Yo soy todas las niñas

Crítica de una persona común y corriente:
La película está buenas, más allá de que hayan ciertas cosas que no me parecieron bien.
Primero, creo que los primeros 10 minutos de película eran escenas inconexas entre sí, y que no entendés nada de lo que está pasando. Ésto pasa luego durante el resto de la película, pero al ya conocer a los personajes no te perdés.
Y por último, no se entendió muy bien, de toda la película qué era basado en hechos reales y qué no. Además, por lo menos a mi, siempre me gusta ver fotos de los eventos o los personajes reales cuando se trata de una película basada en hechos verídicos.
En fin, estuvo buena, por ser de Sudáfrica no dejen de darle la oportunidad.

La película no desbarda de recursos y el guión no se destaca por desarrollar una trama elaborada, aún así, las escenas son bien logradas, los movimientos de cámara son correctos y se puede pasar un buen momento con una propuesta que vuelve a interpelar al espectador en un tema tan complejo como la corrupción, las drogas y la trata de personas.

Los personajes son bien interpretados y la acción es un condimento bien aplicado.

El guión secundario acompaña bien el desenlace y en mi opinión es una película buena.

Lo que se cuenta es interesante; la injusta situación de sobreexplotación en la que se han visto y se ven envueltos niños y niñas del mundo y la manera en que los utilizan como mera mercancia, como no se respetan los derechos humanos. Denuncia necesaria y categórica. Sin embargo, a mi modo de ver la narración es algo torpe al principio, uno se pierde entre cambios de momentos, escenas y personajes, siendo complicado entender que es los que nos están contando. Al final pillas la cosa bastante bien, pero hay que admitir que en este sentido la cosa es mejorable. Además, se apuesta por no hurgar en la herida, cómo si no quisiera ser efectista en ningún momento, lo que por un lado hace que el drama no impacte para nada, todo narrado sin muchos sobresaltos.
En cuanto a los actores, pues las intepretaciones son correctas, apropiadas al relato, quizás sin destacar demasiado.
Por otro lado, el basado en hechos reales, está cogido con pinzas. Por ello, el contenido es fiel a la realidad: la trata y abuso de menores. Sin embargo, hay algunas situaciones que no parece que casen mucho con la verdad de los hechos resultando demasiado surrealista, aunque tampoco se sabe exactamente lo que ocurrió, sobre todo en relación al tema de la venganza (no cuento más para no destripar). Por lo tanto, ¿que decir? Pues que la peli es salvable, aunque la acción resulte mejorable. El drama sobrio y poco morboso ayuda a degustar el producto aunque disgrega cualquier tipo de impacto positivo o negativo, de forma que al final todo es muy correcto, al fin, se ha visto algo digerible pero sin saber dejar huella en tu memoria, y creo que es una pena, pues había material de fondo y tema para conseguir mejores resultados.

“Yo soy todas ellas” es una historia de venganza inspirada en hechos reales. Un thriller que trata sobre la explotación y abuso infantil acontecido en 1994 en pleno apartheid sudafricano, y de cómo esto se ocultó a la población. La acción nos lleva a la actualidad, cuando siguen ocurriendo los mismos casos de pederastia y secuestro de menores.

Opino que se trata de un claro ejemplo de la fórmula Netflix de película efectista: superficial y sin profundidad (no se indaga demasiado en el hecho de que los gobiernos del apartheid ocultaran esos crímenes en los noventa, tampoco se aclara porque precisamente ahora Ntombi busca la venganza…). Y, por otra parte, otra de las características de la plataforma de streaming es la constante acción. Para nada hablamos de David Fincher, más bien del thriller justiciero de “Una mujer prometedora”, pero cumple el objetivo de entretener.

Comprobé su puntuación media en esta página web antes de ponerla en mi televisión, y al parecer, creo que es la que merece. Comparto la nota de los usuarios.

Aunque, siendo yo justo y sincero, incluso le bajaría un punto; y ese su final lo que me resultó tremendamente inapropiado.

La vi en compañía, y a mi madre por eso, le gustó más. Creo que le falta más crudeza y alejarse de cuestiones vengativas, que esto no debe acercarse, en ninguno de sus paréntesis, a las abundantes franquicias y/o sellos cinematográficos.

YO SOY TODAS ELLAS pierde su esencia a mitad de proyección e intenta recuperarla demasiado tarde.

Nota: 4'5