Iphigenia (Ifigenia)
Drama
Adaptación de la tragedia griega de Eurípides "Ifigenia en Aulide". Antes de la guerra de Troya, cuando las tropas aqueas se preparaban para zarpar de Áulide con destino a Troya, la ausencia de viento retuvo a los mil navíos griegos en el puerto. Un adivino reveló que Artemisa, la diosa de la caza, estaba furiosa porque los griegos habían matado a uno de los animales que ella protegía. La única manera de apaciguar a la diosa y obtener ... [+]
3 de junio de 2010
3 de junio de 2010
27 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace poco pude ver esta buena película, la buscaba hace tiempo en DVD y no me defraudo; y es que a pesar de que el bajo presupuesto se nota, sobre todo en la reconstruccuión de la flota de mil barcos griegos varados, por la falta de viento. La película compensa sus pocos recursos con algo tan sencillo como la autenticidad. La película es una auténtica tragedia griega, hablada en griego, con actores griegos (incluyendo la estrella internacional Irene Papas), el uso del paisaje y de las ruinas, mas una banda sonora apropiada y tensa (sin ser invasiva), además del tono teatral justo y necesario en la dirección de actores; hacen que esta película tenga mucha mas intensidad, dramatismo, emoción y credibilidad que una superproducción yanqui como "Troya" ( que se desarrolla en la misma época), que en definitiva es puro artificio visual y que crece absolutamente de emoción.
Recomiendo esta película, para los que valoran las películas épicas mas alla de la espetacularidad vacía.
Recomiendo esta película, para los que valoran las películas épicas mas alla de la espetacularidad vacía.
4 de mayo de 2010
4 de mayo de 2010
24 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífica obra en la cual se presenta el conflicto del ser humano cuando tiene que enfrentar a sus conceptos políticos y de visión del mundo, contra los sentimientos humanos y su dolor como padre. Película en la cual se muestra, que cuando la fiera que llevamos dentro y que se manifiesta en el poderío militar, se desata, es casi imposible detenerla. Obra que nos lleva a reflexionar sobre la validez de las armas y lo desconcertante del mundo político.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Troya es un botín de guerra. Hay que sacar una disculpa para atacarla. Elena, al escapar del lado de Agamenón, su esposo, da la perfecta disculpa para atacar a Troya y apoderarse de sus tesoros. Pero hay que zarpar con ayuda del viento y éste no aparece. Ifigenia, la hija consentida del rey, hermano de Agamenón, será el instrumento de venganza política contra este rey, que se ha granjeado muchos enemigos. El "oráculo" dice que debe sacrificarla para que soplen los vientos. Cruel venganza, duros motivos; la vida le cobra a este rey el proceder de su vida en el pasado, pero cobra muy caro. Ifigenia, en la flor de su juventud debe morir.
13 de septiembre de 2018
13 de septiembre de 2018
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
“…Dios puso a prueba la fe de Abraham. Lo llamó por su nombre y le dijo: Toma a Isaac, tu único hijo al que tanto amas, y vete a la tierra de Moriah. Una vez allá, ofrécelo en holocausto sobre el cerro que yo te señalaré”.
También la diosa Diana ha decidido poner a prueba al rey Agamémnôn, y para que el viento vuelva a soplar en favor del ejército de Argos que, en Aulide, espera poder embarcarse para atacar a los bárbaros que dominan a Troya, éste deberá sacrificar a su hija mayor Ifigenia, con lo que también se liberará a Helena, la esposa de su hermano Menelao.
El terrible conflicto entre lo que dictan los lazos de sangre y los sentimientos, contra lo que exigen los dioses y los deberes patrióticos, es lo que vamos a presenciar en esta magnífica tragedia, heredada también de la pluma de ese genial escritor griego que fuera, Eurípides (Εὐριπίδης). Más moderno, quizás, que sus compatriotas Esquilo y Sófocles, Eurípides se atrevía a cuestionar a los dioses griegos y no tenía empacho en satirizar a los héroes. ¡Hay que ver como trata aquí al rey Agamémnôn, y también a Aquiles, a quienes prácticamente desciende de su pedestal!
“Ifigenia en Áulide” (Ἰφιγένεια ἡ ἐν Αὐλίδι, 406 a. de C.), fue una obra que salió a la luz póstumamente y su historia es una precuela de “Electra” (escrita 14 años antes), donde, tras el “sacrificio” de su primogénita, Clitemnestra cobra venganza y Electra, junto a su hermano Orestes, también hacen lo que consideran justo. Hay también una secuela, “Ifigenia en Tauride”, que es bueno leer para comprender mejor los hechos que siguieron al “sacrificio” de la joven hija de Agamémnôn.
Personalmente, me impactan los fuertes caracteres femeninos que, una vez más, plasma el autor y el complejo conflicto que involucra la trama para llegar a ese punto determinante del deber ser, es de una creatividad y un genio incomparable. Eurípides, palpita en cada situación, se apasiona con cada personaje y pone, en cada uno de ellos, los mejores argumentos que nos permitan, antes que juzgarlos, comprenderlos. Así, la historia es humana hasta la médula y uno alcanza a sentir que, leyendo a los grandes trágicos griegos, un poco más de luz sobre los seres que moran en este planeta, llega a la mente y también al corazón.
Con <<IFIGENIA>>, el director Mihalis Kakogiannis, se dio el gusto de completar su trilogía sobre la obra de Eurípides, y aunque con resultados un tanto desiguales, ésta es una apasionante tragedia, “Electra” una obra maestra y, “Las Troyanas”, un interesantísimo ejercicio dramático. Sus aportes de ahora, con el ejército de Argos en la playa de Áulide y con el coro de vírgenes, no logran todo el impacto que se podía esperar, pero, su selección de los diálogos, su puesta en escena, su dirección de actores y su manera de cerrar la historia, vuelven a ser un total acierto.
Magníficas interpretaciones de, Kostas Kazakos como Agamémnôn; Irene Papas, impactando de nuevo en el rol de Clitemnestra… y Tatiana Papamoscou es una suerte de andrógina, pero, muy dulce Ifigenia; y al final, se siente haber estado ante otro drama que hace del cine un arte y de la tragedia griega una escuela imperecedera.
También la diosa Diana ha decidido poner a prueba al rey Agamémnôn, y para que el viento vuelva a soplar en favor del ejército de Argos que, en Aulide, espera poder embarcarse para atacar a los bárbaros que dominan a Troya, éste deberá sacrificar a su hija mayor Ifigenia, con lo que también se liberará a Helena, la esposa de su hermano Menelao.
El terrible conflicto entre lo que dictan los lazos de sangre y los sentimientos, contra lo que exigen los dioses y los deberes patrióticos, es lo que vamos a presenciar en esta magnífica tragedia, heredada también de la pluma de ese genial escritor griego que fuera, Eurípides (Εὐριπίδης). Más moderno, quizás, que sus compatriotas Esquilo y Sófocles, Eurípides se atrevía a cuestionar a los dioses griegos y no tenía empacho en satirizar a los héroes. ¡Hay que ver como trata aquí al rey Agamémnôn, y también a Aquiles, a quienes prácticamente desciende de su pedestal!
“Ifigenia en Áulide” (Ἰφιγένεια ἡ ἐν Αὐλίδι, 406 a. de C.), fue una obra que salió a la luz póstumamente y su historia es una precuela de “Electra” (escrita 14 años antes), donde, tras el “sacrificio” de su primogénita, Clitemnestra cobra venganza y Electra, junto a su hermano Orestes, también hacen lo que consideran justo. Hay también una secuela, “Ifigenia en Tauride”, que es bueno leer para comprender mejor los hechos que siguieron al “sacrificio” de la joven hija de Agamémnôn.
Personalmente, me impactan los fuertes caracteres femeninos que, una vez más, plasma el autor y el complejo conflicto que involucra la trama para llegar a ese punto determinante del deber ser, es de una creatividad y un genio incomparable. Eurípides, palpita en cada situación, se apasiona con cada personaje y pone, en cada uno de ellos, los mejores argumentos que nos permitan, antes que juzgarlos, comprenderlos. Así, la historia es humana hasta la médula y uno alcanza a sentir que, leyendo a los grandes trágicos griegos, un poco más de luz sobre los seres que moran en este planeta, llega a la mente y también al corazón.
Con <<IFIGENIA>>, el director Mihalis Kakogiannis, se dio el gusto de completar su trilogía sobre la obra de Eurípides, y aunque con resultados un tanto desiguales, ésta es una apasionante tragedia, “Electra” una obra maestra y, “Las Troyanas”, un interesantísimo ejercicio dramático. Sus aportes de ahora, con el ejército de Argos en la playa de Áulide y con el coro de vírgenes, no logran todo el impacto que se podía esperar, pero, su selección de los diálogos, su puesta en escena, su dirección de actores y su manera de cerrar la historia, vuelven a ser un total acierto.
Magníficas interpretaciones de, Kostas Kazakos como Agamémnôn; Irene Papas, impactando de nuevo en el rol de Clitemnestra… y Tatiana Papamoscou es una suerte de andrógina, pero, muy dulce Ifigenia; y al final, se siente haber estado ante otro drama que hace del cine un arte y de la tragedia griega una escuela imperecedera.
5 de mayo de 2018
5 de mayo de 2018
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me resulta increíble que ésta película sea casi desconocida. Es realmente una obra de arte. Riguroso guión que respeta el libro, actuación impecable, el vestuario y la ambientación nos lleva a ése momento histórico (sin las exageraciones, los efectos especiales, maquillajes y demas cosas que las porquerías hollywoodenses sobre historia nos tienen acostumbrados).
Pelicula altamente recomendable si lo que se busca es la narración fiel de ésta tragedia de Eurípides.
Pelicula altamente recomendable si lo que se busca es la narración fiel de ésta tragedia de Eurípides.
12 de julio de 2021
12 de julio de 2021
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación de la tragedia de Eurípides que no disimulaba su escaso presupuesto, lo que no le impidió ser candidata al Oscar a la mejor película extranjera.
A falta de una recreación mejor, se utilizaban como decorados las ruinas de aquella epoca, alguna tan célebre como la puerta de Micenas, que guardaba el antiguo palacio de Agamenón. Por otro lado, el vestuario resultaba creíble, aunque lo verdaderamente importante era el dramatismo y el trabajo de los actores, y en eso no decepcionaba.
Las naves de Agamenón, dispuestas para la guerra de Troya, no podían hacerse a la mar por la falta de viento y la diosa Artemisa, enfurecida por la pérdida de un ciervo sagrado, le pondría una condición al rey para liberar el viento, el sacrificio de su hija, Ifigenia.
Destacaba Irene Papas en el papel de una madre desesperada, Tatiana Papamoschou, interpretando a la inocente Ifigenia, y Kostas Kazakos en el papel de Agamenón, quien era devorado por la duda. Debía decidirse entre la gloria en la batalla y la devoción de los suyos o la vida de su hija.
Hay que tener en cuenta que en la obra no se cuestiona el mensaje de la diosa transmitido en el Oráculo. Todos asumían y Agamenón el primero, que si no se satisfacía la demanda de la diosa, no habría más remedio que disolver el numeroso ejército que esperaba ansioso en la costa. Eran miles de hombres agobiados por el calor y el hambre, ansiosos por lograr un gran botín ante sus enemigos. El riesgo a una rebelión estaba presente en todo momento.
Recomendable para los aficionados a las obras clásicas, y si es en el griego original, mucho mejor.
A falta de una recreación mejor, se utilizaban como decorados las ruinas de aquella epoca, alguna tan célebre como la puerta de Micenas, que guardaba el antiguo palacio de Agamenón. Por otro lado, el vestuario resultaba creíble, aunque lo verdaderamente importante era el dramatismo y el trabajo de los actores, y en eso no decepcionaba.
Las naves de Agamenón, dispuestas para la guerra de Troya, no podían hacerse a la mar por la falta de viento y la diosa Artemisa, enfurecida por la pérdida de un ciervo sagrado, le pondría una condición al rey para liberar el viento, el sacrificio de su hija, Ifigenia.
Destacaba Irene Papas en el papel de una madre desesperada, Tatiana Papamoschou, interpretando a la inocente Ifigenia, y Kostas Kazakos en el papel de Agamenón, quien era devorado por la duda. Debía decidirse entre la gloria en la batalla y la devoción de los suyos o la vida de su hija.
Hay que tener en cuenta que en la obra no se cuestiona el mensaje de la diosa transmitido en el Oráculo. Todos asumían y Agamenón el primero, que si no se satisfacía la demanda de la diosa, no habría más remedio que disolver el numeroso ejército que esperaba ansioso en la costa. Eran miles de hombres agobiados por el calor y el hambre, ansiosos por lograr un gran botín ante sus enemigos. El riesgo a una rebelión estaba presente en todo momento.
Recomendable para los aficionados a las obras clásicas, y si es en el griego original, mucho mejor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La pobre Ifigenia, huye inútilmente por el bosque ante el acoso de los soldados, que la conducen hasta su padre. Ante él suplicará por su vida en una de las mejores secuencias: “Soy yo, Ifigenia. Fui la primera en llamarte papá. Decías… ¿viviré para verte casada con un rey? Y yo tiraba de tu barba y contestaba…Cuando seas viejo vendrás y recibirás todo el amor que me diste”.
La triste ascensión de Ifigenia por la escalinata de piedra le acerca a un siniestro sacerdote vestido de negro, que agarra finalmente a la chica como si fuera una fiera.
Y para terminar, un gran plano de la mirada llena de odio de la madre.
La triste ascensión de Ifigenia por la escalinata de piedra le acerca a un siniestro sacerdote vestido de negro, que agarra finalmente a la chica como si fuera una fiera.
Y para terminar, un gran plano de la mirada llena de odio de la madre.
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