Haz click aquí para copiar la URL

La historia más grande jamás contada

Drama Superproducción sobre la vida de Jesús de Nazaret que contó con un extenso y conocido reparto en el que destaca Max von Sydow como Jesucristo. A partir de los Evangelios narra la vida de Jesús en la Palestina ocupada por Roma: su nacimiento en Belén, su infancia en Nazaret, los tres años de vida pública, la Última Cena, la traición de su discípulo Judas, su juicio, crucifixión y posterior resurrección. (FILMAFFINITY)
1 2 3 4 5 >>
Críticas 23
Críticas ordenadas por utilidad
7 de febrero de 2007
41 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay dos cosas destacables en esta producción: La actuación de Chartlon Heston como Juan el Bautista, y la representación de Jesucristo por Max Von Sydow.
Heston nos da la interpretación de un profeta muy vigoroso, adecuado para ese papel. Y Von Sydow posee un rostro enigmático, algo misterioso, que nos hace recordar al Nazareno, y la misión que en algún tiempo cumplió aquí en la tierra.
La película es muy agradable, y yo la he podido ver varias veces sin ningún problema.
Los paisajes son muy buenos y la música también.
Los diálogos son hermosos.
Definitivamente es una película de colección.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
RAMON ROCEL
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
19 de abril de 2019
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
62/09(17/04/19) Notable versión de la muy conocida historia bíblica de los evangelios. Producida y dirigida por George Stevens, es un recuento del relato bíblico sobre Jesús de Nazaret, desde la Natividad hasta la Ascensión, incluyendo los consabidos episodios del nacimiento de Cristo, el decreto de Herodes de matar a todos los niños varones en Jerusalén, la huida a Egipto, Juan el Bautista sumergiendo a Jesús, reunión de los apóstoles, Sermón del Monte, diversos milagros realizó, como Jesús impide la lapidación de una adúltera, comerciantes atacados en el templo, la última cena de Jesús, el arresto de Jesús, su juicio a manos de Poncio Pilato, su Crucifixión y la Resurrección final. La cinta tiene el hándicap consabido de que todos conocemos los hechos, no es revisionista, ni arriesga en salirse de lo mencionado, por lo que este tipo de sub-género debe poner sus bazas en la escenificación y en las actuaciones, y aquí la película es notable, no es redonda, pero si deja tramos excelentes, con alguna interpretaciones excelentes, se le puede achacar que al ser un metraje muy extenso (yo he visto la versión del 2001 de 199 minutos) su clima es demasiado solemne-trágico, es un descenso demasiado crudo, con lo que habrá espectadores que se les hará bola, se les puede hacer tediosa y lánguida, pero entiendo que el que va a ver este film no esperará ver una obra de acción trepidante, querrá asistir a una exposición evangélica que les haga revivir estos relatos, y esto lo hace Stevens con creces, lo hace influenciado visualmente en obras renacentistas, lo hace bajo la esmerada cinematografía, rodando en grandiosos parques estadounidenses en la Hora Mágica para dar mayor proyección espiritual a las imágenes, adornadas bellamente por la música de Alfred Newman. Esta fue la película que inspiró a Telly Savalas a afeitarse la cabeza; una mirada que mantuvo por el resto de su carrera convirtiéndose en su marca registrada. El papel del rey Herodes sería la última aparición en pantalla de uno de los mejores actores de Hollywood, Claude Rains. Curioso es que se altera la bíblica muerte de Judas Iscariote.

El realizador ha volcado en la historia todo un gran sentido épico, rodeando de belleza y suntuosidad a los personajes, bien sea en los grandiosos escenarios naturales de Utah (en el Lago Moab se filma el Sermón del Monte; Lake Powell, Canyonlands, Ken's Lake y Dead Horse Point), Arizona (Crazy Canyon; Glen Canyon), California (el Valle de la Muerte fue el escenario del viaje de 40 días de Jesús en el desierto), y Nevada (El Lago Pyramid representó el Mar de Galilea), insuflando en estos parajes de una belleza perturbadora, con sus cañones, montañas sinuosas, lagos, ríos, todo un aire meditabundo con la Creación de Dios al fondo, o en los grandiosos decorados creados para la ocasión (en Culver City-California), sugiriendo la mano del Hombre, con salones enormes, estatuas paganas, plazas, callejuelas, gracias esto a la fenomenal dirección artística de William J. Creber (“El planeta de los simios”), Richard Day (“Tora, Tora, Tora!”), y David S. Hall (“My fair lady”). Se construyeron 47 decorados, en el lugar y en estudios de Hollywood (Metro-Goldwyn-Mayer Studios en los que fue la crucifixión de Jesús; Desilu Studios), para adaptarse a la visión de Stevens. Todo esto filtrado por la sensacional cinematografía en Ultra Panavisión 70 de William C. Mellor (murió repentinamente el 30 de abril de 1963de un ataque al corazón mientras filmaba), le sustituyó Loyal Griggs (“Los Diez Mandamientos”), y dotando de un potencial ampuloso a las secuencias, desde lo micro como la manita del bebé Jesús, hasta los elegiacos fondos de los Grandes Cañones, componiendo estampas tan hermosas como la llegada de los Reyes Magos a Belén, bebiendo de fuentes pictóricas para componer cuadros como el de la Ultima Cena, cual recreación artificiosa (no es creíble una cena de 12+1 que todos se coloque en un solo lado de la mesa) de la Última Cena de Da Vinci, influenciada labor notoriamente de la iconografía sacra milenaria, rodando mucho en exteriores a la Hora Mágica para inyectar sabiamente un aire místico al enfoque, como esa reunión de Jesús y sus discípulos a orillas del Jordán (Glen Canyon-Utah) para recitar el Padre Nuestro, enmarcados entre fabulosas montañas talladas por miles de años, como muy expresionista resulta la escena en que Herodes va a visitar a medio-oscuras a Juan Bautista enjaulado, como bellísimo resulta la entrada visual en el Gólgota desde la visión de la puerta de Jerusalén con el monte al fondo; Todo esto adornado por la epidérmica música de Alfred Newman (“El Rey y yo”), donde destacan el enervador “Hallelujah Chorus” de George Frideric Handel (suena en las dos resurrecciones, en la de Lázaro y después en la del clímax de Jesús), el Requiem de Giuseppe Verdi, y el “Adagio for Strings” (suena en la Intermission) de Samuel Barber.

La cinta aborda con gran nivel didáctico el conflicto político en Palestina, la tensión latente entre el poder Imperial de Roma, reflejado en Pilatos (Telly Savallas) y el de los ocupados palestinos que tienen el paraguas transalpino, reflejado en el poder político del Rey Herodes (Jose Ferrer), y el poder religioso reflejado en el líder del sanedrín Caifas (Martin Landau), donde el enemigo es Jesús, el que parte del pueblo lo crea Rey (aunque Jesús diga que su Reino no es de este mundo), lo convierte en un peligro a exterminar, por lo que intentaran acabar con él. Es interesante como se da gran importancia al personaje del profeta Juan Bautista como espoleta posible para una temida revolución contra Roma, y sintiendo que Jesús era solo otro más de los revolucionarios que podían provocar una revuelta y poner en riesgo el status quo.

Stevens tiene gran sentido alegórico-visual en muchos momentos, ejemplo es como se representan los 40 días en el desierto de Jesús, tras ser bautizado hay una dura escalada del Mesías por una rocosa montaña,... (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de abril de 2011
22 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bien pobre es la creencia de todos aquellos que sólo buscan a Jesús cuando se sienten urgidos de resolver un problema. Bien pobre es llamarse católico o cristiano cuando se vive ignorando los mandatos del maestro. Y más pobre aún, es tener a nuestro alcance semejante sabiduría para aprender a vivir, e ignorarla de tajo cual si para nada pudiésemos necesitarla.

Puede acudirse a la ciencia para cuestionar algunos de los hechos que se atribuyen a Cristo y demostrar que se está en lo cierto; puede haber fantasía y afanes de idealización, en el comportamiento milagroso que suele atribuírsele; y es plenamente cierto que la iglesia, en gran parte, es absolutamente indigna del sagrado Jesús, pero ¡que alguien intente demostrar que sus ideas de convivencia y sus conceptos sobre el amor carecen de sentido!

“Has con los demás como quieras que los demás hagan contigo”. “Donde esté tu riqueza, allí también estará tu corazón”. “Si tus ojos son buenos todo tu cuerpo tendrá luz, pero si tus ojos son malos todo tu cuerpo estará en oscuridad”. “Si tuvieras fe, aunque fuera del tamaño de una semilla de mostaza, nada te sería imposible”. “Has el bien y da prestado sin esperar recibir nada a cambio”. “No hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a conocerse”. “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se destruye a sí mismo?”… Estos son caminos de verdad y es indudable que traerán paz a quien logre entenderlos y practicarlos como es debido.

“LA MÁS GRANDE HISTORIA JAMÁS CONTADA” sirve para rememorar a Jesús, y bastaría este recuerdo una vez al año, si sirviera para que alguna de sus palabras se convirtiera en nosotros en un hecho vivencial.

Con la mejor de las intenciones, George Stevens asumió el compromiso de hacer la mejor película de Jesús que hasta entonces pudiera hacerse. Contó con un altísimo presupuesto, un reparto de lujo, sets espectaculares, una historia fiel y clara en cosas esenciales… pero no lo logró. Sus momentos de brillantez se reducen a unos pocos: el acercamiento de Herodes a la prisión de Juan el bautista; el diálogo informal en el umbral de la casa de Lázaro; la resurrección de éste…

De resto, el filme resulta demasiado frío; la risa, la luz cálida, el entusiasmo o la fuerza emocional, lucen ausentes casi por completo, y un aire de tragedia interminable pareciera envolver todos los escenarios. Por otro lado, las estrellas de renombre tienen, casi todos, una presencia insignificante. Para mi gusto, rescato a Claude Rains, un tétrico Herodes en la que sería su última película, y a Van Heflin, de honda emotividad en la escena de la resurrección de Lázaro.

Sólo las palabras de Jesús, sonarán siempre sabias y eternas en cualquier filme que sobre Él se haga. No perdamos la oportunidad de ESCUCHARLAS algún día.
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6 de junio de 2012
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas religiosas cuentan con una serie de dificultades que hacen que cueste que el resultado final sea el que debiera. Primeramente suelen ser bastante largas. En este caso son sólo 141 minutos pero aún así es ya bastante. Luego el carácter de superproducción en la que se van narrando distintos episodios con una gran cantidad de actores, extras y demás pues tampoco acaba de resultar. Afortunadamente "La historia más grande jamás contada" se detienen en exclusiva en la figura de Jesucristo lo que salva en cierta medida esta crítica. De todos modos, al recorrer su vida, no queda más remedio que caer en esto que digo, una serie de episodios, uno detrás de otro con poco ritmo.

Pese a lo dicho las críticas de más peso son las que siguen. Para cualquiera con un mínimo de cultura religiosa, todo lo que aparece nos lo sabemos más que de sobra. Los diálogos, las curaciones, las predicaciones, San Juan Bautista y luego toda la pasión de Cristo. O sea que no hay manera de que nos sorprendan. Por eso la sensación de Deja-Vu es permanente. Además hay otra dificultad más: que se han rodado ya unas cuentas películas sobre la vida de Jesucristo. De este modo uno no sabe si las distintas secuencias que tiene en la memoria pertenecen a este película o a otra, si la que hace, por ejemplo, de María Magdalena, es Carmen Sevilla o no y así todo el rato.

Pese a lo expresado "La historia más grande jamás contada" trata de abstraerse de todo lo que no sea la obra de tal modo que logra dar vida a un filme sólido, muy correcto aunque con poca fluidez y en exceso lento, en fin, con todos los vicios y virtudes de las grandes superproducciones de antaño. Quizás la gracia de este tipo de películas es aportar algo más, cosa que consigue Mel Gibson en su "Pasión de Cristo". En esta ocasión la cinta de la que hablamos se mueve en los cánones clásicos lo que es quizás insuficiente para merecer más nota de la que le otorgo.
Reaccionario
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de abril de 2020
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirigida con maestría por George Stevens, el filme fue ante todo una superproducción de Hollywood filmada para Cinerama y excelente reparto donde destaca la actuación de Chartlon Heston como Juan el Bautista, un vigoroso profeta; y la representación de Jesucristo por el gran actor que fue Max Von Sydow; su rostro enigmático y profundo, nos hace recordar al Nazareno y la misión que cumplió aquí en la tierra; y hasta John Wayne actuó como centurión romano; esta película sirve perfectamente para rememorar la vida de Jesús.

El productor y director George Stevens se atiene a los hechos literales, ortodoxos y familiares de los cuatro evangelios. Ha despreciado trucos o falsedades en la trama y no ha escatimado en caracterización y puesta en escena. Lo que Stevens pone a la vista, en general, es el cine panorámico, fondos creados de manera canina, especialmente las estupendas colinas de Utah.

Esta cinta logra dar vida a un filme sólido, muy correcto aunque a veces resulte poco dinámico y pueda resultar lento.

En resolución, con los vicios y virtudes de las grandes superproducciones de antaño, la gracia de este tipo de películas es aportar algo más sobre los Evangelios, lo cual consigue. La cinta de la que hablamos se mueve en los cánones clásicos.
Kikivall
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 5 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow