo que trata esta película.

Es cierto que hay momentos que no están tan bien tratados, que se hacen largos o que incluso sobran, pero la idea general es muy buena y la esencia es lo mejor.

Siempre se caerán en momentos fáciles, pero es difícil de tratar, lo mejor es que al final del todo te quedas con una sensación de haber visto una película interesante, una película con reflexión.

Después de la interesante La Ventana Secreta, ¿Quién iba a perderse otra adaptación del maestro King y encima protagonizada por Cusack, que en Identidad le vimos bordando una más que interesante actuación en un film de suspense? Más si el carismático Jackson comparte cartel con este. Pues bien, menudo despropósito.
El arranque del film nos presenta a un personaje como tantos otros, desmotivado en su labor por falta de fe en ella, con un pasado desconocido y (que novedad) traumático. Al menos la cosa arranca relativamente rápido, y pronto nos encontramos con el tema central de la historia en cuestión, el hotel y la famosa habitación, y quizá con la única parte destacable de la historia (por la tensión bien sugerida), la conversación entre el protagonista y Samuel L. Jackson sobre la habitación 1408 . Lo siguiente se convierte en una sucesión de topicazos que funciona cinco minutos, a partir de los cuales ni siquiera hay inteligencia para transmitir un mínimo de terror o suspense, aunque la verdad es que haría falta mucha destreza para arreglar un guión sin ninguna capacidad para sorprender, y es que uno deja de tener la impresión (creciente) de que esta historia, más propia de un corto, se ha engordado descaradamente. A todo ello se le une un protagonista algo limitado en su caracterización (nada que ver con el Cusack del Jurado o la antes mencionada Identidad), el cual no despierta ningún interés, y del cual poco a poco se nos van dando pistas de su “intrigante” pasado, de una manera un tanto superficial y bastante predecible (¿nunca se cansarán de meter niños pequeños en filmes de terror?).
Flaco favor le hace a todo esto una recta final totalmente fuera de lugar y pasada de rosca, bastante incoherente con la ya de por si floja atmósfera del film, y el giro del desenlace, tan incomprensible como absolutamente innecesario. Una lástima, pero la verdad es que hay relatos de Stephen King que tienen mucho más que aportar que esta insulsa y tópica historia.