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Voto de Cinemagavia:
8
Drama Jack Cunningham es una antigua estrella del baloncesto caída en desgracia, separado y sumido en el terrible mundo del alcohol, que trata de volver al sendero correcto como entrenador de un equipo de instituto cuya mayor peculiaridad es estar compuesto por un variopinto grupo de estudiantes sin demasiado talento. Quizá enseñar a luchar en la vida a los chavales es lo único que le remita el dolor por el que bebe todos días a todas horas. (FILMAFFINITY) [+]
31 de marzo de 2020
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
*El (aparente) género)

El género de deportes en el cine tiene un formato fácilmente identificable. Sea el protagonista un deportista o un técnico/coach, cumplirá con el esquema del viaje del héroe de Joseph Campbell: de su mundo ordinario (retirado o aspirante) aparece un llamado a incorporarse a un equipo donde conocerá al mentor, los amigos y enemigos. Viene varias pruebas en donde el equipo o él/ella pierde, intenta desistir y luego del discurso motivacional, avanza y obtiene la gran recompensa: la medalla, el trofeo o el primer lugar en la competencia.

Esto lo vemos en Rocky (1976), A league of their own (1992), Ali (2001), Rush (2013) o Race (2016), por ejemplo. Es un género muy amigable para el espectador pues lo satisface la alegría de que el protagonista alcance la meta. Y si el espectador es fanático de algún deporte, mayores serán las probabilidades de que le guste la película.

*Primera lectura: el baloncesto

En el caso de The Way Back, el deporte es el baloncesto (muy popular a nivel mundial). Pero el género desilusionará al espectador por la estructura que ha planteado su director. La desilusión está en el segundo y tercer acto; el primero, por el contrario, cumple con el viaje del héroe y es atrayente.

En el primer acto, el protagonista, Jack Cunningham (Ben Affleck) es un obrero con problemas de alcohol y con un pasado memorable como jugador de baloncesto en la liga escolar. El director de su antiguo colegio católico lo llama para entrenar al equipo de baloncesto, que no ha clasificado en mucho tiempo. Después de dudar, Jack acepta el trabajo.

El segundo acto de The Way Back comienza a tambalear pero el espectador sigue atento. Jack observa al equipo, sus deficiencias y fortalezas. En el equipo están los integrantes que cumplen con los estereotipos habituales: el talentoso pero tímido jugador, el afroamericano que le gusta el jaleo, el engreído, el casanova. Jack buscará la manera de que el equipo funcione, perdiendo y ganando algunos partidos.

El tercer acto da toda la vuelta al género, por tanto el espectador se verá sorprendido. Jack llega ebrio a un entrenamiento y lo despiden. El equipo es liderado por el profesor asistente y siguen sin Jack. No se sabe si ganan o no, la película no lo muestra. La escena final revela a Jack en otro lugar, jugando baloncesto.

Los planos y el manejo de las escenas del entrenamiento y de los juegos son atrayentes y realistas; pero la lectura del deporte en sí luce deficiente por la falta del desarrollo de los jugadores del equipo y del abrupto final del Coach Jack, distante de aquello que ayudó a construir. Incluso para lo que se espera del género y de Hollywood sobre el deporte, rompe por completo con la meta de la redención y esto se debe a la intención del director con The Way Back en la segunda lectura.

*Segunda lectura: el alcoholismo

El problema del alcoholismo es el tema de The Way Back y el baloncesto es solo la excusa para contar la historia de Jack Cunningham, quien se refugia en el alcohol para evitar enfrentar el sufrimiento por la muerte de su hijo y el divorcio. Gavin O’Connor se vale de planos cerrados, contrastes y la excepcional actuación de Ben Affleck para encaminar la historia de un hombre al borde del abismo hasta que el baloncesto lo motiva a encontrarse consigo mismo.

El abrupto rompimiento del tercer acto, fuera de las expectativas del género deportivo, es acertado para drama (género real de la película) pues le indica al espectador la verdadera razón de la historia: es Jack y no el deporte. No importa si el equipo gana la competencia, sino este hombre que decide rehabilitarse luego de caer en lo más hondo de su existencia.

*Conclusión

La película no sobreviviría sin Ben Affleck, quien aporta no solo sus dotes como actor sino su experiencia personal en su lucha con el alcohol. Las escenas de Affleck sumido en la bebida son dolorosas y llevada a cabo con absoluto respeto. Jack Cunningham es el mejor rol de su carrera y su mejor regreso a la gran pantalla.

The Way Back es un estudio del personaje en donde el protagonista, aunque no logra recuperarse de sus heridas, se encamina a ello. Y como todo héroe lo hace en solitario, jugando con un balón de baloncesto en la solitaria cancha del centro de rehabilitación.

Escrito por Ana Carolina De Jesus Dos Ramos
Cinemagavia
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