Control total
5,7
11.858
Thriller. Acción. Intriga
Jerry Shaw (Shia LaBeouf), un joven inteligente pero inadaptado cuyo hermano gemelo acaba de morir en extrañas circustancias, y Rachel Holloman (Michelle Monaghan), una joven madre soltera cuyo hijo está en peligro, se ven de repente juntos e involucrados en una complicada trama de terrorismo que gira en torno a una misteriosa voz que parece controlar sus vidas. (FILMAFFINITY)
29 de noviembre de 2008
29 de noviembre de 2008
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como thriller funciona bien, y como película de acción con sus idas de olla y su nula propuesta, logra consolidarse como una de las películas más frenéticas del año.
No nos engañemos, no le podemos pedir originalidad ni secuencias mínimamente creíbles a semejante trama. Más bien, y a pesar del cansino patriotismo estadounidense y las inverosímiles secuencias (donde bien se caen los personajes, chocan sus autos, giran en el aire, atraviesan ventanas y saltan desde edificios pero no se hacen ni un tajito), el film entretiene y divierte como pocos.
Shia LaBeouf tiene un brillante futuro, siempre y cuando seleccione con más seriedad sus proyectos; el resto del reparto mantiene bien la película y sorprende Rosario Dawson en un papel muy distinto al que nos tiene acostumbrados.
No va a marcar un antes y un después, no es original y por el contrario es casi un refrito de famosas producciones (desde “2001” hasta “Enemigo Público“), pero te lo pasas como enano viéndola.
No nos engañemos, no le podemos pedir originalidad ni secuencias mínimamente creíbles a semejante trama. Más bien, y a pesar del cansino patriotismo estadounidense y las inverosímiles secuencias (donde bien se caen los personajes, chocan sus autos, giran en el aire, atraviesan ventanas y saltan desde edificios pero no se hacen ni un tajito), el film entretiene y divierte como pocos.
Shia LaBeouf tiene un brillante futuro, siempre y cuando seleccione con más seriedad sus proyectos; el resto del reparto mantiene bien la película y sorprende Rosario Dawson en un papel muy distinto al que nos tiene acostumbrados.
No va a marcar un antes y un después, no es original y por el contrario es casi un refrito de famosas producciones (desde “2001” hasta “Enemigo Público“), pero te lo pasas como enano viéndola.
8 de diciembre de 2008
8 de diciembre de 2008
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paraos un instante (si ya sé que es pedir mucho dado el actual ritmo de vida) y observar vuestro alrededor. Vivís completamente aislados, pese a estar rodeados de gente. Da igual donde vayáis, las personas han pasado de hablar de entre ellas para hacerlo a través de un móvil, y cuando no existe nadie a quién llamar, se colocan los auriculares para no tener que realizar el esfuerzo de sonreír o mostrar simpatía con la persona que se encuentra sentado a su lado. La tecnología, supuestamente creada para mejorar nuestra vida y unirnos a quiénes se encuentran a gran distancia de nosotros, nos ha convertido en seres dependientes, incapaces de sobrevivir sin ella e incomunicándonos de todo cuantos nos rodean. Pese a ser conscientes de estas circunstancias, no hacemos nada por evitarlo y es normalmente el cine el encargado de hacernos reflexionar (consiguiendo, todo sea dicho, una buena recaudación en taquilla).
La última oferta nos llega de la mano de Steven Spielberg (como productor, una faceta que en los últimos tiempos le ha repercutido mejores beneficios que como director), del director J. Caruso y protagonizada por el chico del momento, Shia LaBeouf.
Emulando al gran Hitchcok o Pollack, la película consigue crear una atmósfera misteriosa e inquietante que se mantiene desde su inicio hasta su final, sin decaer en ningún momento (una verdadera hazaña visto al actual paronama cinematográfico, en el que los espectadores parecen estar haciendo zapping entre un debate político y un desfile de ropa interior). Es decir, buen ritmo narrativo salpicado por secuencias de acción estratégicamente colocadas.
Puede que muchos acusen de esta película de incoherencia, cuando en realidad, la verosimilitud es precisamente la clave seguida por D. J. Caruso para poner en pantalla esta pesadilla con su punto de paranoia sobre la sociedad moderna y la pérdida de la intimidad a manos de la alta tecnología que usamos constantemente.
Y mientras el guión, la dirección y la producción realizan correctamente su trabajo, cumpliendo con las expectativas requeridas, no podemos decir lo mismos del reparto, especialmente de la pareja protagonista. Su relación es menos creíble que las que aparecen los viernes y sábados noches en algunos programas del corazón. Y, teniendo en cuenta que ellos tienen nos sueldos muy superiores, podrían haber realizado el esfuerzo de interpretar y hacer cómo si se creyesen las historias que les habían asignado.
En esta ocasión, ni siquiera los secundarios consiguen salvar lo que, desde un principio, ya estaba más perdido que la virginidad de Brithney Spears a los quince años.
(la critica continúa en el spoiler por falta de espacio)
La última oferta nos llega de la mano de Steven Spielberg (como productor, una faceta que en los últimos tiempos le ha repercutido mejores beneficios que como director), del director J. Caruso y protagonizada por el chico del momento, Shia LaBeouf.
Emulando al gran Hitchcok o Pollack, la película consigue crear una atmósfera misteriosa e inquietante que se mantiene desde su inicio hasta su final, sin decaer en ningún momento (una verdadera hazaña visto al actual paronama cinematográfico, en el que los espectadores parecen estar haciendo zapping entre un debate político y un desfile de ropa interior). Es decir, buen ritmo narrativo salpicado por secuencias de acción estratégicamente colocadas.
Puede que muchos acusen de esta película de incoherencia, cuando en realidad, la verosimilitud es precisamente la clave seguida por D. J. Caruso para poner en pantalla esta pesadilla con su punto de paranoia sobre la sociedad moderna y la pérdida de la intimidad a manos de la alta tecnología que usamos constantemente.
Y mientras el guión, la dirección y la producción realizan correctamente su trabajo, cumpliendo con las expectativas requeridas, no podemos decir lo mismos del reparto, especialmente de la pareja protagonista. Su relación es menos creíble que las que aparecen los viernes y sábados noches en algunos programas del corazón. Y, teniendo en cuenta que ellos tienen nos sueldos muy superiores, podrían haber realizado el esfuerzo de interpretar y hacer cómo si se creyesen las historias que les habían asignado.
En esta ocasión, ni siquiera los secundarios consiguen salvar lo que, desde un principio, ya estaba más perdido que la virginidad de Brithney Spears a los quince años.
(la critica continúa en el spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por supuesto, toda película de acción merece un párrafo dedicado a los efectos especiales. Y, puestos a ser sincera, un consejito sin maldad: olvidaos del maldito ordenador de una vez y volver a lo clásico. Si estáis viendo que lo moderno funciona menos que un gobierno del PP, ¿por qué insistís en seguir utilizándolo? Y, además, en tamaño XXL. Esto es cine, no un McDonald’s.
En conclusión: Una simpática película de acción en un entorno de ciencia ficción cuya fórmula argumental, si bien tremendamente previsible, garantiza entretenimiento y no defrauda en este sentido, aunque siempre se podía haber mejorado, especialmente en la elección del reparto.
En conclusión: Una simpática película de acción en un entorno de ciencia ficción cuya fórmula argumental, si bien tremendamente previsible, garantiza entretenimiento y no defrauda en este sentido, aunque siempre se podía haber mejorado, especialmente en la elección del reparto.
1 de diciembre de 2009
1 de diciembre de 2009
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un principio un pelín más impactante y un final menos “cursi y tópico”; estaríamos hablando de una gran película. Lástima de esos minutos iniciales y finales, que podían haber redondeado una película excelente. Aún así recomendable para verla en casa. Puntuación:6 sobre 10
7 de diciembre de 2009
7 de diciembre de 2009
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acelerada cinta de acción que presenta todos los tics de las películas del género actuales como son: un cámara epiléptico, un guión increíble y disparatado, escenas de acción imposibles, coches volando como si fueran hojas, explosiones que cantan a ordenador, etcétera etcétera. Lo único salvable del film es la vigorosa y enérgica interpretación de su protagonista. El resto se ve tan fácil como se olvida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La idea de que un superordenador sea capaz de organizar una conspiración para liquidar al gobierno de EEUU incluído su presidente por haber tomado una decisión arriesgada en un bombardeo en Oriente Medio es delirante. El famoso Eagle Eye del título, considera que el presidente, al ordenar el bombardeo de un campamento de terroristas sin tener una confirmación segura, ha tomado una decisión que provoca más peligro para américa que los propios terroristas, por eso decide asesinarlo a él y a todo su gabinete, reemplazándolo por el consejero que se oponía al bombardeo. Absurdo.
28 de noviembre de 2010
28 de noviembre de 2010
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ay, qué cosa tan inverosímil; aquí el amigo D.J. Caruso perpetra una larguísima ensalada de ruidos y tecnochorradas varias, adaptando un guión escrito por una auténtica troupe de manchapáginas, cuatro tipos, nada menos, y poniendo delante de la cámara al antipatiquillo Shia LaBeouf, con el que ya había participado en su anterior peli, Disturbia, aquel ejercicio un tanto patético de "actualización" de la maravillosa Ventana indiscreta de don Alfred.
Durante casi dos horas asistimos a otra variante del subgénero de las computadoras chungas que toman conciencia de que los humanos somos un poco gilis. Todo ello muy molón, si no existieran, entre otras, la kubrickiana HAL 9000 o Skynet de Terminator.
Ver todo este desparrame incontrolado exige un esfuerzo tremebundo de fe, dada la infinidad de disparates que se suceden a lo largo del metraje, por no hablar de la nula empatía desprendida por el dúo protagonista.
Del mondongo salvaría, siendo generoso, a Rosario Dawson, presencia refrescante, pero que resulta demasiada poca oferta para un público que exija algo más que una excusa para zamparse palomitas o dormitar delante de la tele.
Durante casi dos horas asistimos a otra variante del subgénero de las computadoras chungas que toman conciencia de que los humanos somos un poco gilis. Todo ello muy molón, si no existieran, entre otras, la kubrickiana HAL 9000 o Skynet de Terminator.
Ver todo este desparrame incontrolado exige un esfuerzo tremebundo de fe, dada la infinidad de disparates que se suceden a lo largo del metraje, por no hablar de la nula empatía desprendida por el dúo protagonista.
Del mondongo salvaría, siendo generoso, a Rosario Dawson, presencia refrescante, pero que resulta demasiada poca oferta para un público que exija algo más que una excusa para zamparse palomitas o dormitar delante de la tele.
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