Godzilla
2014 

5,1
23.622
Ciencia ficción. Acción. Drama
Un monstruo marino prehistórico, que ha permanecido décadas aletargado después de que la humanidad tratara de destruirlo, se enfrenta a malvadas criaturas que, animadas por la arrogancia científica del hombre, amenazan la vida de la raza humana. (FILMAFFINITY)
22 de mayo de 2014
22 de mayo de 2014
27 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una nueva adaptación de “Godzilla” llegaba como superproducción de 160 millones de dólares con gran expectación, desde aquel “Godzilla” de 1998 que no terminó de convencer a los fans del famoso monstruo asiático.
La idea era dar mucho más protagonismo al factor humano entorno al monstruo y desarrollar la historia dando pequeñas dosis de información según transcurría la película, para finalmente mostrarlo todo y de forma impactante. Hasta ahí todo bien, pero Gareth Edwards se ponía a los mandos de esta superproducción, después de conseguir un notable éxito con “Monsters” en el año 2010.
El problema es que al director se le ha quedado grande el proyecto, a pesar de estar consiguiendo unas excelentes cifras en taquilla y ya tenga luz verde para “Godzilla 2”.
GUIÓN: El guion no es que sea malo, sino que está mal adaptado lo que se cuenta y cómo se cuenta, la información que se va dando nunca engancha ni emociona, un gran error cuando quieres contar algo y quieres hacerlo interesante.
El drama humano empieza con fuerza y poco a poco se va diluyendo hasta el punto que termina siendo indiferente al espectador, entonces pides ver algo grandioso aunque sea visualmente, pero tampoco llega.
MÚSICA: La banda sonora es lo más notable de la película, acompaña a los grandes momentos, pero tampoco se sale nunca, comete el mismo error que el guión, no emociona.
REPARTO: Suspende, el casting no ha sido acertado, los protagonistas nunca terminan de desarrollar su papel en la película, están sosos, desmotivados, el drama que transmiten es pobre, siendo el punto más flojo el “Soldado” que casualmente siempre está allí dónde pasan las cosas, como si fuese un imán para atraer lo peor en cada momento.
EFECTOS VISUALES: Pudiera parecer que estoy dando un spoiler, pero es para que nadie se desengañe, si pagas para ver a Godzilla, es lo que menos vas a ver, cuando te lo enseñan, ya estás aburrido de seguir un drama descafeinado, y al fin aparece y piensas que esto salvará a la película, un gran despliegue de efectos especiales y peleas de monstruos alucinantes, pero no, cuando llega la gran pelea, te la cortan para darte acción humana, llega otra gran pelea, te la vuelven a cortar, casualmente siempre se hace de noche cuando es la hora ver lo bueno, apenas de ve nada, los efectos especiales son disimulados en la oscuridad para que no veas nítidamente la escena, los efectos visuales son lamentables.
CONCLUSIÓN: Tenemos una película de gran presupuesto muy mal montada, muy mal contada y mal interpretada, que se pudiese haber salvado con unos efectos visuales alucinantes de monstruos, pero tampoco te lo ofrecen, nunca te engancha, no emociona, es una pena que de una buena idea, hayan sacado tan poco rendimiento a la historia, son mucho más entretenidas las películas de Godzilla asiáticas, dónde los protagonistas te eran indiferentes, sólo te interesaba el desarrollo de los monstruos y sus enfrentamientos.
La idea era dar mucho más protagonismo al factor humano entorno al monstruo y desarrollar la historia dando pequeñas dosis de información según transcurría la película, para finalmente mostrarlo todo y de forma impactante. Hasta ahí todo bien, pero Gareth Edwards se ponía a los mandos de esta superproducción, después de conseguir un notable éxito con “Monsters” en el año 2010.
El problema es que al director se le ha quedado grande el proyecto, a pesar de estar consiguiendo unas excelentes cifras en taquilla y ya tenga luz verde para “Godzilla 2”.
GUIÓN: El guion no es que sea malo, sino que está mal adaptado lo que se cuenta y cómo se cuenta, la información que se va dando nunca engancha ni emociona, un gran error cuando quieres contar algo y quieres hacerlo interesante.
El drama humano empieza con fuerza y poco a poco se va diluyendo hasta el punto que termina siendo indiferente al espectador, entonces pides ver algo grandioso aunque sea visualmente, pero tampoco llega.
MÚSICA: La banda sonora es lo más notable de la película, acompaña a los grandes momentos, pero tampoco se sale nunca, comete el mismo error que el guión, no emociona.
REPARTO: Suspende, el casting no ha sido acertado, los protagonistas nunca terminan de desarrollar su papel en la película, están sosos, desmotivados, el drama que transmiten es pobre, siendo el punto más flojo el “Soldado” que casualmente siempre está allí dónde pasan las cosas, como si fuese un imán para atraer lo peor en cada momento.
EFECTOS VISUALES: Pudiera parecer que estoy dando un spoiler, pero es para que nadie se desengañe, si pagas para ver a Godzilla, es lo que menos vas a ver, cuando te lo enseñan, ya estás aburrido de seguir un drama descafeinado, y al fin aparece y piensas que esto salvará a la película, un gran despliegue de efectos especiales y peleas de monstruos alucinantes, pero no, cuando llega la gran pelea, te la cortan para darte acción humana, llega otra gran pelea, te la vuelven a cortar, casualmente siempre se hace de noche cuando es la hora ver lo bueno, apenas de ve nada, los efectos especiales son disimulados en la oscuridad para que no veas nítidamente la escena, los efectos visuales son lamentables.
CONCLUSIÓN: Tenemos una película de gran presupuesto muy mal montada, muy mal contada y mal interpretada, que se pudiese haber salvado con unos efectos visuales alucinantes de monstruos, pero tampoco te lo ofrecen, nunca te engancha, no emociona, es una pena que de una buena idea, hayan sacado tan poco rendimiento a la historia, son mucho más entretenidas las películas de Godzilla asiáticas, dónde los protagonistas te eran indiferentes, sólo te interesaba el desarrollo de los monstruos y sus enfrentamientos.
21 de mayo de 2014
21 de mayo de 2014
25 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Corría el año 1993 cuando Steven Spielberg dejaba atónitos a los espectadores con su ‘Parque jurásico’, impregnando las salas de esa sensación cercana a la magia de estar viendo algo real que no puede serlo, y que produce un especial hormigueo en el estómago tan entretenido. Gareth Edwards emula aquello e incluso parece rendirle homenaje en algunas escenas - ese vaho o cierto plano con un aplastamiento -, acertando con holgura en cuanto a las formas visuales - entretiene y asombra - pero fracasando en cuanto al género humano se refiere, conformando así un Blockbuster bestial y recomendable pero que no consigue desligarse de los defectos propios del subgénero.
Un drama que protagoniza un errático Aaron Johnson y que funciona cuando su personaje comparte encuadre con una desaprovechada Elizabeth Olsen, preliminar Sally Hawkins o un obseso Bryan Cranston, siendo estos dos últimos lo más interesante en cuanto a lo capitaneado por seres humanos. Es digno de alabar la intención de un guión argumentado por David S. Goyer y escrito por Max Borenstein, Dave Callaham y Frank Darabont al pretender insuflar ritmo y progresión a la historia por medio de un sin freno de acontecimientos. Sin embargo, esta fórmula se agota en su primer tercio quedándose sin ideas para cuando Aaron Johnson debe ser el epicentro de la trama, primando entonces el militarismo más incoherente, la casualidad, los tópicos, el relleno - esa adopción tan gratuita-, las reacciones contra natura - ese careo “face to face” - y los giros argumentales más cuestionables.
Como se ha descrito lo supletorio - nadie va a ver un drama cuando se acerca a este filme - presenta debilidades sobradamente subsanadas por el motivo - Godzilla - que es primoroso. Siempre que aparece animal en pantalla el resultado es impactante, tanto por su brutalidad, como por la puesta en escena o la capacidad de transmitir estupor, es realmente fascinante. La presentación de personajes así como el “set piece” final son difícilmente olvidables, sobresalientes. El director siempre inteligente mide perfectamente lo que vemos, cuando lo vemos y como lo vemos jugando con los tiempos, la perspectiva y el punto de vista.
Gareth Edwards esta a la altura del mito y las expectativas, siendo - para el que esto subscribe - la escena centrada en un perro su confirmación por ser un claro ejemplo de saber hacer y conducir al público. Una historia con mensaje ecológico - la naturaleza manda - y antinuclear - conlleva destrucción por su condición -, que se ve engrandecida no solo por su director, si no por un diseño de producción que busca en su máxima el realismo y una iluminación en tono cobrizo que luce en la oscuridad. Destacar la fabulosa atmósfera creada para la ciudad japonesa que invita a pensar en ‘The Last of Us’ - el mejor videojuego de la generación ps3 -.
Godzilla recuerda también al inicio de ‘Monstruoso’ (Matt Reeves, 2008) pero mucho más y mucho mejor, ofreciendo un espectáculo grandioso que a pesar de sus errores, de una excesiva beatificación del “lagarto” y de un metraje que bien hubiera agradecido algún tijeretazo, merece la pena disfrutarlo en pantalla grande, donde realmente va a provocar aullidos de emoción.
↩️ en Bluesky - @Ki___wi
Un drama que protagoniza un errático Aaron Johnson y que funciona cuando su personaje comparte encuadre con una desaprovechada Elizabeth Olsen, preliminar Sally Hawkins o un obseso Bryan Cranston, siendo estos dos últimos lo más interesante en cuanto a lo capitaneado por seres humanos. Es digno de alabar la intención de un guión argumentado por David S. Goyer y escrito por Max Borenstein, Dave Callaham y Frank Darabont al pretender insuflar ritmo y progresión a la historia por medio de un sin freno de acontecimientos. Sin embargo, esta fórmula se agota en su primer tercio quedándose sin ideas para cuando Aaron Johnson debe ser el epicentro de la trama, primando entonces el militarismo más incoherente, la casualidad, los tópicos, el relleno - esa adopción tan gratuita-, las reacciones contra natura - ese careo “face to face” - y los giros argumentales más cuestionables.
Como se ha descrito lo supletorio - nadie va a ver un drama cuando se acerca a este filme - presenta debilidades sobradamente subsanadas por el motivo - Godzilla - que es primoroso. Siempre que aparece animal en pantalla el resultado es impactante, tanto por su brutalidad, como por la puesta en escena o la capacidad de transmitir estupor, es realmente fascinante. La presentación de personajes así como el “set piece” final son difícilmente olvidables, sobresalientes. El director siempre inteligente mide perfectamente lo que vemos, cuando lo vemos y como lo vemos jugando con los tiempos, la perspectiva y el punto de vista.
Gareth Edwards esta a la altura del mito y las expectativas, siendo - para el que esto subscribe - la escena centrada en un perro su confirmación por ser un claro ejemplo de saber hacer y conducir al público. Una historia con mensaje ecológico - la naturaleza manda - y antinuclear - conlleva destrucción por su condición -, que se ve engrandecida no solo por su director, si no por un diseño de producción que busca en su máxima el realismo y una iluminación en tono cobrizo que luce en la oscuridad. Destacar la fabulosa atmósfera creada para la ciudad japonesa que invita a pensar en ‘The Last of Us’ - el mejor videojuego de la generación ps3 -.
Godzilla recuerda también al inicio de ‘Monstruoso’ (Matt Reeves, 2008) pero mucho más y mucho mejor, ofreciendo un espectáculo grandioso que a pesar de sus errores, de una excesiva beatificación del “lagarto” y de un metraje que bien hubiera agradecido algún tijeretazo, merece la pena disfrutarlo en pantalla grande, donde realmente va a provocar aullidos de emoción.
↩️ en Bluesky - @Ki___wi
18 de mayo de 2014
18 de mayo de 2014
23 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni King of monsters ni nada, oigan.Este filme apenas se tiene en pie. Hay mucho que comentar de ello. Y la mayoría malo: como que lo llenen todo de excelentes actores para papeles unidimensionales que casi son cameos mientras el chaval de "Kickass" se lleva la cosa caliente. O que la puesta en escena sea tan imitatiava de Spielberg que acaba siendo Emmerichiana (toma ironía, oigan). O que los mutos sean aburridamente cloverfeldianos. O que se retrase la aparición del monstruo. O que a cada rato surja algo del tamaño de una montaña detrás de un soldado y no sean capaces de oirlo. Tontuna enorme, oiga.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pero lo peor de todo son dos cosas: se nos cargan al mejor actores del film (el único que tenía razones personales tras sus acciones) y se llena la trama con una serie de semovientes que, cuando no están atrapados en medio de la destrucción o siendo espectadores de lo que ocurre, ejecutan planes que no alteran el resultado de la trama en sentido alguno.
Y... coño: esto ya es Dramaturgia 101, chicos. El largo no es más que un enorme Deus ex machina, con los humanos teniendo que esperar a que Gojira resuelva la papeleta. Si se quitan de la ecuación, el resultado hubiera sido el mismo.
Entonces... ¿a qué tanto rollo?
Realmente no importa. Supongo que con el Destruction Porn digital post 11-S el publico actual va que chuta.
Pero es que el film no cuenta realmente NADA, carajo...
Y... coño: esto ya es Dramaturgia 101, chicos. El largo no es más que un enorme Deus ex machina, con los humanos teniendo que esperar a que Gojira resuelva la papeleta. Si se quitan de la ecuación, el resultado hubiera sido el mismo.
Entonces... ¿a qué tanto rollo?
Realmente no importa. Supongo que con el Destruction Porn digital post 11-S el publico actual va que chuta.
Pero es que el film no cuenta realmente NADA, carajo...
13 de mayo de 2014
13 de mayo de 2014
28 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando haces un remake, lo que siempre se busca es mejorar la versión anterior o mostrar una perspectiva diferente de una idea o una historia. Esta película hace las dos cosas de manera muy efectiva.
La nueva versión de Godzilla llega con más aciertos que errores, asegurando entretener a su audiencia, desde los más puritanos de la mitología del rey de los monstruos, pasando a los fanáticos de las películas de acción y hasta los que desean una trama más seria y compleja.
Sus aciertos es que se enfoca más en la parte humana y detalla mejor a sus personajes, también que su guion se basa más en la tensión y en el desarrollo muy ágil de la trama que en la acción y la pirotecnia, las escenas de acción son impactantes gracias a su fotografía que se orienta más a la temática del desastre y no lo hecha a perder con acción innecesaria.
Los efectos visuales son sublimes, la mayoría con excelente realismo. La banda sonora no es espectacular, ni siquiera la recuerdas en ninguna escena. También el 3D es innecesario porque solo un par de escenas valen la pena.
Eso sí, este Gozdilla se ve algo extraño, se respeta más al diseño original pero sus muslos son demasiado gruesos y se ve gordo, como si tuviera sobrepeso. Como que sus proporciones en ciertas partes de su cuerpo lo hacen ver torpe y lento.
En resumen, una gran película con grandes escenas de desastres, buena trama (como película del verano, cumple muy bien), personajes que si bien no son entrañables, cumplen con sostener la trama.
Algo malo que no te permite gozar al 100% la película es la cantidad de avances que se mostraron antes de su exhibición, porque muestran demasiados detalles.
La nueva versión de Godzilla llega con más aciertos que errores, asegurando entretener a su audiencia, desde los más puritanos de la mitología del rey de los monstruos, pasando a los fanáticos de las películas de acción y hasta los que desean una trama más seria y compleja.
Sus aciertos es que se enfoca más en la parte humana y detalla mejor a sus personajes, también que su guion se basa más en la tensión y en el desarrollo muy ágil de la trama que en la acción y la pirotecnia, las escenas de acción son impactantes gracias a su fotografía que se orienta más a la temática del desastre y no lo hecha a perder con acción innecesaria.
Los efectos visuales son sublimes, la mayoría con excelente realismo. La banda sonora no es espectacular, ni siquiera la recuerdas en ninguna escena. También el 3D es innecesario porque solo un par de escenas valen la pena.
Eso sí, este Gozdilla se ve algo extraño, se respeta más al diseño original pero sus muslos son demasiado gruesos y se ve gordo, como si tuviera sobrepeso. Como que sus proporciones en ciertas partes de su cuerpo lo hacen ver torpe y lento.
En resumen, una gran película con grandes escenas de desastres, buena trama (como película del verano, cumple muy bien), personajes que si bien no son entrañables, cumplen con sostener la trama.
Algo malo que no te permite gozar al 100% la película es la cantidad de avances que se mostraron antes de su exhibición, porque muestran demasiados detalles.
21 de mayo de 2014
21 de mayo de 2014
20 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Godzilla" (Gareth Edwards, 2014) ha pasado, al menos en lo que a mí respecta, por todas las fases posibles. De total desinterés (anuncio del proyecto) a curiosidad (primeras noticias), para convertirse en film imprescindible tras el visionado de su primer teaser tráiler, en el que unos soldados se lanzaban al vacio para enfrentarse al monstruo. Una vez vista la película no puedo decir que esté decepcionado del todo porque como espectáculo me parece algo digno de admiración, eso sí, como uno se ponga a analizar su guión (¿hace falta, realmente?) la cosa hace aguas por todos los lados. Considero no obstante que es un film estimable, como poco, superior al modelo americano previo (Emmerich, 1998).
**************
1. Como espectáculo, es una película modélica. Técnicamente es irreprochable, presentando combates entre monstruos gigantes magníficamente recreados, y contando además con algunas secuencias que son extraordinariamente enérgicas. Por citar sólo un par, la del teaser tráiler (los soldados cayendo al vacío), y aquella que sucede en unas vías, con Muto haciendo acto de aparición, un tren en llamas y dos personajes tratando de pasar desapercibidos. Sería absurdo negar que me lo he pasado muy bien gracias a todo este despliegue, pero además la culpa de que todo funcione es de Gareth Edwards, director que ya en su debut ("Monsters", 2010) mostró mucha habilidad para las imágenes (creando atmosferas de la nada) y que aquí evoluciona de la mejor forma posible, sin perder sus señas de identidad y amplificando la tensión desde el uso de la cámara. Emmerich no alcanzó a crear nada ni remotamente parecido, y eso que su experiencia era mucho mayor por aque entonces. Así que las cosas hay que valorarlas en su justa medida.
2. Como narración, es una película anémica. El guión es muy, muy pobre, funcionando apenas como hilo conductor con una estructura deudora (demasiado, en realidad) de films de catástrofes recientes como Guerra Mundial Z (de aquí sablea incluso la estructura familiar, el viaje del protagonista masculino, etc.) o Lo Imposible (una vez más, la odisea del dolor, pero también la configuración visual de la parte de Hawái) o el propio Emmerich (la parte del subterráneo, que en aquel film era un estadio). Los personajes actúan siguiendo impulsos, más que de forma lógica (toda la primera mitad es absurda a más no poder), las casualidades se suceden una y otra vez en favor del 'espectáculo' y hay algunos momentos que, de peliculeros, acaban siendo casi de vergüenza ajena (el final del prólogo de 1999). La cosa no es desastrosa porque sigue unas reglas muy aceptadas como núcleo del blockbuster moderno, pero desde luego apenas se desvía del camino reciente de tipo de cine. Lo cual es una pena, porque cuándo lo hace, la cosa va bien.
3. Como remake, es cuestionable. Para bien, y para mal. Sobre todo en lo que respecta a la creación del mito de Godzilla ("Un Dios") y su simbología, que aquí se convierte a grosso modo en una fuerza de la naturaleza con capacidades cuasi-divinas, convertido en una especie de reverso monstruoso de la Madre naturaleza, velando por el equilibrio. Godzilla no es una amenaza, es un héroe (¡¡!!), algo que en el film original estaba muy lejos de ser igual. Allí era una consecuencia directa del mal uso de la humanidad de la energía nuclear, una representación física de los excesos y los pecados cometidos por éstos. Aquí no dista de un superhéroe al uso; y honestamente, eso es un poco decepcionante. Su unión al héroe humano es también un poco floja, y sólo demuestra que Max Borenstein había leído Attack on Titan, porque en cierto modo funciona parecido a la relación entre Eren Jaeger y su 'yo' titánico.
Lo mejor del film original era, indudablemente, la figura arrepentida de ese científico, heredada de la época en que se hizo el film y que de forma nada sutil simbolizaba al propio creador de las bombas atómicas que arrasaron Hiroshima y Nagasaki. Aquí la figura japonesa que sirve de eje para centralizar la trama es un simple estudioso, orgulloso de las acciones del monstruo, capaz de entenderle, sin miedo, y que se opone a la fuerza que la fuerza norteamericana usa como base. Todo está demasiado mascado (la ayudante -occidental- del japonés le llama 'sensei', incluso), tirando del cliché hasta en las situaciones más innecesarias. Una reescritura de guión habría arreglado las cosas, o al menos equilibrado, para que al menos se respetase un poco la lectura original del film de Ishirô Honda. Las situaciones en las que ambos films se han hecho no son las mismas, eso es evidente, pero si en aquel había algo de riesgo, aquí desaparece por completo en favor de algo mucho más ramplón.
4. Como película de monstruos gigantes, se sitúa en buena posición. Lo que voy a decir ahora quizá invalide todo lo demás, pero creo que la mejor película de 'monstruos gigantes' que se ha hecho en los últimos años (vamos a poner, por acotar, dos décadas) es "La Guerra de los Mundos" de Steven Spielberg, un film tremendamente infravalorado, que gana con cada visionado. Y que a nivel visual sigue siendo muy, muy superior a casi todo lo que se hace hoy en día. El ranking lo completarían films tan notables como "The Host" (Bong Joon-ho, 2006) o "Cloverfield" (Matt Reeves, 2008), siguiéndolas ya "Pacific Rim" (Guillermo del Toro, 2013), "Super 8" (J.J. Abrams, 2011), "Dai-Nipponjin" (Hitoshi Matsumoto, 2007) o esta misma "Godzilla". Las malas es mejor ni mencionarlas (bueno, "Transformers 2" era insoportable). Todas estas tienen algo en común, y es proporcionar -en primera instancia- espectáculos pirotécnicos impecables, y -en los mejores casos- unos guiones que funcionan para que lo principal no se venga abajo. "Godzilla" no es menos, pero tampoco más. Y es una pena porque tenía material para volar más alto (el reparto es bastante bueno), pero no lo ha hecho. La recomiendo para pasar (bien) el rato, pero no es esa gran película que con una reescritura del guión podría haber sido.
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1. Como espectáculo, es una película modélica. Técnicamente es irreprochable, presentando combates entre monstruos gigantes magníficamente recreados, y contando además con algunas secuencias que son extraordinariamente enérgicas. Por citar sólo un par, la del teaser tráiler (los soldados cayendo al vacío), y aquella que sucede en unas vías, con Muto haciendo acto de aparición, un tren en llamas y dos personajes tratando de pasar desapercibidos. Sería absurdo negar que me lo he pasado muy bien gracias a todo este despliegue, pero además la culpa de que todo funcione es de Gareth Edwards, director que ya en su debut ("Monsters", 2010) mostró mucha habilidad para las imágenes (creando atmosferas de la nada) y que aquí evoluciona de la mejor forma posible, sin perder sus señas de identidad y amplificando la tensión desde el uso de la cámara. Emmerich no alcanzó a crear nada ni remotamente parecido, y eso que su experiencia era mucho mayor por aque entonces. Así que las cosas hay que valorarlas en su justa medida.
2. Como narración, es una película anémica. El guión es muy, muy pobre, funcionando apenas como hilo conductor con una estructura deudora (demasiado, en realidad) de films de catástrofes recientes como Guerra Mundial Z (de aquí sablea incluso la estructura familiar, el viaje del protagonista masculino, etc.) o Lo Imposible (una vez más, la odisea del dolor, pero también la configuración visual de la parte de Hawái) o el propio Emmerich (la parte del subterráneo, que en aquel film era un estadio). Los personajes actúan siguiendo impulsos, más que de forma lógica (toda la primera mitad es absurda a más no poder), las casualidades se suceden una y otra vez en favor del 'espectáculo' y hay algunos momentos que, de peliculeros, acaban siendo casi de vergüenza ajena (el final del prólogo de 1999). La cosa no es desastrosa porque sigue unas reglas muy aceptadas como núcleo del blockbuster moderno, pero desde luego apenas se desvía del camino reciente de tipo de cine. Lo cual es una pena, porque cuándo lo hace, la cosa va bien.
3. Como remake, es cuestionable. Para bien, y para mal. Sobre todo en lo que respecta a la creación del mito de Godzilla ("Un Dios") y su simbología, que aquí se convierte a grosso modo en una fuerza de la naturaleza con capacidades cuasi-divinas, convertido en una especie de reverso monstruoso de la Madre naturaleza, velando por el equilibrio. Godzilla no es una amenaza, es un héroe (¡¡!!), algo que en el film original estaba muy lejos de ser igual. Allí era una consecuencia directa del mal uso de la humanidad de la energía nuclear, una representación física de los excesos y los pecados cometidos por éstos. Aquí no dista de un superhéroe al uso; y honestamente, eso es un poco decepcionante. Su unión al héroe humano es también un poco floja, y sólo demuestra que Max Borenstein había leído Attack on Titan, porque en cierto modo funciona parecido a la relación entre Eren Jaeger y su 'yo' titánico.
Lo mejor del film original era, indudablemente, la figura arrepentida de ese científico, heredada de la época en que se hizo el film y que de forma nada sutil simbolizaba al propio creador de las bombas atómicas que arrasaron Hiroshima y Nagasaki. Aquí la figura japonesa que sirve de eje para centralizar la trama es un simple estudioso, orgulloso de las acciones del monstruo, capaz de entenderle, sin miedo, y que se opone a la fuerza que la fuerza norteamericana usa como base. Todo está demasiado mascado (la ayudante -occidental- del japonés le llama 'sensei', incluso), tirando del cliché hasta en las situaciones más innecesarias. Una reescritura de guión habría arreglado las cosas, o al menos equilibrado, para que al menos se respetase un poco la lectura original del film de Ishirô Honda. Las situaciones en las que ambos films se han hecho no son las mismas, eso es evidente, pero si en aquel había algo de riesgo, aquí desaparece por completo en favor de algo mucho más ramplón.
4. Como película de monstruos gigantes, se sitúa en buena posición. Lo que voy a decir ahora quizá invalide todo lo demás, pero creo que la mejor película de 'monstruos gigantes' que se ha hecho en los últimos años (vamos a poner, por acotar, dos décadas) es "La Guerra de los Mundos" de Steven Spielberg, un film tremendamente infravalorado, que gana con cada visionado. Y que a nivel visual sigue siendo muy, muy superior a casi todo lo que se hace hoy en día. El ranking lo completarían films tan notables como "The Host" (Bong Joon-ho, 2006) o "Cloverfield" (Matt Reeves, 2008), siguiéndolas ya "Pacific Rim" (Guillermo del Toro, 2013), "Super 8" (J.J. Abrams, 2011), "Dai-Nipponjin" (Hitoshi Matsumoto, 2007) o esta misma "Godzilla". Las malas es mejor ni mencionarlas (bueno, "Transformers 2" era insoportable). Todas estas tienen algo en común, y es proporcionar -en primera instancia- espectáculos pirotécnicos impecables, y -en los mejores casos- unos guiones que funcionan para que lo principal no se venga abajo. "Godzilla" no es menos, pero tampoco más. Y es una pena porque tenía material para volar más alto (el reparto es bastante bueno), pero no lo ha hecho. La recomiendo para pasar (bien) el rato, pero no es esa gran película que con una reescritura del guión podría haber sido.
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