Los SerranoSerie
2003 

Daniel Écija (Creador), Álex Pina (Creador) ...
4,5
30.422
Serie de TV. Comedia. Drama
Serie de TV (2003-2008). 8 temporadas. 147 episodios. Narra las venturas y desventuras de una familia que regenta la taberna 'Hermanos Serrano'. El asunto predominante es la guerra de sexos: ellas son neuróticas y sofisticadas; ellos, sencillos, campechanos, cabezotas y un poco machistas. (FILMAFFINITY)
19 de julio de 2008
19 de julio de 2008
160 de 189 usuarios han encontrado esta crítica útil
La serie me gustaba en sus comienzos. Mezclando que se trataba de una idea bien explotada y que por aquel entonces mis exigencias eran menos, estuve aproximadamente un año enganchado.
Las razones que para ello se ofrecían eran demasiado convincentes: sin ir más lejos, el desfile de pibones que semana tras semana amenizaba la serie. Fran Perea se tiraba una semana a Verónica Sánchez y otra a Elsa Pataky, con lo soso que resultaba el hijo de puta. E incorporaciones como Alexandra Jiménez hacían que el nivel, lejos de decaer, aumentase como la espuma.
Poco después, el punto álgido de la serie llegó: Fran Perea se largó. Aunque los personajes seguían hablando de él, a nosotros nos consolaba pensar que estaba muerto. Fue entonces cuando surgió Santa Justa Klan, ese grupo formado por Boliche and company que se convirtió en toda una insignia del frikismo regalándonos letras como "A toda mecha, a toda mecha / voy a toda mecha / a toda mecha, a toda mecha / tú no te hagas la estrecha", "Qué buena está / la profesora de inglés / Cada vez que la veo la baba / salpica mis pies" o "Algo va mal, algo va mal / Mi padre se ha vuelto / metrosexual".
Pero mientras Boliche engordaba y a la niña le salían tetas, la calidad de la serie seguía el mismo proceso de forma inversamente proporcional. Los personajes principales dejaron de ser simplemente repetitivos para pasar a resultar completamente repugnantes, a los secundarios que entraban les faltaba carisma, y lo que es peor: el siguiente disco de Santa Justa Klan fue un fracaso. Las letras como "Si yo fuera Will Smith / me daría mogollón / con Angelina Jolie / se me va la olla" o "Qué te pires / déjame en paz / ni siquiera me mires / me das igual" no llegaron a conectar con el público, que empezó a preferir otros cánticos para sus largas noches de embriaguez.
En ese punto desconecté completamente, solamente sé que Belén Rueda palmó y que Resines y Molero pasaron a follarse a Jaydy Mitchell y Natalia Verbeke respectivamente, que no está nada mal. Hasta que el otro día me dio por ver los últimos minutos y...
Las razones que para ello se ofrecían eran demasiado convincentes: sin ir más lejos, el desfile de pibones que semana tras semana amenizaba la serie. Fran Perea se tiraba una semana a Verónica Sánchez y otra a Elsa Pataky, con lo soso que resultaba el hijo de puta. E incorporaciones como Alexandra Jiménez hacían que el nivel, lejos de decaer, aumentase como la espuma.
Poco después, el punto álgido de la serie llegó: Fran Perea se largó. Aunque los personajes seguían hablando de él, a nosotros nos consolaba pensar que estaba muerto. Fue entonces cuando surgió Santa Justa Klan, ese grupo formado por Boliche and company que se convirtió en toda una insignia del frikismo regalándonos letras como "A toda mecha, a toda mecha / voy a toda mecha / a toda mecha, a toda mecha / tú no te hagas la estrecha", "Qué buena está / la profesora de inglés / Cada vez que la veo la baba / salpica mis pies" o "Algo va mal, algo va mal / Mi padre se ha vuelto / metrosexual".
Pero mientras Boliche engordaba y a la niña le salían tetas, la calidad de la serie seguía el mismo proceso de forma inversamente proporcional. Los personajes principales dejaron de ser simplemente repetitivos para pasar a resultar completamente repugnantes, a los secundarios que entraban les faltaba carisma, y lo que es peor: el siguiente disco de Santa Justa Klan fue un fracaso. Las letras como "Si yo fuera Will Smith / me daría mogollón / con Angelina Jolie / se me va la olla" o "Qué te pires / déjame en paz / ni siquiera me mires / me das igual" no llegaron a conectar con el público, que empezó a preferir otros cánticos para sus largas noches de embriaguez.
En ese punto desconecté completamente, solamente sé que Belén Rueda palmó y que Resines y Molero pasaron a follarse a Jaydy Mitchell y Natalia Verbeke respectivamente, que no está nada mal. Hasta que el otro día me dio por ver los últimos minutos y...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Resines se suicida (dura la vida del amigo cabezabuque), pero después despierta junto a Belén Rueda y descubre que todo ha sido un sueño que ha tenido en su noche de bodas. Eso sí, misteriosamente sus hijos han crecido 5 años y el puto Fran Perea tiene barba.
En todo caso el mundo interior de este hombre resulta digno de estudio, teniendo en cuenta que en una noche ha sido capaz de imaginar cinco años de su vida y la de sus parientes cercanos y lejanos (lo cual conlleva seres como el genuino Boliche o todas las letras de SJK sin ir más allá), teniendo tiempo también para una vida sexual satisfactoria y demás.
Me reí bastante. Debo ver la tele con más frecuencia.
En todo caso el mundo interior de este hombre resulta digno de estudio, teniendo en cuenta que en una noche ha sido capaz de imaginar cinco años de su vida y la de sus parientes cercanos y lejanos (lo cual conlleva seres como el genuino Boliche o todas las letras de SJK sin ir más allá), teniendo tiempo también para una vida sexual satisfactoria y demás.
Me reí bastante. Debo ver la tele con más frecuencia.
19 de julio de 2008
19 de julio de 2008
204 de 313 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los niños.
Los actores (vaya piropo) jóvenes dan asco todos, especialmente Fran Perea, ser mal construido físicamente. Hay un tal Boliche al que le ha salvado la campana: un capítulo más, y explota. Luego hay mucho guaperas cachitas argentino, uno por temporada más o menos. Los hijos e hijas que conviven en el chalet amarillo (que pueden ver en la calle Alfonso XIII del madrileño barrio de la prospe) son todos repugnantes, incluyendo al gitanazo de la Lydia Bosch que nos metieron al final. También estaba la Verónica Sánchez por ahí, pero no ha vuelto a asomar el careto, porque ahora se dedica e empresas mayores como actriz bazofia de bodrios nacionales en pantalla grande. Hay un chaval, el novio de la tal África, esa que no tiene tetas, que es como Kim la del Un, dos, tres: no le fichan ni para hacer anuncios. Y actúa una niña muy mona a la que también le ha salvado la campana: un capítulo más, y le sale bigote.
Los mayores.
Resines repitiendo actuación semana tras semana, Bonilla tres cuartos de lo mismo y Fiti cinco sextos de lo anterior, fueron lo mejor de la serie en sus comienzos, pero acabaron aburriendo por repetitivos, y de no ser por el chiquitín, que ese sí que es grande, la serie no habría superado la presión del prime time.
Entre las señoras se salvan por los pelos la monjita y la chatunga, porque Belén Rueda (o Lidya Bosch, que es lo mismo) dan grima en sus intentos de interpretación académica. Para colmo, un gran número de productores de la industria nacional cinematográfica se creen sus caretos de dramilla barato y nos las cuelan en películas de primera fila (que en el cine patrio es como decir mierda); por ejemplo, en El Orfanato. También hay una vieja que ha terminado sin papel en la serie, tan sólo calentaba las tostadas del desayuno.
El marketing.
Es inevitable hablar de los anuncios. Los Serrano eran unas imágenes que aparecían a ratitos entre bloques de spots publicitarios.
El guión.
No hace falta comentar que el 80% de los guiones de las series de TV no son más que el resultado de dar vueltas y giros a una idea. Casan a un viudo con una divorciada, ambos con hijos, y de la convivencia pues vamos tirando y estirando hasta que nos dejen.
Cameos.
Alfredo Landa, Elsa Pataky y la novia de Fernando Alonso, que yo recuerde.
Poca vergüenza musical.
El mayormente; las bochornosas, infantiles, ridículas, patéticas, demenciales, insufribles, repugnantes y resto de calificativos despectivos que contemple la RAE, canciones de Fran Perea; la.. pufff... (es que no sé ni cómo llamarla) canción esa de "A toda marcha" con la que demostraron que el mundo de la farándula está gobernado por auténticos hijos de puta de izquierdas que sólo piensan en sacar pasta (hipócritas que luego donan 5 euros contra el SIDA)...
En fin, lo de siempre.
Los actores (vaya piropo) jóvenes dan asco todos, especialmente Fran Perea, ser mal construido físicamente. Hay un tal Boliche al que le ha salvado la campana: un capítulo más, y explota. Luego hay mucho guaperas cachitas argentino, uno por temporada más o menos. Los hijos e hijas que conviven en el chalet amarillo (que pueden ver en la calle Alfonso XIII del madrileño barrio de la prospe) son todos repugnantes, incluyendo al gitanazo de la Lydia Bosch que nos metieron al final. También estaba la Verónica Sánchez por ahí, pero no ha vuelto a asomar el careto, porque ahora se dedica e empresas mayores como actriz bazofia de bodrios nacionales en pantalla grande. Hay un chaval, el novio de la tal África, esa que no tiene tetas, que es como Kim la del Un, dos, tres: no le fichan ni para hacer anuncios. Y actúa una niña muy mona a la que también le ha salvado la campana: un capítulo más, y le sale bigote.
Los mayores.
Resines repitiendo actuación semana tras semana, Bonilla tres cuartos de lo mismo y Fiti cinco sextos de lo anterior, fueron lo mejor de la serie en sus comienzos, pero acabaron aburriendo por repetitivos, y de no ser por el chiquitín, que ese sí que es grande, la serie no habría superado la presión del prime time.
Entre las señoras se salvan por los pelos la monjita y la chatunga, porque Belén Rueda (o Lidya Bosch, que es lo mismo) dan grima en sus intentos de interpretación académica. Para colmo, un gran número de productores de la industria nacional cinematográfica se creen sus caretos de dramilla barato y nos las cuelan en películas de primera fila (que en el cine patrio es como decir mierda); por ejemplo, en El Orfanato. También hay una vieja que ha terminado sin papel en la serie, tan sólo calentaba las tostadas del desayuno.
El marketing.
Es inevitable hablar de los anuncios. Los Serrano eran unas imágenes que aparecían a ratitos entre bloques de spots publicitarios.
El guión.
No hace falta comentar que el 80% de los guiones de las series de TV no son más que el resultado de dar vueltas y giros a una idea. Casan a un viudo con una divorciada, ambos con hijos, y de la convivencia pues vamos tirando y estirando hasta que nos dejen.
Cameos.
Alfredo Landa, Elsa Pataky y la novia de Fernando Alonso, que yo recuerde.
Poca vergüenza musical.
El mayormente; las bochornosas, infantiles, ridículas, patéticas, demenciales, insufribles, repugnantes y resto de calificativos despectivos que contemple la RAE, canciones de Fran Perea; la.. pufff... (es que no sé ni cómo llamarla) canción esa de "A toda marcha" con la que demostraron que el mundo de la farándula está gobernado por auténticos hijos de puta de izquierdas que sólo piensan en sacar pasta (hipócritas que luego donan 5 euros contra el SIDA)...
En fin, lo de siempre.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final.
Error. Si se despierta el Resines y no nos sacan las caras de los demás, podrían hacer cuatro temporadas más con actores nuevos, empezando desde cero. Y luego otra vez, y otra... así hasta que vayamos todos los espectadores en masa a lanzarnos desde el puente de Eduardo Dato.
Error. Si se despierta el Resines y no nos sacan las caras de los demás, podrían hacer cuatro temporadas más con actores nuevos, empezando desde cero. Y luego otra vez, y otra... así hasta que vayamos todos los espectadores en masa a lanzarnos desde el puente de Eduardo Dato.
8 de diciembre de 2010
8 de diciembre de 2010
105 de 139 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mis amigos y conocidos reales y virtuales me han preguntado repetidas veces por mi controvertida votación, un 9, muy buena, a esta serie que muchos consideran hortera y cutre.
He de reconocer que mi voto fue más con el corazón que con la cabeza, y que las últimas temporadas la serie flojeó bastante, pero los dos o tres primeros años consiguieron algo que yo valoro muchísimo: hacerme reír a carcajadas y afrontar con un poquito más de optimismo y energía la vida diaria.
Los dos primeros episodios casi al completo, el fantasmagórico viaje de los hermanos Serrano al lejano e incierto aeropuerto de Houston, el legendario Fiti ejerciendo de mecánico del amor, el encuentro con extraterrestres "contrahechos" por parte de Fiti y Santi...
Fueron muchos los momentos memorables que tengo que agradecer a esta serie, y una sensación que no tenía desde la infancia, desear que llegara el miércoles o el jueves -la iban cambiando de día para contraprogramar- para desternillarme con los hermanos Serrano, familia y amigos.
Mi modesto homenaje a esta inolvidable serie con esta pequeña crítica.
Mayormente....
He de reconocer que mi voto fue más con el corazón que con la cabeza, y que las últimas temporadas la serie flojeó bastante, pero los dos o tres primeros años consiguieron algo que yo valoro muchísimo: hacerme reír a carcajadas y afrontar con un poquito más de optimismo y energía la vida diaria.
Los dos primeros episodios casi al completo, el fantasmagórico viaje de los hermanos Serrano al lejano e incierto aeropuerto de Houston, el legendario Fiti ejerciendo de mecánico del amor, el encuentro con extraterrestres "contrahechos" por parte de Fiti y Santi...
Fueron muchos los momentos memorables que tengo que agradecer a esta serie, y una sensación que no tenía desde la infancia, desear que llegara el miércoles o el jueves -la iban cambiando de día para contraprogramar- para desternillarme con los hermanos Serrano, familia y amigos.
Mi modesto homenaje a esta inolvidable serie con esta pequeña crítica.
Mayormente....
25 de mayo de 2011
25 de mayo de 2011
73 de 91 usuarios han encontrado esta crítica útil
Efectivamente, Los Serrano, y muy a mi pesar, fue una serie que fue de más a menos. Me encantaron las dos primeras temporadas, la tercera ya empezó a flojear, pero seguía siendo divertida y el resto, se empezaba a notar que la serie había perdido frescura. No obstante, para mí ha sido una de las series que más me han gustado y no por su calidad artística precisamente, sino por los valores que nos mostraban o intentaban transmitir, como, por ejemplo, el amor y la amistad. Y aunque los personajes fueran demasiado definidos, caracterizados, y "mayormente" exagerados ¿quién no se ha visto en cierta forma retratado? ¿o, cuánto menos, poder hacer alguna de las locuras con las que nos deleitaban Diego, Fiti o Santiago cuando se les ocurría alguna de las suyas? Vale, ya sé que muchas historias eran casi inverosímiles o, cuanto menos, difícil de que ocurran en la realidad, pero ahí estaba la gracia de la serie cuya única finalidad era sacarte unas risas. Y creo que esa función lo ha cumplido con creces, por eso solo le doy la máxima nota.
Con este tipo de series no puedes sentirte engañado, puesto que de antemano se saben sus pretensiones. No entiendo como muchos de los que la han puesto a parir, se han tragado la serie hasta el último capítulo. A mí, desde luego, si algo no me gusta, le doy carpetazo. Así que me expliquen todas esas personas como han podido tragarse el bodrio que dicen haber visto durante... ¡¡¡5 años!!! O son masoquistas o aquí hay algo que no me cuadra.
Muchas gracias y un saludo.
Nota: En el spoiler explico el motivo del título con la que encabezo esta crítica.
Con este tipo de series no puedes sentirte engañado, puesto que de antemano se saben sus pretensiones. No entiendo como muchos de los que la han puesto a parir, se han tragado la serie hasta el último capítulo. A mí, desde luego, si algo no me gusta, le doy carpetazo. Así que me expliquen todas esas personas como han podido tragarse el bodrio que dicen haber visto durante... ¡¡¡5 años!!! O son masoquistas o aquí hay algo que no me cuadra.
Muchas gracias y un saludo.
Nota: En el spoiler explico el motivo del título con la que encabezo esta crítica.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Quiero manifestar mi total repulsa a algunas de las críticas vertidas aquí. Y no porque no coincida con mi criterio, sino por la forma de hacerla. Puedo admitir, y admito, que no guste la serie, los actores o el guion. Pero no admito de ninguna de las maneras que para manifestar tu disconformidad se tengan que verter insultos personales contra dichos actores e incluso contra ciertas ideologías políticas. Y no, no soy de izquierdas, por si alguien se lo pregunta, pero jamás llamaré hijos de puta a las personas de esa ideología como he visto en la segunda crítica de la primera página o insultos personales que también he visto en esa misma crítica hacía los actores.
Señores de Filmaffinity: Considero a esta web como una página de cine seria, en la que se prima el respeto y las buenas formas de sus intervinientes. Es decir, de todos nosotros. No entiendo, pues, como ese tipo de insultos y vejaciones se permiten aquí. Se supone que moderan las críticas antes de publicarlas, por lo que se me hace difícil entender que hayan permitido esto. Seguramente mi crítica será moderada y no verá la luz, puesto que no está permitido hacer alusiones a otras críticas. Pero es que tampoco está permitido hacer críticas ofensivas ni utilizar un lenguaje inapropiado y, sin embargo, se han publicado dichas críticas. Si de verdad, no quieren perder adeptos a esta web y que esta página siga considerándose como un referente en internet, les ruego, por favor, no permitan estas auténticas faltas de respeto hacía las personas. Yo creo que se puede criticar sin insultar ni faltar al respeto de directores, guionistas y actores, entre otros.
Señores de Filmaffinity: Considero a esta web como una página de cine seria, en la que se prima el respeto y las buenas formas de sus intervinientes. Es decir, de todos nosotros. No entiendo, pues, como ese tipo de insultos y vejaciones se permiten aquí. Se supone que moderan las críticas antes de publicarlas, por lo que se me hace difícil entender que hayan permitido esto. Seguramente mi crítica será moderada y no verá la luz, puesto que no está permitido hacer alusiones a otras críticas. Pero es que tampoco está permitido hacer críticas ofensivas ni utilizar un lenguaje inapropiado y, sin embargo, se han publicado dichas críticas. Si de verdad, no quieren perder adeptos a esta web y que esta página siga considerándose como un referente en internet, les ruego, por favor, no permitan estas auténticas faltas de respeto hacía las personas. Yo creo que se puede criticar sin insultar ni faltar al respeto de directores, guionistas y actores, entre otros.
18 de julio de 2008
18 de julio de 2008
41 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nota: esta crítica no se entiende sin contar el final de la serie.
He de confesar que allá por el 2003, cuando esta serie empezó, la seguía cada martes (o cada jueves, o miércoles, ya no me acuerdo con tanta contraprogramación), y me gustaba. De una serie semanal esperas que te entretenga y te mantenga pegado a la tele hasta que tengas que irte a dormir para madrugar e ir al colegio al día siguiente. "Los Serrano" era una comedia que hacía reír, que no es poco, con ese trío formado por Resines, Bonilla y Molero, y que dio origen al amor más controvertido de la historia de la televisión moderna: aquel que surgió entre el multiusos Fran Perea y la guapísima Verónica Sánchez.
"Los Serrano" aguantó con fuerza, liderando las noches semanales durante varias temporadas. La entrada por todo lo alto de la diosa Elsa Pataky no hizo sino aumentar esta fiebre, que también empezaba a hacer mella al poner un vocabulario inculto y a la vez divertido en boca de la mayoría de españoles, expresiones serranas. No cabía duda: la familia de Santa Justa vivía su momento de gloria, llegando incluso a repetir capítulos algunos días para la gente que se los había perdido. Y entonces llegó: el esperado beso entre Marcos y Eva, que si bien significaba el comienzo de una relación, presagiaba el final de la serie.
Cuando la historia de amor empezó a dar síntomas de agotamiento, y la marcha de actores pilares de la serie era cada vez más frecuente (Fran Perea, Verónica Sánchez, Belén Rueda, Núria González...), los responsables de ésta, reticentes a sacrificar a su gallina de los huevos de oro, importaron nuevos personajes, los cuales sufrieron continuos remodelados debido a la falta de carisma de la mayoría de ellos: jóvenes que se iban a la temporada, actores y actrices medianamente buenos que buscaban la popularidad que el cine muchas veces no ofrece, modelos que probaban suerte en la interpretación, y un larguísimo etcétera.
La serie había caído presa del peor encadenamiento al que se le puede someter: no saber que le había llegado su final. La cadena anunciaba más y más temporadas, las tramas y personajes eran ya completamente absurdos y la cierta calidad que una vez tuvo se había evaporado sin dejar rastro. Pero la audiencia, aunque drásticamente reducida, seguía ahí.
-sigue en spoiler-
He de confesar que allá por el 2003, cuando esta serie empezó, la seguía cada martes (o cada jueves, o miércoles, ya no me acuerdo con tanta contraprogramación), y me gustaba. De una serie semanal esperas que te entretenga y te mantenga pegado a la tele hasta que tengas que irte a dormir para madrugar e ir al colegio al día siguiente. "Los Serrano" era una comedia que hacía reír, que no es poco, con ese trío formado por Resines, Bonilla y Molero, y que dio origen al amor más controvertido de la historia de la televisión moderna: aquel que surgió entre el multiusos Fran Perea y la guapísima Verónica Sánchez.
"Los Serrano" aguantó con fuerza, liderando las noches semanales durante varias temporadas. La entrada por todo lo alto de la diosa Elsa Pataky no hizo sino aumentar esta fiebre, que también empezaba a hacer mella al poner un vocabulario inculto y a la vez divertido en boca de la mayoría de españoles, expresiones serranas. No cabía duda: la familia de Santa Justa vivía su momento de gloria, llegando incluso a repetir capítulos algunos días para la gente que se los había perdido. Y entonces llegó: el esperado beso entre Marcos y Eva, que si bien significaba el comienzo de una relación, presagiaba el final de la serie.
Cuando la historia de amor empezó a dar síntomas de agotamiento, y la marcha de actores pilares de la serie era cada vez más frecuente (Fran Perea, Verónica Sánchez, Belén Rueda, Núria González...), los responsables de ésta, reticentes a sacrificar a su gallina de los huevos de oro, importaron nuevos personajes, los cuales sufrieron continuos remodelados debido a la falta de carisma de la mayoría de ellos: jóvenes que se iban a la temporada, actores y actrices medianamente buenos que buscaban la popularidad que el cine muchas veces no ofrece, modelos que probaban suerte en la interpretación, y un larguísimo etcétera.
La serie había caído presa del peor encadenamiento al que se le puede someter: no saber que le había llegado su final. La cadena anunciaba más y más temporadas, las tramas y personajes eran ya completamente absurdos y la cierta calidad que una vez tuvo se había evaporado sin dejar rastro. Pero la audiencia, aunque drásticamente reducida, seguía ahí.
-sigue en spoiler-
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hace pocos días se anunció por fin el final definitivo, la emisión de los últimos ocho capítulos, con fecha de 17 de julio para el que pondría punto y final a la historia. Sabedores de que la serie se les había ido de las manos hacía ya mucho tiempo, los guionistas decidieron recurrir al Deus Ex Machina, lo que es lo mismo, un giro de última hora sacado de la manga que permite ahorrarse cualquier tipo de engorrosas explicaciones. Riéndose en cierto modo de la audiencia, y queriendo por otra parte recuperar esos momentos de gloria que hicieron a la serie un pequeño fenómeno social, Diego se despierta en su cama tras cometer suicidio (atención por donde iban los derroteros de la serie) para descubrir que es la mañana siguiente a su boda con Lucía (Belén Rueda), y que todo lo que hemos vivido desde el otro lado de la pantalla durante estos cinco años ha sido fruto del inconsciente del Serrano.
Un final que no cierra ninguna de las tramas que quedaban abiertas para este último capítulo, que regresa a sus orígenes para a continuación echar el cierre a la taberna más famosa de la pequeña pantalla, y que deja a nuestros protagonistas al borde de un bucle temporal a punto de comenzar, en los tiempos en que uno más uno, incomprensiblemente, eran siete.
Un final que no cierra ninguna de las tramas que quedaban abiertas para este último capítulo, que regresa a sus orígenes para a continuación echar el cierre a la taberna más famosa de la pequeña pantalla, y que deja a nuestros protagonistas al borde de un bucle temporal a punto de comenzar, en los tiempos en que uno más uno, incomprensiblemente, eran siete.
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