Con una premisa interesante, aunque no original, nos encontramos con una película que para que negarlo, busca hacer caja, pero que para hacerla tiene que darnos algo.
Y algo da pero no lo suficiente, pues si bien las escenas de acción en su apartado visual son relativamente fascinantes, no te sientes del todo involucrado con los personajes.
El protagonista no te produce simpatía, y no creo que sea culpa de Hayden, (que aunque no es un gran actor cumple), es mas bien lo que pasa y como pasa.
La historia tiene sus lagunas (algunas intencionadas, pues quieren hacer una trilogía) y otras que me parece no supieron como solucionar.
Del resto de personajes también simple y llanamente cumplen su cometido, aunque más interesante que el protagonista, el papel de Jamie Bell en mi opinión tiene mas cosas que contar que el de Hayden, y hasta hubiese preferido que contasen su historia pues con lo poco que trazan de el, ya es más complejo y con mas claros oscuros que el de Christensen.
El "malo" de Samuel si bien está el carácter de implacable que le dan, necesitaba mostrarse más sus justificaciones, y en este caso no me vale el "ya te lo contaremos en las próximas entregas", pues si presentamos al protagonista como llegó a donde llegó, también lo necesita su Némesis.
Por lo demás, pasar un buen rato, sin muchas pretensiones salvo las que puedan darnos sus secuelas, aunque tengo dudas de que levanten el vuelo más allá que este inicio.

Un chico descubre un día por casualidad que tiene el poder de teletransportarse a cualquier lugar del mundo y a partir de entonces se dedica a vivir la buena vida gracias a ese poder. El problema surge porque hay una especie de asociación que se dedica a perseguir y matar a la gente con ese poder. Si a esta trama le añades una chica guapa, un compañero de fatigas individualista a no más poder y una misteriosa madre desaparecida, tenemos el argumento de Jumper.

Tal y como se puede ver, la idea es muy buena. Sin embargo, la película podría haber dado más de si. Se ahonda poco en las relaciones entre los personajes, en la existencia de esa organización mata jumpers, y en la propia existencia de los jumpers. Además, quitando Samuel L Jackson, las actuaciones dejan bastante que desear y el ritmo resulta demasiado rápido para poder asimilar lo que va ocurriendo. Su mayor virtud es que es entretenida.

Por cierto, ¡Qué manía de realizar una película pensando que va a ver secuelas, dejar cabos sueltos durante la primera de las películas, y finalmente no realizar las secuelas. Espero que no ocurra lo mismo con esta película porque termina con muchos cabos sin atar.

El responsable de la revitalización de la saga Bourne, Doug Liman, nos ofrece un film que combina el fantástico con la acción con el trepidante ritmo que caracteriza al realizador. La trama gira alrededor de un joven, llamado David Rice (Hayden Christensen), que ocasionalmente descubre que tiene la capacidad de teletransportarse a cualquier lugar que desee del mundo. Este aprovechará dichas habilidades para mejorar su calidad de vida en general.
Sin embargo, pronto descubrirá que está en peligro ya que hay un extraño grupo, llamados “los paladines”, encabezados por Roland (Samuel L. Jackson), dedicados a exterminar a gente con las habilidades de David, puesto que pronto descubrimos que no está solo. El director nos ofrece otro producto técnicamente muy cuidado, y al igual que con la série de Bourne, con visitas a los lugares más conocidos del mundo, buenas dosis de acción, y todo ello explicado en un estilo que ya parece la marca de fábrica del director. Sin embargo, el principal problema del film es que es excesivamente plano.
El film esta descaradamente orientado a un público joven (casualmente todos los jumpers son jóvenes), el cual es mucho más exigente en cuanto a estética y la forma y mucho menos en el contenido. De esta forma, el film pasa como entretenimiento pero si con Bourne le funcionó bien fue grácias, no sólo a la acción sino a un buen guión, algo que se echa de menos en esta película, puesto que deja al espectador muchos cabos sueltos, preocupándose más por producir una película atractiva para un público poco exigente que en hacer algo más creible, ya que acaba motivando que desconectemos y nos distanciemos en exceso de los problemas de los protagonistas. Hayden Christensen, no acaba de dar la talla como actor, aunque bien es cierto que no es en este tipo de película donde se pueda medir su calidad interpretativa.

David Rice (Hayden Christensen) es un joven no muy popular en su instituto. Un buen día, tras una experiencia cercana a la muerte, descubre que puede teletransportarse. A medida que va creciendo, va entrenando ese poder, pudiendo teletransportarse a cualquier parte del mundo en cuestión de décimas de segundo. Pero no todo será tan fácil. Un grupo de cazadores irá tras él, y tras todos los de su especie, para acabar con lo que creen son una abominación de La Creación.

La película comienza en un pasado cercano, el joven David en el instituto, donde se nos muestra su poder, el cual descubre de repente (en un comienzo que bien podría haber sido el de cualquier peli de X-Men), y a partir de ahí veremos una transformación del personaje, de adolescente maltratado por su iguales, a adulto acomodado, arrogante e inmensamente rico (no es idiota y sabe para qué utilizar el poder...). Una primera parte que nos deleita con preciosas imágenes de lugares de todo el mundo, a los cuales va viajando progresivamente, a todos nos gustaría hacer turismo y tomar el sol sobre la cabeza de la Esfinge de Gizeh... Renglón seguido, la película se convierte en una manida historia de acción a raudales, cuando David se entera de que no es el único de su especie en el mundo, y como cualquier especie extraña, está en peligro de extinción. Un grupo de cazadores, liderados por un canento Samuel L. Jackson (con cara de malas pulgas), utilizará los más modernos artilugios y las más sucias estratagemas para cazar a sus presas, con la excusa de que los humanos no son quiénes para poder disfrutar de tal poder (suponiendo que solo Dios puede disfrutarlo). No podía faltar un amor no correspondido, que se tornará en clave a medida que avance la película, pero claro, esa historia ya nos la sabemos, porque el guión es un cúmulo de tópicos, adaptados, eso si, a la inverosimilidad de esta historia, para intentar hacerla novedosa, pero que finalmente acaba siendo una historia bastante plana, nos dejará la sensación de que ya la hemos visto, intuyendo el resultado desde que comienza a ser una persecución a muerte, y ni siquiera nos dejará satisfechos con la intentona de explicar el por qué los "saltadores" tienen ese poder.

En el plano positivo, esta peli será un entretenido espectáculo de acción y efectos especiales de gran nivel, al fin y al cabo es en lo que se basa, pero que no es capaz de llenar al espectador, que saldrá de la sala pensando que con esa buena idea, la peli podría haber sido satisfactoria, pero la única satisfacción que tendremos es el haber salido con el estómago lleno de palomitas y el haber podido viajar a lugares en los que jamás podremos estar sin habernos movido de la butaca, porque las persecuciones y lo de liarse a mamporros, ya nos lo sabemos.

En definitiva, una película que, sin llegar a ser un gran producto, podrá ser capaz de entretener, pero que no perdurará en tu memoria, al igual que la mayoria de pelis de este género.

Jumper es un thriller de ciencia ficción basado en las novelas de Steven Gould. Todo comienza cuando un hombre se da cuenta de que posee una extraña y fascinante habilidad: se puede teletransportar a cualquier lugar del mundo en cuestión de segundos. De Nueva York a Tokio, de las ruinas romanas al corazón del desierto del Sahara, cualquier lugar es posible para David Rice. Pronto es consciente de que su libertad no es total, de que no está solo, y que una gran amenaza pondrá en peligro la supervivencia de su especie. El encargado de dirigir esta cinta es Doug Lima, quien ha cosechado una excelente reputación en escenas de acción con películas como The bourne identity o El sr. y la sra. Smith.

Jumper es una mezcla de buenos efectos especiales, una fotografía excelente, un poco de intriga y superhéroes. Es una película que enseña una nueva faceta de la ciencia ficción. Imprescindible para los fans del género por su originalidad. Merece la pena verla a pesar de su flojo guión y la cantidad de preguntas sin respuestas que deja cuando termina.