Las tres noches de Susana

Después de asistir a las 3 noches de Susan, concluyo con la idea que la película empieza con la presentación de un número de personajes y que en el desarrollo de la trama, quedarán todos asentados para el futuro.

Mark (Dick Powell) ha ganado un oscar como guionista de comedias románticas, no fue por esta película pero sí por una parecida; ahora quiere escribir en serio, quiere escribir dramas, y nada mejor que fijarse en la vida de una delincuente. Susan (Debbie Reynolds) va a ir al reformatorio y la viene ni que pintada. Si esa muchacha merece ir al reformatorio, el mundo está loco y es injusto.

A partir de ahí se presenta el escenario que es la casa en la que habita Mark. Por la casa aparecerán los diferentes personajes a hacer su gracia: su secretaria, el amigo, la poli… Estará Susan y la novia también, he ahí el tema… Entrarán, saldrán, llamarán por teléfono, se cruzan… Todos queriendo hacer un enredo simpático. El caso es que el amor sonríe a unos y se resiste para otros. Es lo mismo que pasa con la vida: suerte para algunos e injusta para otros muchos... Así es la vida.

Una ligera y, a ratos, divertida comedia dirigida por Frank Tashlin, el director que firmó las mejores comedias de Jerry Lewis y que aquí, ya empieza a dejar clara su indudable personalidad que luego afianzaría y que hace reconocibles todos sus films por el magnífico uso del color que hacía, llenando sus películas de colores intensos, brillantes, luminosos, rosas, azules, naranjas, que dejaban una impronta magnífica y que marcarían su sello, al tiempo que ocupaban un destacado papel en marcar el tono ligero y desenfadado del film.
Al mismo tiempo, su cine, se caracterizaría por el predominio de los gags visuales que con Lewis alcanzarían verdadera maestría y donde, en esta película, ya empieza a despuntar ofreciéndonos algunos gags brillantes que son los que elevan esta película.
La trama es lo que hay que coger un poco con pinzas.
Comienza de manera brillante cuando otorga el papel de narrador de la historia a la estatuilla del Oscar que un guionista ( Dick Powell) ha ganado. Este, inmediatamente después, entra en crisis creativa, quiere hacer un drama serio sobre la delincuencia juvenil pero está bloqueado.
Dos policías amigos se presentarán en su apartamento con un " regalo" de Navidad. Le traen a una delincuente jovencita ( Debbie Reynolds) para que nuestro guionista le acoja en Navidad y así no tenga que ir al reformatorio y, de paso, su historia pueda servir de inspiración al escritor.

Aunque es de agradecer cómo maneja un tema peligroso para la censura de Hollywood ( una niña menor de edad vive una historia de amor con un hombre de 34 años y donde Powell, en realidad, tenía muchos más) tema que, por cierto, también Wilder manejaría con ingenio en " El mayor y la menor", la presenta de una manera un poco fantasiosa.
Esto y la manera en la que se desarrolla la trama después ( es la niña la que caza al escritor y, no al revés, hecho así para sortear la censura, indudablemente, y prestarle un tono blanco a la comedia), es lo que hace que el espectador deba aportar grandes dosis de credulidad para dejarse llevar, pero todo lo demás, en mi opinión, está plagado de indudables aciertos, desde los personajes ( la secretaria alcohólica magnífica, la novia sofisticada brillante, el abogado que precisa de su psicoanalista, los policías..), hasta las diversas situaciones y gags que plantea que llenan de simpatía al film.
Creo que esta historia procede de una comedia teatral. Así parece, desde luego. La mayor parte de la película se desarrolla en el apartamento del escritor. Pero Tashlin saca un excelente partido de ello, llenándolo de movimiento, ir y venir de personajes y puertas que se abren y se cierran.
El conjunto es una comedia que se ve con indudable agrado a pesar de las irregularidades que he señalado, esa trama no muy allá y que yo eche de menos al Tashlin más desopilante que vendría después.

Todo es agradable en las comedias de Frank Tashlin: los colores, los personajes, las situaciones, las casas y hasta los coches. Todo es bonito y todo transmite riqueza, lujo y buen rollo, hasta mola mucho que sea el Oscar el narrador de la historia, no todo iba a ser el muerto en la piscina de 'Sunset Boullebard'. Un año antes de colaborar con su amigo Jerry Lewis, Tashlin se decidió a adaptar una obra de teatro disimulando un poco el escenario único (también con decorados supercoloridos) y suavizando un poco una situación, una menor viviendo con un treinteañero, que hoy sería un escándalo. Todo está bien y hasta la canción, muy empalagosa, fue nominada al Oscar. Atención también a la fugaz presencia de la impresionante Mara Lane como vecina vamp de Dick Powell.

El quinto largometraje de su director, que un año más tarde empezaría su fructífera colaboración con Jerry Lewis, fue el primer título destacable de su filmografía. Partiendo de una estructura que juega con los límites de la permisividad del Hollywood de la época, construyó una comedia ocasionalmente entretenida, solo a ratos, en la que saca partido del material y hasta de sus propias deficiencias.

El guion es bastante inusual, original, pero tampoco es demasiado atractivo. Lo mejor la cara bonita de Debbie Reynolds y esa frescura que traslada a la historia. Lo peor, demasiado repetitiva en cuadros concretos, y un poco lenta para mi criterio. Estuvo nominada para dos estatuillas, mejor canción y sonido. Un 5.