Puede que el movimiento #MeToo sea uno de los escándalos más sonados de la historia reciente de Estados Unidos, y uno de los hitos más importantes en la historia del feminismo, por lo que la manera de tratar el tema desde su "intrahistoria", me parece muy acertada. El costumbrismo de un "día más en la oficina" facilita la empatía con una testigo directa y, en cierta forma, también víctima de los abusos de un importante productor de cine. Si hablamos de Hollywood, de Harvey Weinstein, o de cualquiera de las rutilantes estrellas que han sido víctimas, corremos el riesgo de perder contacto con la realidad por parecer un mundo tan lejano. Sin embargo "The Assistant" baja el problema a la realidad cotidiana de cualquier ciudadana, por lo que favorece la empatía y facilita la comprensión del escándalo y su magnitud, a la vez que alerta de este tipo de abusos en cualquier puesto de trabajo, tenga o no relación con el mundo del cine, y del machismo que generalmente impera en ciertos ambientes profesionales.