The Quiet Girl

Preciosa película irlandesa, que en la reciente Seminci 2022 consiguió los galardones del Premio del Público y la Espiga de Plata. Ya había ganado un buen número de premios en otros certámenes y no es de extrañar por cuanto es una cinta visualmente bella y con una historia que llega con facilidad al corazón humano.
La historia está llena de amor, cariño y respeto y es, a pesar de su ritmo, al menos aparentemente romo pero siempre yendo con firmeza hacia adelante, muy interesante y entretenida.
Las interpretaciones son excelentes, destacando sobremanera la niña Catherine Clinch y nada falla en una narración sobria y segura, con los diálogos precisos y una puesta en escena sencilla pero eficaz.
Nada falla en la narración, siendo en todo momento clara, logrando conmover.
La bondad por encima del egoísmo, la delicadeza en el trazo y las interrelaciones en una familia que ha sufrido lo suyo pero que trata a la recién llegada como un ser humano con sus propios valores, borrándole la soledad y tristeza que hasta entonces llevaba consigo.
Un verdadero poema a la humanidad, a la dulzura, a la afabilidad, un canto a la rectitud e integridad humana, que deja un grato recuerdo tras su visión.
Muy recomendable.

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The Quiet Girl (Colm Bairéad, 2022). Poema sobre el silencio, la inocencia, el dolor, la bondad y la infancia. La cadencia del idioma irlandés, el paisaje autóctono, la inteligente y elegante resolución narrativa nos arrastra... como la misma existencia lo hace en su devenir. Cuando el cine es vida, y desde la pantalla se perciben sus latidos. Un lienzo ejecutado con reposo, sensibilidad, sencilllez, maestría y humanidad que culmina -cual milagro fílmico- en catarsis emocional. La maternidad, la paternidad y la pertenencia mirándonos a los ojos.

Un sencillo drama irlandés hablado en gaélico, donde el punto de inflexión es el amor y el cuidado de los niños, ya que marcara la forma de ser en su vida adulta.

La historia se centra en la Irlanda rural de 1981. Cáit es una reservada niña de nueve años que está desatendida por parte de su familia numerosa, muy pobre y disfuncional. Tiene dificultades en la escuela y en casa, ha aprendido a pasar desapercibida para los que la rodean. Cuando llega el verano, Cáit es enviada a vivir con unos tíos lejanos que no conoce y sin saber cuándo volverá a casa. Poco a poco y gracias a los cuidados de la familia, comienza a hacer progresos y descubre una nueva forma de vida. Pero en esta casa donde existe el cariño y no parece haber secretos, ella descubre una dolorosa verdad.

La sensibilidad de las imágenes captadas por su director Colm Bairéad, quien también escribe el guion, consigue conmoverte, ya que comprendes lo que está sufriendo la niña que tiene un carácter adorable y que claramente está falta de lo más esencial en esta vida. Catherine Clinch es la dulce y encantadora Cáit que con pocas palabras es capaz de decir mucho.

Sorprende lo poco afectivos que son los irlandeses a la hora de expresar sus sentimientos, algo muy diferente a los latinos que somos más cálidos y cariñosos.

No cae en la lágrima fácil este sutil drama irlandés que consiguió en el Festival de Valladolid 3 premios, incluyendo Espiga de plata.
Destino Arrakis.com

Irlanda, principios de los años 80. Las primeras imágenes de 'The Quiet Girl', película dirigida por el irlandés Colm Bairéad, ponen en alerta al espectador sobre lo que puede esperar de una propuesta, con ajustado metraje, que encuentra en lo formal su razón distintiva. Cáit (Catherine Clinch) es una preadolescente parca en palabras. Tanto en el ámbito familiar como en el escolar, parecer huir del contacto personal. La soledad es el refugio de una joven que hace patente el déficit afectivo arraigado en el seno de una familia tan numerosa como disfuncional.

Sus progenitores, ante el nuevo embarazo de la madre, deciden que pase las vacaciones estivales con una madura pareja. Familiares lejanos a los que ella no conoce. Esas semanas de convivencia van a desarrollar entre los protagonistas vínculos inesperados. Impresionante el despliegue gestual de la debutante. Sus miradas, reforzadas por ojos cristalinos, tan hieráticas como potentes, reflejan la tensión y desazón del momento.

Porque en 'The Quiet Girl' su director da buen ejemplo de diestra utilización del lenguaje cinematográfico. Esa experiencia tan difícil de conseguir (pero única e incomparable cuando se alcanza) consistente en decir mucho con imágenes, dejando el lenguaje verbal en segundo plano. Colm Bairéad compone una puesta en escena contemplativa, lírica, con buen acompañamiento de la música, de las elipsis y un refinado gusto por la luz. Cada plano es capaz de transmitirte algo.

Desolación, pérdida, descubrimiento, orfandad de cariño, angustia, terror, vistas a través de las vivencias de una niña, logran más que conmover, que también, zarandear, creando una atmósfera áspera, que apela a la incomodidad. Y al miedo. Con escenas inquietantes dónde un sentido abrazo y dos simples palabras: ''Papi, papi'', resumen a la perfección un estado de violencia soterrada.

Y me deja tocado.

Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para http://rockandfilms.es

Este es el debut cinematográfico escrito y dirigido por Colm Bairead que adapta la novela “Foster “(2010) de la escritora irlandesa Claire Keegan. En la Irlanda rural, en 1981, Cáit es una reservada niña de nueve años que está desatendida por parte de su pobre, disfuncional y numerosa familia. Se enfrenta en silencio con dificultades en la escuela y en casa, y ha aprendido a pasar desapercibida para cuantos la rodean. Cuando llega el verano y se acerca la fecha del parto de su madre, Cáit es enviada a vivir con la prima de su madre y su marido. Sin saber cuándo volverá a casa, se queda en el hogar de unos desconocidos sin más pertenencias que la ropa que lleva puesta. Poco a poco, y gracias a los cuidados del matrimonio Kinsella, Cáit realiza notables progresos y descubre una nueva forma de vivir. Pero en esta casa donde reina el afecto y no parece haber secretos, ella descubre una dolorosa verdad.
La notable película irlandesa es un bello drama familiar sobre la importancia del afecto y encontrar la bondad humana en una infancia desarraigada con pocos recursos, habla de la soledad y la protección del silencio. Está realizado con delicadeza, minimalismo y atención en los detalles, tiene un ritmo pausado, logra ser conmovedor sin sensiblerías. Hay que destacar la fotografía en formato 4:3 y cabe observar el contraste cromático de la casa de los padres de Cáit a diferencia de la vivienda de los Kinsella. Además, está muy bien interpretado por el reparto de actores formado por la niña Catherine Clinch, Carrie Crowley como su tía Eibhlin, Andrew Bennett (“El sótano”) como su tío Séan y Michael Patric como el padre si bien los personajes de los padres de Cáit no están muy desarrollados.
El film ganó el Oso de cristal a mejor película en la sección Generation Kplus del festival de Berlín del año pasado, obtuvo tres premios en la Seminci de Valladolid a la Espiga de plata, el premio FIPRESCI y el del público, ganó el premio del cine europeo a mejor fotografía, obtuvo dos nominaciones a los premios BAFTA a mejor guion adaptado y película de habla no inglesa y la nominación al Oscar internacional siendo la primera cinta hablada en gaélico que lo consigue.

Valoración: 8
Lo mejor: la sencillez del conjunto y la niña protagonista.
Lo peor: el poco desarrollo de los personajes de los padres de Cáit.

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