Esta película es la mejor de las secuelas de la película de Supermán, aunque pierde bastante respecto de la película original.

La película no es tan mala ya que Richard Donner la había rodado en un porcentaje muy elevado. Se introduce un sentido del humor que hace que la película pierda mucho y vaya poco a poco hacia la parodia.

Se nota muchísimo la ausencia de Marlon Brando y existen lagunas de guión que no existían en la película original.

Los tres villanos que en 1980 me parecían unos malvados de categoría hoy en día me resultan patéticos.

La secuela comienza genialmente, casi parece que superará a su antecesora, hasta que decae notablemente y se hace inesperadamente floja. Sus morales humanas y decisiones añaden complejidad al inolvidable héroe, sin olvidar a sus villanos bastante más peligrosos. El director, en cambio, pierde el tiempo añadiendo mucho humor y dejadez al guión. Eso priva a la película de una fuerte conclusión, un buen y equilibrado entretenimiento y obviamente de ser mejor que la primera o siquiera estar a su altura.