Run with the Hunted

Buenos actores, buena fotografía e historia interesante. Viendo las críticas era fácil esperar encontrar algo terrible, pero no ha sido así. Si bien, la trama e intensidad, va de mas a menos y el final es demasiado rápido nos encontramos ante una buena e interesante propuesta.

Los actores y el montaje, sobretodo la fotografía, le dan un aspecto de trabajo bien realizado muy alejado de las produciones más humildes.

Mi pareja y yo nos hemos quedado muy sorprendidos ante las críticas ya que nos parecen injustas. El hecho que no sea una obra maestra y el formato de 90min no permita desarrollar bien ciertos aspectos y personajes no quiere decir que se merezca un 3,8/10 en metacritics o un 4,9/10 em IMDB.

Una historia de personajes sacrificados. Intercambio de vidas asomadas al abismo en un mundo corrupto. Liberaciones del pasado que condicionan el alma en el presente. Pérdida de identidad al servicio del mismo diablo, moviendo los hilos de seres sin presente.

El asesinato de un padre desagradable a manos de un niño, como liberación vital. La culminación de un hecho tan atroz como demostración de amor y amistad, hará que el asesino escape hacia una ciudad que lo engulle y secuestra para el resto de sus días.

Argumento con demasiadas lagunas y elipsis que entorpecen un diálogo que no quiere andar ningún camino. Se siente torpe y pesado. Abre hilos argumentales que jamás se cerrarán y conductas que nunca se desarrollaron. Evolución de personajes justificadas con saltos en el tiempo abruptos. Las personalidades no cambian ni evolucionan, simplemente se estampan en el desarrollo de la historia como pegatinas sin dibujo. No se reserva espacio al dolor y el drama, ni se justifica un tramo final con escaso sentido y absurda resolución.

El elenco actoral ayuda al atractivo que la cinta propone, pero no es capaz de rellenar los huecos que el argumento posee. La fotografía atractiva y a contraluz de la mayoría de sus planos, dando pistas al espectador del rumbo equivocado de sus personajes o el intento pasional bañado de luz roja, no salvan una producción que parece estar hecha a media cocción.

Un resultado mediocre que te deja a medias. Todo queda expuesto con la apatía de quien prefiere resumir y callar lo interesante.

Se basa en la amistad de la infancia entre Oscar y Loux y los pocos escrúpulos que se pueden tener, por parte de los adultos, en este caso Birdie (Ron Perlman) y Sway (Mark Boone Junior) para vivir de unos niños que llegan en una situación de desprotección total.

Niños sin hogar son recogidos para formar parte de una familia, los chicos perdidos. Se les da cobijo y estos tienen que ir a realizar pequeños hurtos diarios, que cuentan con la aquiescencia de la policía, representada en el corrupto Flannery. A este grupo pasa a formar parte Oscar, después de la aprobación de su ingreso por parte del cabecilla de la trama Birdie.
15 años después Oscar es la mano derecha de Birdie y se encarga de formar a los nuevos integrantes de la banda.
Todo transcurre con relativa tranquilidad hasta que reaparece Loux, buscando a su viejo amigo.

La película está bien secuenciada, dotando de 43’ para toda la trama de la infancia de Oscar, principalmente, y Loux. A partir de ese minuto ya vemos a un Oscar adolescente (Michel Pitt), y vemos cómo le han ido los 15 años que han pasado.
La aparición de Loux después de 15 años se lleva de una forma un tanto forzada. El desenlace parece que se ha realizado sin saber qué hacer con él.

La película empieza con unas buenas tomas, unas flores, la lluvia, el tren, para luego realizar un contraste mientras se centra en la furgoneta de paisaje del campo vs el paisaje de la ciudad.
Otras buenas tomas cuando están Birdie y Peache (la niña) en el coche y luego se recrea en una toma parecida cuando están en el sofá al aire libre Peaches y Oscar.
Pero el guión es muy justito, y luego el director se centra más en la trama y se olvida de los pequeños detalles del inicio.