Todos lo saben

TODOS LO SABEN es la peor película de FARHADI. Los que busquen volver a sentir lo que sentimos con el tramo final de NADER y SIMIN se encontrarán con una película costumbrista de suspense que apunta a un clímax que no llega. Lo que pretende ser (desde los inquietantes y hitchconianos títulos de crédito en el reloj del campanario) un whodunit en escalada emocional de violencia, se queda en un culebrón social de pueblo. Eso sí, el precio de la entrada vale mucho más de lo que cuesta solo por ver a PENÉLOPE CRUZ, que aquí da una de sus interpretaciones dramáticas más imponentes junto a la de NO TE MUEVAS, por ver la clase de BÁRBARA LENNIE, actriz siempre en la cuerda floja que sin embargo siempre cae de pie (aunque no hay quién se crea que es de pueblo) y por la aniquiladora mirada de ELVIRA MÍNGUEZ.
De los hombres, el mejor es EDUARD FERNÁNDEZ. BARDEM está correcto, muy bien, y RICARDO DARÍN produce vergüenza ajena.
FARHADI debería haber cogido a LOLITA…
No deja de ser muy significativo, en cualquier caso, que tenga que venir un director iraní a hacer una película española minimamente decente...
Da qué pensar.

Y eso que tengo experiencia en este tipo de películas, que sí, que empiezan muy bien y luego no saben como terminarlas, pues esta no es una excepción. La película esta muy bien hecha, eso sí, algunas escenas parecen aprobadas por el director después de una noche de resaca, pero son las menos. La mayoría de las escenas están entre buenas y muy buenas, pero el ritmo se va volviendo cansino a medida que avanza la cinta, y hasta ahí aún aguantamos, pero es que la resolución final es para llorar... Pim, pam, pum y se acabo ,sin coherencia y sin lógica, cómo si los últimos cinco minutos da la película los hubiera escrito el guionista de Perdidos. Una pena.

Esta película tiene una parte positiva, y es que consigue trasladar el desasosiego de los personajes al espectador. De eso trata el cine, de transmitir emociones, así que por esta parte, bien.

Bardem es el único protagonista que resulta natural. Todos los otros se ven forzados. Penélope Cruz se mete en el papel y con sus expresiones faciales y su mímica actúa bien. Lo malo es cuando abre la boca, porque entonces su actuación se desmorona como un castillo de naipes. No resulta creíble.

Una vez creado el conflicto, la película se desarrolla entorno a él con excesiva lentitud. De hecho, mi mujer estaba preparando el almuerzo y de vez en cuando venía a preguntarme qué había pasado, y yo se lo despachaba en dos frases. En cualquier caso, es perdonable si la intención del director era ir creando un climax adecuado para la historia.

Lo peor es el desenlace de ese conflicto. Te deja con mal sabor de boca. Es un "¿y ya está?". Esta película está considerada una de las mejores del 2018, y me van a perdonar, pero yo creo que aparece en las listas porque nadie se atreve a criticar Penélope y a Bardem. Para mí ha quedado floja.

Asghar Fargadi no es santo de mí devoción, en ese aspecto creo que ya ni puedo ni quiero engañar a nadie. Pero siendo honesto, cosa que siempre intento, y aún no gustándome su estilo, admito sin complejos que el cine del cineasta iraní posee una serie de buenas virtudes. Bueno, pues he aquí que llegamos al quid de la cuestión, no vaya a ser que estéis pensando que toda esta perorata no lleva a ninguna parte. “Todos lo saben” es la primera película en la que Farhadi se despoja de esas virtudes, no se si aposta o fortuitamente, para entregarnos finalmente su versión más burda y acomodada. Y cuando un cineasta pierde sus puntos fuertes, lo pierde todo.
En “Todos lo saben” Asghar Farhadi vuelve, para mi pesar, al culebrón venezolano ese que tanto le gusta, solo que esta vez lo hace en modo cañí rural. Una familia se reúne en el pueblo para una boda, y a partir de ahí suceden muchas cosas de las que suceden cuando una familia española se reúne en un pueblo tras largo tiempo si verse. Ese hecho lo usa Farhadi para ahondar en las miserias personales y en los hechos del pasado enterrados, puro culebrón de sobremesa. El cine de iraní siempre suele caracterizarse por decir más con silencios que con palabras; cuando dice, porque muchas veces lo deja todo, con gran acierto, a interpretación única de cada espectador, desembocando en muchos pensamientos diferenciados aunque validos. En “Todos lo saben” los sucesos y los supuestos plot twist se ven venir a la legua, todo resulta evidente y nada evocador. Por no mencionar que no hay nada de poso en lo sucedido. Toda vez que me di cuenta de esa ausencia, la cinta perdió gran parte del posible interés que pudiese tener en ella, la veía distante. Todo ello hace que al final, el producto en general y Asgahr Farhadi en particular, acaben siendo sustentados única y exclusivamente por el reparto del film, una lluvia de estrellas que ya les gustaría a muchos realizadores españoles. En realidad creo que, a excepción quizás de Barbara Lennie, ninguno sobresale en exceso, pero son interpretes que estando correctos se bastan y se sobran para ofrecer un buen trabajo.
Al margen de lo anterior si que hay que destacar lo bien que ha captado Farhadi la esencia de la cultura española siendo foráneo, en ese aspecto “Todos lo saben” es bastante verosímil e incluso natural.
En definitiva, creo que puedo asegurar sin miedo a errar que cuando Asghar Farhadi sale de su tierra entrega trabajos bastante flojos en comparación con el nivel que muestra cuando hace películas en Irán. “Todos lo saben” me ha recordado horrores a “El pasado” (2013), con la salvedad de que ahora tiene un potente reparto que le salva. Pero nada tiene que ver esta cinta con esos dos grandes trabajos que son “Nader y Simin, una separación” (2011) y “El viajante” (2016); eso si que es puro Farhadi.

Me pareció una película larga en la que los giros eran previsibles y tampoco es que hubiera demasiados. El final decepcionante. Se pierden en los reproches de las tierras y las desconfianzas entre los miembros de la familia en vez de investigar la desaparición propiamente dicha,que si lo hicieran rápidamente darían con los culpables.