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El camino de regreso

Drama Jack Cunningham es una antigua estrella del baloncesto caída en desgracia, separado y sumido en el terrible mundo del alcohol, que trata de volver al sendero correcto como entrenador de un equipo de instituto cuya mayor peculiaridad es estar compuesto por un variopinto grupo de estudiantes sin demasiado talento. Quizá enseñar a luchar en la vida a los chavales es lo único que le remita el dolor por el que bebe todos días a todas horas. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 59
Críticas ordenadas por utilidad
28 de marzo de 2020
41 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director Gavin O’Connor proporciona a Ben Affleck la ocasión de mirarse al espejo con ‘The Way Back’, su último trabajo. Interpreta a un alcohólico. Todo el mundo en el celuloide conoce y está pendiente de su complicada relación con la bebida. Sus entradas y salidas de caros centros de rehabilitación tras otras tantas recaídas son portadas en los medios. Asumir un papel en semejantes circunstancias no está al alcance de cualquiera. ¿Provocación?. ¿Apología del egocentrismo?. ¿Extravagancia?. ¿Genialidad?. Sea como fuese, el caso es que Affleck se sabe en el punto de mira. Y en lo artístico no defrauda. En comedida interpretación, es la viva imagen de la desolación, del abatimiento. O’Connor impone un ritmo pausado mientras dibuja a un hombre torturado, con sufrimientos que amagan con provocar una explosión nunca materializada.

En efecto, Affleck da vida a un borracho. Un hombre que ha perdido a su mujer por la adicción y que mantiene a su hermana en vilo, mientras la siguiente metedura de pata se hace poco de esperar. Que bebe en soledad y en compañía, tras la barra de un bar o en el salón de casa, matando las horas del reloj hasta llegar a la cama como una cuba. Tampoco cambia esta rutina la llamada de su antiguo instituto para entrenar al equipo de baloncesto, del que antaño fuera una estrella. Nada sirve de aliciente.

‘The Way Back’ sitúa a su protagonista en una pendiente autodestructiva a prueba de frenos. Un declive en lo personal cuyas razones O’Connor cocina a fuego lentísimo, entroncándolo con el sentimiento de pérdida. Esas cosas irreemplazables frente a lo cuál, todo lo demás sobra, sabe a vacío. Envolviendo este drama conmovedor, se abre paso el golpe efectista en forma de equipo perdedor encaramado al triunfo a base de trabajo, esfuerzo y una pizca de mala leche, al que se añade el talento del nuevo entrenador.

Un ambiente muy americano se adueña de la puesta en escena: cheerleaders, esforzados jugadores, animosa competitividad y gusto por ciertos ideales. Ahí la propuesta se torna convencional. La hemos visto hasta la extenuación. Me quedo con la parte íntima, personal, los pequeños detalles de una historia realista, con interesantes apuntes sociales.

Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es/
Juan Pablo
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31 de marzo de 2020
24 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gavin O'Connor vuelve a hacer algo similar que con 'Warrior', aquella gran obra que mezclaba drama familiar con deporte y tocaba también el tema de las adicciones.
Aquí en 'The Way Back', el director aprovecha al máximo a un Ben Affleck que se brinda por completo en la que probablemente sea una de las mejores interpretaciones de su carrera, en la piel de un ex crack de básquet que, derrumbado anímicamente, pasa sus días bebiendo a troche y moche.
Cuando a nuestro protagonista le ofrecen ser el entrenador de un equipo de baloncesto de jovencitos, implementa todos sus conocimientos para sacar al grupo adelante tras una racha inacabable de partidos que terminaban en derrotas.
La película desarrolla de cerca el tema del alcoholismo y la autodestrucción, enseñándole al espectador hasta dónde es capaz de llegar el ser humano cuando pierde los estribos y se aísla de todo al refugiar y ahogar sus penas cotidianamente en incontables rondas de bebidas.
Las secuencias ligadas al deporte cuentan con la tensión típica que suele verse en este tipo de relatos y no innovan demasiado en ello, pero se las rebuscan (con situaciones ya muy exploradas y lugares comunes) para convencer y entretener con lo que ofrecen.
Affleck lleva a cabo una actuación de miradas perdidas y desoladas; de enfado y de negación. Esto lo consigue a partir de un nivel expresivo que se percibe cuando la cámara se detiene en su semblante. Conmueve y moviliza, siendo el punto más elevado de una cinta que ya pasada su primera media hora engancha.

7,5 / 10
Alaneche
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28 de abril de 2020
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este buen film sobre un personaje adicto al alcohol, interpretado por un inmenso Ben Affleck, la verdad es que llega a conmover...
Su guión de muy buena construcción es muy bien dirigido por su competente director...
Es una historia durisima con aspectos sobre las drogadicciones muy bien representados en pantalla.
Pero es también en su núcleo central una excelente epopeya de baloncesto universitario en USA, dónde este basket escolar, amateur es una religión.
Los avatares de los diversos personajes del equipo de baloncesto, se ven en pantalla con sus partidos correspondientes perfectamente rodados, recordando otras películas como (Hoosiers, más que ídolos).
Pero sobre todo es una historia de superación personal que a mi personalmente me llegó a emocionar, porque te enseña, con el personaje central de Affleck, que hacer para salir ADELANTE ANTE LAS ADICCIONES...
La parte deportiva es muy bonita y en definitiva tenemos una buena película educativa para todos.
camegcat
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15 de abril de 2021
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ben Affleck deja, por un momento, sus papeles de Batman y vuelve al drama puro con el metraje de O´Connor (Miracle, Warrior o The Accountant). Estos dos ya trabajaron satisfactoriamente en El Contable y es que no es ningún secreto que a nuestro querido Affleck se le dan bien estos roles de sufridor (supongo que en parte porque refleja algo de su vida privada).
No hay mucho que contar sobre el guion; sólo que Jack Cunninghan (Affleck) es un alcohólico que vive separado de su mujer. Jack se dedica a beber cerveza a todas horas, incluso en el trabajo o conduciendo. Las razones que le han llevado a esta situación tan penosa las iremos descubriendo a lo largo de los minutos. Sí se puede decir que Jack era, en el instituto, un gran jugador de baloncesto y que ahora, a falta de uno, el padre Devine le pide que entrene al equipo (es una forma de motivar a Jack, lógicamente). La llegada de Jack como entrenador va a ser brutal.
Lo mejor y lo que más emociona son las escenas de los partidos, cuando puedes palpar el potencial de Jack, no sólo como simple entrenador, sino como persona que se siente deprimida, frustrada y enfadada con el mundo.
Lo peor (que no malo), es que es una historia sencilla en la que puedes verte reflejado. Quizás el problema de que fuera un fiasco en taquilla (aparte de la pandemia), es esto, que esperamos un bombazo en la gran pantalla y no somos conscientes, muchas veces, que el bombazo puede ser algo tan simple como la historia de una vida, sin añadidos banales.
Affleck está sublime, de verdad.
Teresa
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31 de marzo de 2020
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
*El (aparente) género)

El género de deportes en el cine tiene un formato fácilmente identificable. Sea el protagonista un deportista o un técnico/coach, cumplirá con el esquema del viaje del héroe de Joseph Campbell: de su mundo ordinario (retirado o aspirante) aparece un llamado a incorporarse a un equipo donde conocerá al mentor, los amigos y enemigos. Viene varias pruebas en donde el equipo o él/ella pierde, intenta desistir y luego del discurso motivacional, avanza y obtiene la gran recompensa: la medalla, el trofeo o el primer lugar en la competencia.

Esto lo vemos en Rocky (1976), A league of their own (1992), Ali (2001), Rush (2013) o Race (2016), por ejemplo. Es un género muy amigable para el espectador pues lo satisface la alegría de que el protagonista alcance la meta. Y si el espectador es fanático de algún deporte, mayores serán las probabilidades de que le guste la película.

*Primera lectura: el baloncesto

En el caso de The Way Back, el deporte es el baloncesto (muy popular a nivel mundial). Pero el género desilusionará al espectador por la estructura que ha planteado su director. La desilusión está en el segundo y tercer acto; el primero, por el contrario, cumple con el viaje del héroe y es atrayente.

En el primer acto, el protagonista, Jack Cunningham (Ben Affleck) es un obrero con problemas de alcohol y con un pasado memorable como jugador de baloncesto en la liga escolar. El director de su antiguo colegio católico lo llama para entrenar al equipo de baloncesto, que no ha clasificado en mucho tiempo. Después de dudar, Jack acepta el trabajo.

El segundo acto de The Way Back comienza a tambalear pero el espectador sigue atento. Jack observa al equipo, sus deficiencias y fortalezas. En el equipo están los integrantes que cumplen con los estereotipos habituales: el talentoso pero tímido jugador, el afroamericano que le gusta el jaleo, el engreído, el casanova. Jack buscará la manera de que el equipo funcione, perdiendo y ganando algunos partidos.

El tercer acto da toda la vuelta al género, por tanto el espectador se verá sorprendido. Jack llega ebrio a un entrenamiento y lo despiden. El equipo es liderado por el profesor asistente y siguen sin Jack. No se sabe si ganan o no, la película no lo muestra. La escena final revela a Jack en otro lugar, jugando baloncesto.

Los planos y el manejo de las escenas del entrenamiento y de los juegos son atrayentes y realistas; pero la lectura del deporte en sí luce deficiente por la falta del desarrollo de los jugadores del equipo y del abrupto final del Coach Jack, distante de aquello que ayudó a construir. Incluso para lo que se espera del género y de Hollywood sobre el deporte, rompe por completo con la meta de la redención y esto se debe a la intención del director con The Way Back en la segunda lectura.

*Segunda lectura: el alcoholismo

El problema del alcoholismo es el tema de The Way Back y el baloncesto es solo la excusa para contar la historia de Jack Cunningham, quien se refugia en el alcohol para evitar enfrentar el sufrimiento por la muerte de su hijo y el divorcio. Gavin O’Connor se vale de planos cerrados, contrastes y la excepcional actuación de Ben Affleck para encaminar la historia de un hombre al borde del abismo hasta que el baloncesto lo motiva a encontrarse consigo mismo.

El abrupto rompimiento del tercer acto, fuera de las expectativas del género deportivo, es acertado para drama (género real de la película) pues le indica al espectador la verdadera razón de la historia: es Jack y no el deporte. No importa si el equipo gana la competencia, sino este hombre que decide rehabilitarse luego de caer en lo más hondo de su existencia.

*Conclusión

La película no sobreviviría sin Ben Affleck, quien aporta no solo sus dotes como actor sino su experiencia personal en su lucha con el alcohol. Las escenas de Affleck sumido en la bebida son dolorosas y llevada a cabo con absoluto respeto. Jack Cunningham es el mejor rol de su carrera y su mejor regreso a la gran pantalla.

The Way Back es un estudio del personaje en donde el protagonista, aunque no logra recuperarse de sus heridas, se encamina a ello. Y como todo héroe lo hace en solitario, jugando con un balón de baloncesto en la solitaria cancha del centro de rehabilitación.

Escrito por Ana Carolina De Jesus Dos Ramos
Cinemagavia
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