Haz click aquí para copiar la URL

Los chicos del barrio

Drama Sorprendente debut del jovencísimo John Singleton -nominado al Oscar al mejor director con sólo 24 años- en un drama que cuenta la historia de tres amigos de la infancia que viven en un peligroso barrio de Los Ángeles. Los tres deberán enfrentarse a difíciles dilemas para abrirse camino en la vida. (FILMAFFINITY)
<< 1 3 4 5 6 7 >>
Críticas 34
Críticas ordenadas por utilidad
16 de abril de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente no tenía muchas expectativas con esta película, la cual no me llamaba mucho la atención. Pero decidí verla por las críticas que había leído, y por estar dirigido por John Singleton; el cual hasta la fecha tiene el récord por esta película de ser el director más joven nominado al Óscar.
Después de verla tengo que reconocer que la película es buena. Uno disfruta con una historia llena de pasión, y que nos retrata la vida de esos barrios humildes de Estados Unidos. Unos barrios donde la mayoría de la gente que reside es gente de color, los cuales no tienen muchas oportunidades para salir adelante. Una especie de guetos donde el racismo también existe entre negros y negros.
Se nos presenta un guion con gran fuerza donde unos niños crecen educados de forma muy distinta por padres muy dispares. Algunos padres intentan inculcar buenos valores a sus hijos para que no se junten con bandas y acaben con un tiro en la calle; pero el día a día es complicado y la tentación de ganar dinero fácil siempre incita a unirse a un grupo que tiene las armas como artículos de trabajo.
La película engancha desde el principio gracias a esos personajes muy bien creados que te llevan de la mano por unas calle peligrosas donde las bandas se enfrentan unas con otras. Unos personajes que dicen frases muy inteligentes en las que nos exponen el problema del racismo, la violencia, la educación, la sexualidad y muchos aspectos más que son cruciales parar afianzar los pilares de la vida.
Un reparto fantástico encabezado por actores que se han abierto un hueco en el mundo de Hollywood. Un espacio muy complicado para los actores de color, pero que ellos han luchado para demostrar su enorme talento. Ice Cube, Cuba Gooding Jr., Laurence Fishburne o Angela Bassett son algunos de los intérpretes que nos regalan unas actuaciones de gran calidad para que uno se adentre mucho más en la trama que se narra y, pueda sentir ese fuerte drama que se desarrolla.
En fin, "Los chicos del barrio" es una película mítica de los años 90 que cuenta con una estética muy marcada por esos coletazos que se vivían todavía de los 80. Un film que después de tantos años sigue demostrando que su historia cuenta con una fuerza muy potente debido a como está narrada. Y esto es importante ya que después de este film se han rodado muchos otros exponiendo el mismo tema, los cuales en muchos casos no consiguen alcanzar la misma calidad. Ya que para poder emocionar o enganchar no es necesario solo ver tiros, asesinatos y sangre en las calles. No solo se necesitan escenas que impacten visualmente; sino que deben estar respaldadas por una gran historia. Y este es el caso.
icaro_81
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de febrero de 2024
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuba Gooding Jr. tiene un padre estricto y al hacerse mayor es un muchacho formal. Ice Cube, cuya madre es algo más barriobajera y que se ve superada ante la tarea de educar a sus tres retoños, es un vulgar camello de poca monta que se pasa los días sin hacer zascandileando y trapicheando. Como él hay otros muchos igual de chulos y propensos al conflicto por lo que los enfrentamientos por el control del territorio son inevitables.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
El Extranjero
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de mayo de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para ser la primera película de John Singleton se puede decir que es francamente buena. Incluso fue nominada (aunque se sabía que no tenía nada que hacer) al Oscar a la mejor película.
Está realizada con honestidad y realismo, y contiene escenas realmente de calidad, que sobrecogen al espectador. Sin embargo yo noté un cierto regusto a didactismo, a panfleto, en algunos momentillos.
Esto, no obstante, no supone para mí un gran fallo, por cuanto el director cuenta lo que le sale del corazón y lo que le preocupa día a día.

https://filmsencajatonta.blogspot.com
Constancio
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de junio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
199/59(31/05/21) Aclamado, aunque algo arrugado debut en el cine de John Singleton, que escribe y dirige (por amabas labores fue nominado al Oscar, siendo el más joven con 23 años en serlo, además de ser el primer afroamericano en optar al galardón de dirección), hace ahora 30 años se estrenó esta cinta (13 de Mayo de 1991 en el festival de Cine de Cannes), que retrata el sub mundo de los barrios marginales angelinos plagados de conflictos de bandas negras, y donde se convive con las drogas y la violencia. Singleton desarrolló inicialmente la película como requisito para su solicitud a la escuela de cine en 1986 y vendió el guión a Columbia Pictures al graduarse en 1990, inspirándose en su propia vida y en las vidas de las personas que conocía, insistiendo en dirigir el proyecto. También durante la escritura, fue influenciado por la película de 1986 “Stand by Me”, que inspiró una escena en que tres amigos niños descubren un cadáver abandonado en un parque. Ello en un relato crudo de las vidas al borde del abismo de un grupo de amigos con sueños y frustraciones en Los Ángeles de South Central, Crenshaw y Century, barrios donde la violencia es latente en su clima de desesperanza, una zona donde los negocios florecientes son las tiendas de armas, las licorerías y por supuesto el tráfico de drogas. Donde Singleton recrea a modo de sonido permanente (que termina por ser excesivo hasta la caricatura) el ruido de helicópteros surcando los cielos de estas calles, a modo de exponer una especie de ocupación policial. Toda esta atmósfera opresiva que se cierne sobre los personajes nos llega nítida, pero a la vez estos protagonistas me resultan arquetípicos, sin fuerza motriz, delineados en pocos trazos, donde uno es un estudiante modelo, otro es un soñador jugador de rugby y el tercero es el ‘malote’, ah, y está ese padre ‘perfecto’, un líder agitprop de la comunidad negra, y de ahí no se salen, quedándome todo previsible, sin margen a la sorpresa. Siendo protagonizada por un correctito Cuba Gooding Jr, un blandito Morris Chestnut, yu los que si aprovechan sus papeles, como un gran Ice Cube, y un arrollador y carismático Laurence Fishburne (emulando a un Aticus Finch afroamericano).

Tre Styles (Cuba Gooding Jr.) criado por su madre divorciada, Reva (Angela Bassett), al inicio es trasladado de una parte de South Central a otra para vivir con su padre, Furious (Laurence Fishburne), después de meterse en una pelea en el patio de la escuela. Es el buen hijo de padres divorciados, niño modelo tiene más posibilidades de salir del barrio. Ricky Baker (Morris Chestnut) es el atleta, y Doughboy (Ice Cube) es su medio hermano, adolescente problemático que ha pasado por la cárcel. Sus caminos se cruzan constantemente al cruzar la calle frente a sus casas suburbanas. El padre de Tre, Furious Styles (Larry Fishburne), trabaja en préstamos hipotecarios, es un estricto disciplinario que intenta alejar a su retoño de los peligros de las calles. Un barrio donde los chavales convivirán con el acoso de helicópteros, muertos abandonados, o piques que acaban en tiroteos por simples empujones.

Posee por supuesto un mensaje contra la violencia, sobre todo entre la de los negros contra negros, ello se nos dice sutilmente (o no) que es auspiciada por los ‘blancos’ (¿?), pero esto me queda chirriante cuando se glamuriza el ‘heroísmo’ de la venganza salvaje, así lo entiendo yo, que el comportamiento en el clímax del rol de Cuba Gooding Jr. se puede ver como una loa en su frialdad propia de un gangsta. Ello en el contexto manipulador del despertar de la inocencia en una barrio donde esta nos e sabe si ha estado presente alguna vez. También me ha sido un tanto tramposo el modo soslayar el mundo de las drogas, solo una mujer yonkis parece, resto de personajes nunca los vemos consumir, una asepsia grimante. Como lo es que no se hablen de bandas, en precisamente estos barrios plagadas de ellas y que se movían por códigos de pertenencia y de propiedad de las calles, es como si se inventaran una realidad paralela para amoldarla a su acomodaticio mensaje

Singleton establece las amistades a través de la ociosidad que vemos cuando están en los porches de las casas charlando los jóvenes unos con otros, en medio de naderías o conversaciones sobre sueños. Asistimos a la relación paterno-filial de Furious con Tre, donde el segundo es una mera esponja que admira y bendice todo lo que su combativo padre le dice, ello en medio de sermones que se notan teledirigidos para el espectador más que para Tre, ejemplo es la (forzada) escena en que lleva Forious a Tre y su colega Ricky enfrente de un cartel publicitario, ello se convierte en un mitin al que se acercan los vecinos a opinar sobre lo que desprende la publicidad, sobre que los negros deben unirse para proteger sus barrios, en realidad, si lo piensas, es algo racista, la unión de los afroamericanos solo tiene sentido contra un enemigo exterior, por supuesto el demonio blanco. Pero aparte de esto, la película tiene poco que decir como análisis de profundidad de la violencia en estos barrios y como acabar con la lacra, pues incluso es contradictoria cuando vemos que la supuesta brújula moral Forious tiene un gran revólver que utiliza sin pensárselo contra unos ladrones que huyen de casa. De hecho la violencia que vemos se da por un simple empujón, donde la reacción de ‘gallitos’ desemboca en una masacre que da idea de la mentalidad primaria de esta gente.

Los personajes resultan la mayoría meros tópicos con patas, Tre es alguien demasiado blandito y perfecto, un manso que no me lo creo, ni bebe alcohol, ni fuma, ni se droga, ni por supuesto se implica en delito alguno. Incluso nos cuelan un romance con una joven ultra católica chirriante, que nada aporta, apareciendo en lo manido sacado de un “American Pie” de baratillo, un pegote que desvía de lo importante (incluso con esa ridícula sub historia de tener que escapar desnudo del dormitorio de una chica);... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3 de setiembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película dejó una huella imborrable en la cultura hip-hop y en la conciencia de una generación: "Boyz n the Hood" (en español, "Los Chicos del Barrio"). Es una joya cinematográfica, una crónica implacable de la vida en los barrios marginales de Los Ángeles, donde el hip-hop era más que música; era una voz que narraba las realidades más duras de la vida urbana.

La película nos introduce en la vida de tres amigos: Tre, Doughboy y Ricky, cada uno representando diferentes caminos en la interminable lucha por escapar de las trampas de la violencia y la pobreza. En el corazón de este drama, se encuentra una poderosa reflexión sobre las desigualdades raciales y económicas que han marcado la historia de los Estados Unidos. A través de sus personajes, "Boyz n the Hood" nos muestra cómo las circunstancias pueden moldear el destino de las personas, y cómo la violencia y la discriminación pueden arruinar vidas prometedoras.

La narrativa de la película es tan cruda como necesaria. Singleton no teme mostrar la brutalidad de la vida en los barrios marginados, ni presentar personajes que toman decisiones difíciles. Esto es lo que la hace auténtica y atemporal. En el corazón de esta película, encontramos el nacimiento de un movimiento cultural que dio voz a una generación que luchaba por ser escuchada. Y que sigue viva.

Uno de los aspectos más impactantes de "Boyz n the Hood" es su banda sonora, que incorpora canciones icónicas de artistas como Ice Cube y Eazy-E, quienes no solo eran parte del elenco sino también pilares del emergente género del gangsta rap. La música, fusionada con la narrativa, aporta una capa adicional de autenticidad y profundidad emocional a la película. La colaboración entre el cine y la música en este proyecto no solo fue innovadora, sino que también contribuyó al auge del hip-hop en los años 90.

Como rapero "pureta" y cinéfilo, me resulta imposible no admirar la influencia que "Boyz n the Hood" tuvo en la cultura hip-hop y su capacidad para generar un diálogo sobre cuestiones sociales urgentes. Esta película sirvió como espejo para la realidad de muchas comunidades marginadas y, al mismo tiempo, como una llamada de atención al mundo exterior.

Para mí, "Boyz n the Hood" es una obra maestra del cine que trasciende géneros y épocas. Es un testimonio crudo y sincero de una época y una comunidad, y un recordatorio de que el hip-hop no solo es música, sino también una voz poderosa que puede provocar cambios y despertar conciencias. Si aún no la has visto, te insto a hacerlo y a apreciar la riqueza de su narrativa y su impacto en la cultura hip-hop.
HipHopForReal_incinema
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 3 4 5 6 7 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow