Interferencias

No está mal, la historia sigue teniendo el mismo gancho de siempre, pero claro (siempre hay algun pero), Cary Grany y Rosalind Russell (Luna nueva) y Jack Lemmon y Walter Matthau (Primera plana) habían puesto el liston demasiado alto para la pareja protagonista: Turner-Reynolds, que no es que no sean divertidos, pero en las comparaciones salen perdiendo.
Además, Ted Kotcheff, que tiene algunos films simpáticos tampoco está a la altura de Henry Hathaway o Billy Wilder.
Vamos, que una vez más quedó claro que se podían haber ahorrado el remake.

Parece increíble que después de "El gran reportaje" (1931), "Luna Nueva" (1940), y "Primera plana" (1974), las tres, obras maestras, algun ejecutivo de Hollywood decidiera que el mundo necesitaba un remake más de esta historia en 1988...
Puede que pensara que faltaba adaptar la trama al mundo de las hombreras, la televisión, las fotocopiadoras Xerox y los exteriores de Chicago, dado que la versión de Wilder es de época y casi totalmente rodada en interiores.
En fin, tampoco es que haya mucha adaptación, la historia es exactamente la misma, y transcurre con el mismo ritmo vertiginoso que fallaba un poco en la original de Milestone y que tan bien le supieron dar Hawks y Wilder.
La tensión Turner-Reynolds funciona y se vuelve a producir otra vez la magia del cine...
No añade nada nuevo pero he pasado tan buen rato como en las otras.

El cine admite todo tipo de gustos, y hablar de una buena o una mala es solo una cuestión de ligero matiz. Para mi, la mejor versión de esta historia ya clásica, y ello porque Reynolds y Turner hacen una interpretación genial, que te hace reirte durante todo el tiempo ... aunque hayas visto la película varias veces. Y no es que esta pareja sea mejor que las otras predecesoras, ni Kotcheff supere a sus compañeros en las anteriores versiones, pero la película sale redonda y sirve para divertirte como nunca.

Funciona esta comedia especialmente por la química de sus dos protagonistas interpretando a una pareja separada, ella presentadora de tv y el productor que trabajan juntos complicándose la cuestión cuando la mujer conoce a un apuesto joven (Christhoper Reeve) decidiendo casarse y renunciar a su empleo. A partir de este hecho veremos como el ex marido hará hasta las jugarretas mas sucias para impedir la boda al tiempo que la periodista debe realizar una ultima nota con un condenado a la silla eléctrica. Hay un buen trabajo de Burt Reynolds, ideal para estos tipos de papeles especialmente de embustero y mentiroso junto a una bonita Kathleen Turner, gracias a ellos este film logra su cometido que es entretener sin más.