10 razones para odiarte (Serie de TV)

Pasable serie norteamericana de amoríos adolescentes de instituto que no es más que la adaptación a la pequeña pantalla de la exitosa película del mismo nombre, protagonizada por Julia Stiles y Heat Ledger en 1999.

Los personajes de los que parte la serie son los mismos: la rebelde y malhumorada Kat Stratford, su cursilona hermanita Bianca, el misterioso Patrick Verona, el margi pero buenazo de Cameron, el protector padre de las hermanas Stratford (que, por cierto, es mismo actor que interpretaba ese mismo papel en la película original). Sin embargo luego, la trama que se va desarrollando no se parece tanto a la película original, y si bien el romance principal entre Kat y Patrick es la columna vertebral de la serie, no tiene exactamente la misma atrayente historia de la película.

Aunque sus primeros episodios son lo mejor de la serie, según avanza se hace más previsible y tontorronaa, pero siempre logra ser mínimamente entretenida gracias a unas buenas y carismáticas actuaciones y a algún que otro momento divertido (sobre todo los protagonizados por el personaje del padre de las Stratford o por el personaje de la insoportable y popular adolescente Chastity).

Sabía de la existencia de esta serie desde hace un tiempo pero como soy algo escéptica ante las versiones no me dio por verla hasta que me la recomendaron. Y a pesar de que creí estar cansada de las comedias americanas de instituto, ¡me encanta!

Atrae la personalidad de Kat (Lindsey Shaw): ingeniosa, luchadora, atrevida, diferente y defensora del medio ambiente y de los derechos humanos. Patrick Verona (Ethan Peck), por su parte, es irresistible y misterioso. Se nota altamente la química entre los dos. Este es uno de los ingredientes que engancha. Hay que aplaudir la interpretacion ya que han conseguido posicionarse al nivel de nuestros actores de la película a pesar de que el listón estaba bastante alto.

Se recomienda verla en versión original para poder escuchar la voz tan varonil, grave y sexy de Ethan Peck y la voz más firme y personal de Lindsey. Doblada pierde chispa y realismo para mi gusto.

Meaghan Jette Martin (Bianca) consigue captar la esencia del personaje quizás incluso mejor que su predecesora Larisa Oleynik. Pero voya dejar de comparar ya porque película y serie siguen en realidad ritmos diferentes y ambas son únicas.

Es una serie divertida y ágil que ha conseguido que me vea 17 capítulos seguidos en un día y que me la vuelva a ver, algo muy raro en mi.

Y es una gran pena que la cancelaran en su 20º capítulo, ahora sólo nos queda imaginar y hacer campaña. Aunque también puede vérsele la parte positiva ya que no ha dado tiempo a la decadencia que sufren todas las series cuando no queda más que alargar forzadamente.

No está muy adaptada a la película, aunque en mi opinión es mejor que así sea. Los personajes son muy detallados y creíbles, con personalidades arrolladoras que hacen que el público esté atento. Kat Stratford es genialmente interpretada por Lindsey Shaw, que la interpreta tal y como es: una chica realista, inteligente y divertida, aunque al principio se muestre reacia con todo el mundo. Meaghan Jette Martin interpreta a Bianca S. excepcionalmente, y con un toque mucho más moderno y actual, el de una chica recién llegada que quiere ser popular a toda costa. También caben a destacar los papeles de Ethan Peck (Patrick Verona), Jolene Purdy (Mandella) y Dana Davis (Chastity). Aunque Patrick Verona en la película era un pasota, y este es más misterioso e interesante, sigue encarnando al prototipo de "chico malo". Chastity está mucho más presente en la serie que en la película original; en ésta última era simplemente un complemento de Bianca, en cambio en la serie es un personaje que interviene mucho en la historia. Mandella, que no apareció para nada en la película, es un personaje interesante y que junto con Kat forma un buen equipo, las dos tienen sentido común, aunque a veces me he dado cuenta de cómo el espíritu de líder de Kat se ha llevado por el arrastre a su compañera, dejándola sin personalidad y como un robot, haciendo siempre lo que ella quiere, e incluso creando cierta semejanza con Bianca, que hace siempre lo que Chastity le pide. La serie merece un aplauso, y sigo sin entender cómo puede ser que una serie tan entretenida fuese cancelada por falta de audiencia. Una verdadera lástima.