Buenos días, condesita

Simpática película que sirve de vehículo para el lucimiento de nuestra gran artista pero no sólo es eso . Sus diálogos son divertidos y chispeantes a manera de comedia de enredo cumplen muy bien su función . A Rocío la acompaña como contrapunto cómico y atención como su amiga " adolescente " , Gracita Morales que tendría aproximadamente como 20 años más que ella pero es lo que un cursi diría la magia del cine . Por cierto Gracita está genial como siempre como "carabina" de la condesita , llamada así por sus aires de grandeza en su verdadero trabajo vendiendo en el rastro . Claro que para falso rico el verdadero aristócrata Vicente Parra pero arruinado por su loca cabeza de juventud y su adoración por el vicio y el fornicio ... El amor lo puede todo y la comedia dará un giro copernicano que no voy a desvelar aquí lógicamente . En resumidas cuentas una bonita y graciosa comedia de una de las más grandes artista españolas de todos los tiempos Rocío de las Heras artísticamente conocida como Rocio Dúrcal y familiarmente como Marieta y en el cielo debe ser un ángel .

Buena película de género comedia musical interpretada por la fantástica Rocío Dúrcal que he tenido la satisfacción de poder ver en el homenaje que la 2 ha tenido con ella el día de hoy en que se cumplen diez años de su triste fallecimiento.

La podemos ver acompañada otra vez de su amiga Gracita Morales y su inconfundible voz, que realiza el papel de institutriz o carabina de María, autentico nombre de Rocío, que por aquí contaba con tan sólo 22 años pero que en esa época era normal ver películas protagonizadas por otras estrellas juveniles de la música como Marisol, Ana Belén o Joselito. En esta algunas canciones están compuestas por los Brincos.

María atiende un puesto de discos en el Rastro donde sus compañeros de puestos la apodan la Condesita debido a sus buenos modales con las gentes.

Es curioso ver en uno de los números musicales verla interpretar muy bien pero no extraño pues Rocío era todo talento a parte de lo buena para el baile, de un fragmento de La traviata de Giuseppe Verdi.

Y como siempre, genial Antonio Garisa, interpretando al simpático personaje del tío rico de Venezuela.

Desigual comedia musical que sube como la leche al fuego cuando las producciones de los Brincos saltan a la pantalla y se desploma con las aparicionesde los coros y danzas del folclore tradicional tan promocionado por el régimen franquista.
Como un enredo de amor y desamor queda resultona con personajes muy agradecidos en sus papeles de pícaros y listillos competentemente interpretados por un plantel de actores y actrices.
El abuso de escenas en estudio deslucenel filme teniendo un luminoso Madrid como escenario, si no fíjense en los exteriores del mínimo recorrido en coche por la zona del Alberche o cuando se baja la condesita del haiga en Cascorro.
No acierta el famoso modisto Manuel Pertegaz con su vestuario, salvo en un par de módelos de lo más sencillo: una blusa verde y una falda roja que estiliza a la actriz y que ni siquiera estoy seguro que sea obra del diseñador en la mayoría de los casos están fuera se lugar como el vestido rojo en un puesto del Rastro o el traje pantalón cuando interpreta "En un cartel de publicidad" que la hace más pequeña.
Un agradable descubrimiento para los que amamos aquellos años y lo que representó para la juventud fue ver a esos dos modernistas ataviados con polo de punto y camiseta marinera le piden un tema "beat", el "creo en ti" y acaban haciéndose con el disco aun sin tener tocadiscos.
Y justo ahora empieza a sonar el "creo en ti" con lo cual dejo la reseña e intento dar unos pasos de baile como la condesita.

Uno de los intentos por parte del elegante cineasta argentino Luis César Amadori de repetir el gran éxito de "Más bonita que ninguna" película que supuso un cambio de imagen en Rocío Dúrcal y una evidente evolución como actriz con respecto a sus primeras películas donde el estilo preferido por el director Luis Lucía lo impregnaba todo. Sin embargo "Buenos días, condesita" partió de un guión de menor consistencia del que sirvió de base a "Más bonita que ninguna" estirándose demasiado la trama e incluyendo diálogos de escasa relevancia. El plano final sin embargo es uno de los más bonitos que hay en la filmografía de Rocío Dúrcal y de los números musicales destaca el que interpreta sobre un cartel de publicidad por contar con una decoración ya psicodélica que llama la atención. La broma sobre la publicidad del salchichón y su fabricante da una oportunidad de lucimiento a Gracita Morales mientras que Vicente Parra cumple como galán reencontrando al responsable de su mayor éxito cinematográfico como fue Amadori unos años antes de cambiar su imagen en una tremenda película de Eloy de la Iglesia. Otro aspecto decoroso de la película es la aparición de un automóvil descapotable de refinado diseño. Aunque sea levemente inferior a la mentada "Más bonita que ninguna" se debe de ver por el mito que Rocío Dúrcal representa para el espectador con sensibilidad. Su interpretación en "Buenos días, condesita" fue premiada además por el Sindicato Nacional del Espectáculo.