Revisado el debut de Sofia Coppola veinte años después, la cosa no era para tanto. Sí, se nota el poder visual de la joven realizadora, su capacidad para revivir mundos desde una perspectiva moderna, casi megapija, pero empiezan a notarse sus inconsistencias narrativas (palpables en su última película, 'Priscilla') y sus decisiones de 'sí porque me da la gana'. Demasiadas cosas no tienen sentido en las peripecias de las seis hermanas, empezando por su supertrágico final, y eso puede arruinar una película. En su momento, en el ya muy lejano 1999, no ocurrió, también gracias a las maravillosas canciones de tantos grupos de la época y de los Air franceses.

John Barry, Bernard Herrmann, Alfred Newman y un enorme etcétera han aportado sus partituras para sublimar películas y convertirlas en obras maestras. Dave Brubeck, el autor de la banda sonora de esta adaptación de una novela de Agatha Christie, también pasará a la historia por lo contrario, por arruinar todos y cada uno de los planos donde se oye su saxo, su contrabajo y su maldita alma. Al parecer, la película tenía banda sonora de Pino Donaggio, el habitual compositor de Brian de Palma, pero los productores decidieron cambiarla por otra banda sonora de Brubeck. Cuando éste se negó a componer el trabajo en solo dos semanas, ellos utilizaron otros temas. Qué espanto de jazz trotón para una película de misterio ya de por sí mortecina. Y si a este truño unimos unos flashbacks en blanco y negro que van y vienen como salmones en la corriente y unos flashbacks también sonoros que parece que el prota oye voces pues, oye, se impone el stop en el dvd, para quien lo conserve.

A ver cómo resumo esta película que solo he visto yo en el mundo entero. Resulta que una chica es asaltada por un chico en patines en casi el único plano de exteriores de la película y un joven muy guapo y estiloso que visitaba una exposición de arte sale para socorrerla. Por ahora, bien. El chico como es estiloso, ya digo, oye mucho jazz en casa pero el director quiere resaltar más la cosa y mezcla planos de un tío tocando el saxo por las calles y así rodar los otros tres exteriores del truño. Pero sigamos, la chica, aprovechando, pues ya se queda a vivir con el maromo pero también aprovecha y decide animar la vida pija de su amado protagonizando una serie de fenómenos paranormales con vestidos rasgados y demás que consiguen que la hora que queda de peli se transforme en una tarde ya perdida para siempre y arrojada al pozo de la estupidez. Ellos son el hombre sin labios (Charles Edwin Powell) y la francesa con cara de susto (Charlotte Gainsbourg) pero también pasan por ahí Nastassja Kinski (para matar al David Bailey que solo salga 5 minutos), Molly Parker y John Hannah, sí, el de 'La Momia'. Las risas, en el spoilerrr

Jarmusch sabe muy bien que rodar en blanco y negro con actores muy conocidos, un guion de tres páginas y mucho diálogo poético aporta premios, prestigio y críticas. Otra cosa es que sus pelis trasciendan. Unas lo han hecho y otras no. 'Dead Man' se apunta al segundo montón por culpa de eso, de un guion que cabe en una cajetilla del¡ tabaco que todos los protagonistas buscan durante la peli. Rodar cómo un personaje callado (sí, otra vez Johnny Depp en su papel de siempre) cabalga por el bosque mientras se encuentra con gente y otra gente lo persigue puede ser entretenido durante un rato, pero no todo el rato. Y si lo salpimientas con los guitarrazos de Neil Young, pues peor.

Dos horas y media de gente muy pálida y con cara de oler a mierda en los zapatos entrando y saliendo de una casa muy pequeña en la que todos se tienen que apiñar para no salirse del plano del director. Así es 'Se anuncia un asesinato' y eso valdrá para muchos porque la trama es puro Agatha Christie con algo más de protagonismo para el inspector de la Policía y menos para la señorita Marple, que vuelve a utilizar a una sobrina para mirar por el visillo, en esta ocasión un extrañísimo asesinato anunciado en el periódico del pueblo (menos mal que todo el mundo lo lee a las 6 de la mañana, lo que tiene el no dar palo al agua) . Nada bueno, pero tampoco nada malo.