Run Rabbit Run

Bien, pues ahí va la explicación y los detalles. Lo que vemos en todo momento es la percepción de la realidad de la psicótica homicida Sarah, cuya mente comienza a resquebrajarse cuando su hija cumple la misma edad que tenía la hermana cuando la asesinó. Empieza a confundir a Mia con Alice y eso es lo que trastorna en gran medida a la pobre niña, que asiste inocente a la escalada de locura y violencia de la madre. Podemos comprobar como la niña está cada vez más asustada de su madre, sin entender lo que ocurre e influenciada por esa paranoia. Nadie le ha contado nunca su pasado familiar, y por tanto empieza a pensar que ella es Alice. Su obsesión con Joan (la abuela), a la que tampoco conocía, viene también de la obsesión de Sarah con ella. Durante sus cada vez peores brotes psicóticos, que se nos esconden hasta el final para no mostrar todas las cartas, es probable que Sarah se dirija a su hija como Alice y le hable constantemente de Joan.

La mente de Sarah empieza a perder contacto con la realidad. Cuando ve las heridas de su hija cree que alguien se las está haciendo, pero en realidad nunca estuvieron ahí, solo está superponiendo la imagen de su hermana moribunda sobre su hija. Los dibujos siniestros no son pintados por la niña, sino por la propia Sarah.

El garaje abierto era cosa suya, poniendo en él todas las cajas del padre que contenían recuerdos del pasado. Incluso su exmarido le pregunta si algo anda mal porque ha visto las cajas, y que hable con él si necesita ayuda, lo que nos indica que no es la primera vez que ocurre. Así mismo, es ella quien vuelve a colgar las fotografías.

El conejo es su forma de representar a Alice, y empieza a creer que es la propia Alice que ha venido del más allá para vengarse. Recordemos que la mataba con una trampa de conejos. No es casual que el animal aparezca el día del cumpleaños de la hija.

Con todo esto sobre la mesa llegamos a la parte final, la cual se encuentra ya totalmente distorsionada por su psique enferma. ¿Qué es lo que ocurre ahí realmente? La respuesta: Sarah mata tanto a su ex como a su hija. Deducir esto es inmediato a pesar de las imágenes contradictorias. Está claro que toda esa parte, vista de forma literal, no tiene sentido. Vemos a Sarah perseguir a su hija con la trampa de conejos hasta su habitación. La siguiente escena es Sarah dibujando un rectángulo negro, y su ex aporreando la puerta. Acto seguido salen en busca de Mia. Sarah cree ver su cadáver en el agua, pero luego la encuentran viva. La siguiente escena es de una Sarah sucia y mojada visitando a Joan, claramente fuera de sus cabales. Por último, Sarah se acurruca al lado de Mia en su cama, a la que llama Alice. Al día siguiente el conejo se lleva a Mia, Sarah se despierta y vemos al fondo de la habitación el cuerpo del exmarido en posición antinatural con una almohada encima de la cabeza. Por último, Sarah ve por la ventana como Alice y Mia caminan hacia el acantilado.

La clave de esa parte está en separar ficción de realidad. Queda claro que el exmarido está muerto, por lo que la cuestión sería cuándo. Lo más lógico es que lo asesinase justo en el momento de su llegada, cuando entra a la habitación. Eso implica que toda la escena subsiguiente donde encuentran a Mia a salvo sea una ilusión. La visita a Joan es posiblemente real, y cuando regresa a la casa vuelve a imaginarse a Mia viva en la cama, aunque podemos fijarnos en el detalle de que la niña no cambia de posición en ningún momento. ¿Podría ser su cadáver? Probablemente.

Por tanto nos queda solo una pregunta en el aire: ¿En qué momento asesina a Mia? Pues en la escena inmediatamente anterior a la llegada del ex. De hecho, apostaría a que la tira por el mismo acantilado que a Alice, y que recupera el cuerpo luego en el agua y lo lleva a la habitación. Todo lo demás son ilusiones de una mente perturbada, perdida para siempre.

Parece bastante forzado que, al final, todo desemboque en "lo paranormal", sin nada más que explicar.