Rápida y mortal

Western diferente de la mano de un gran director, con mucho de su estilo personal, sobre todo en la forma de grabar las escenas con un enfoque diferente.
Un film que cuenta con un reparto amplio y de mucha calidad.
Momentos graciosos, serios, sensuales, románticos y tensos siempre situados en escenarios y situaciones conseguidas.
Su toque de humor solo será apreciado para los seguidores de este director.
Lo mejor: El reparto, poder ver a algunos de estos actores en un papel diferente al que estamos acostumbrados y la crudeza de la historia de la pequeña niña y su padre.
Lo peor: Aunque gracioso y típico en Raimi queda feo la voltereta al disparar a Hackman.
Mejor escena: Crowe y el tiroteo final.
Las Frases: Este duelo no acaba hasta que muere uno de los dos.
Siempre habrá perdón si tu lo imploras.
Creo que no me has oído bien, he dicho que me gustas.
A caballo con manchas ninguna bala lo puede matar.
¿Por que me haces esto?
Por que mañana podríamos estar muertos.
Solo pretendo su respeto.
La ley ha vuelto a esta ciudad.

Si el casi extinto género del western resurgiera en la actualidad de sus cenizas, sería con películas como esta. Y no es porque el argumento sea muy original precisamente, porque estamos ante el más típico de este género, sobre todo del spaghetti western (subgénero al que homenajea claramente el director: pistolero vengador de una antigua afrenta y tirano que tiene dominado un pueblo). La única diferencia es que aquí el pistolero vengador es una pistolera vengadora... y, contra lo que se podría imaginar, Sharon Stone resulta bastante convincente y efectiva en su papel, interpretando perfectamente a su personaje en el aspecto "duro", pero también en sus debilidades, como las dudas e incluso el miedo.
Personajes en general atractivos que no carecen de sus propios dramas personales como el hijo del "dueño" del pueblo (Leonardo DiCaprio) y su desesperación por conseguir el respeto de su padre, interpretado este último por un magnífico Gene Hackman.
La cinta tiene un ritmo narrativo que no deja tiempo al aburrimiento, con una historia que no cansa ni aburre y que tiene sus matices interesantes.
La guinda es una buena banda sonora de Alan Silvestri.
Muy buen western moderno.

Obviamente, en un pueblo llamado Redención y con un líder que responde al nombre de Herodes, poco lugar hay para las sutilezas. El discurso Rápida y mortal es tan evidente que sólo podría ser más claro si cantara La Traviatta entre tiro y tiro. Pero lo cierto es que esto es una película de Sam Raimi, y Raimi, antes de entrar en el mundo Spiderman, siempre fue sinónimo de parodia, de caricatura y de exageración. Rápida y mortal es un divertimento en forma de western, pero no es un western a lo Leone ni tampoco un western crepuscular. Es simple y llanamente una película sobre una venganza ambientada en el Oeste, que nunca se decide por ser comedia, drama o ambas cosas sin ninguna elaboración argumental o de personajes.
Afortunadamente ahí está Gene Hackman para aportar presencia y veteranía a un rol más plano que una tabla de surf y sobre todo Russell Crowe, al que da gusto ver en una faceta mucho más vulnerable y tímida de lo normal. Su personaje, además, es el más interesante y el mejor escrito y eso permite al neocelandés mostrar todo su talento y su carisma inmenso que tendría premio tres años más tarde, con el pelotazo de L.A. Confidential.
Para pasar el rato sin pretensiones.

Lo mejor: Gene Hackman y sobre todo Russell Crowe.
Lo peor: La película no se toma en serio a sí misma en ningún momento y por tanto el interés en su historia es nulo. Y aunque sea injusto ponerlos aquí, no hay quien se crea a Sharon Stone y Leonardo Di Caprio en semejantes roles, por muchas ganas que le pongan.

"Rápida y mortal" engrosa, con todos los honores, el basurero celuloide norteamericano de esta década y bien pudiera participar en nulidad cinematográfica con cualquiera de las producciones del mítico Ed Wood. Lo peor es que tras las producciones de aquel apenas había recursos disponibles más allá de un desbordante entusiasmo y un limitadísimo talento, pero tras "Rápida y mortal" hay una producción suficiente como para que al menos no se nos tome el pelo.
Disfrazado de "western", esta pseudopelícula, parte del típico argumento del género (la venganza) e intenta darle una perspectiva femenina con el protagonismo de la "star" Sharon Stone, quién vuelve a su pueblo natal a fin de vengarse del asesino de su padre - un malo malísimo Hackman: ¡uy qué miedo!. Todo a partir de una inspiración nada menos que leoniana (música, atmósfera, fisonomía de los personajes, ubicación territorial de la historia...), resultando altamente ignominioso a la memoria del gran renovador italiano.
"Rápida y mortal" es una película de una pretenciosidad estúpida, burdo y ridículo: hay unos desternillantes toques de modernez, unas gafas de sol, por ejemplo; que cuenta con un guión antológicamente horrible y un desaprovechamiento lastimoso de buenos actores (Hackman o Crowe a la cabeza, de Stone no se puede esperar gran cosa sacada de su indiscutible fiereza erótica) y aquí más que interpretar está para desfilar modelos de vaquera en la pasarela Cibeles y poner cara de forzado estreñimiento.
Párrafo aparte para la realización de Sam Raimi, una pantomima risible, artificiosa, insoportable y rigurosamente vomitiva en sus penosas influencias de cómic.
Una basura que llena cualquier contenedor.

Es una película donde se lucen los actores y el punto principal es el suspenso,
mmmm
¿qué pasará después?
Todas las actuaciones me encantan (en especial Sharon Stone, ésta sí que se luce; Gene Hackman, muy buena actuación; Russel Crowe, aunque nunca me gustó mucho pero tengo que aceptar que hace una buena actuación y Leonardo DiCaprio, aunque en esta película no se luce como lo suele hacer, supo aceptar con un muy buen papel su rol secundario, hace un buen papel sin salirse de su márgen de secundario).
Después de esto todo sigue en órden!