Amor, deseo y tulipanes

No he leído el libro, pero por las críticas en Goodreads, no dista mucho de la sensación que me dio su adaptación cinematográfica, el de una telenovela. La primera mitad es el de un drama de época convencional, con todo a su favor: buena ambientación, actores galardonados, pero llegada la segunda, se suceden tantos giros rocambolescos, propios de las telenovelas que buscan el asombro fácil, que hacen que no se pueda tomar en serio este "drama", el cual provoca risa a ratos, sin embargo, como buena telenovela, me mantuvo expectante a como se desharía el nudo en el que se enredó la historia por el final. Sin duda no era lo que esperaba, pero fue una sorpresa agradable que cumplió con divertirme y por ello le doy un 7. ¿Y la fiebre de los tulipanes? solo son la excusa para esta puesta en escena.

Propuesta en escena desastrosa, para una novela romántica, hermosamente escrita pero demasiado recargada.

Y es que "Tulip Fever" no es una historia sencilla, ni cautivadora, ni mucho menos innovadora. Pero es apasionada, mágica, rotunda, y estos elementos eran ideales para proponer una película que fuese rompedora y letal, de esas que cuando acaban lanzas un suspiro de tanto torrente pasional como has visto como sí que ocurre con otras, tristemente ya en declive también.
En declive porque este tipo de cine pasional necesita una cosa llamada originalidad, y francamente, si hay algo de lo que el cine actual adolece completamente es de la originalidad más mínima. Sobretodo en el género romántico todo son historias recortadas, historias ya vistas, remakes cargados de efectos visuales o un aluvión de películas nuevas y cursis que cuentan historias ya leídas en libros o versionadas con anterioridad.
Y así es como se muestra "Tulip Fever" quien parece una película cuyos ingredientes no son otra cosa que un montón de tulipanes en una licuadora, con elementos sacados de "Romeo y Julieta", "Cumbres borrascosas" o otros tan pretenciosos incuso de "Shakespeare in love" .
Y es que la suerte no ha acompañado a esta película protagonizada por una más sosa que nunca Alicia Vikander, donde la protagonista absoluta es más bien Holliday Grainger, la narradora y principal secundaria, quien cuenta la historia y la protagoniza en cierto modo también. Y es que en "Tulip Fever" todo está mal montado.

Las frases de la señora las dice la criada. Lo que le tenía que pasar a una, le pasa a otra. Las intepretaciones están correctas, aunque en honor de la verdad me ha gustado mucho la de Christoph Waltz, quien muestra un espíritu templado entre tanta lujuria que aporta esa seriedad tan necesaria que viene siendo necesaria en la puesta en escena. Dane DeHaan está bien para su primer gran papel de época me parece. No me sé muy bien los títulos de su filmografía aún. Vikander no se pasea cómoda en esta película, más bien al contrario.
Parece que nunca había rodado ninguna película de época, cuando tiene algunas muy buenas como "Un asunto real" o "La chica danesa". El romance principal no explota, no vibra a pesar de sus escenas candentes.
El uso desmesurado del sexo como reclamo publicitario como se ha dicho en más de un artículo no es tanto como se podría pensar en un primer momento. Nada de Kamasutra del siglo XVII. Todo transcurre demasiado rápido, pero el tedio se apodera en la parte final de la película donde realmente debería contar con un clímax emocionante y desenvuelto. La dirección es terrible, pero no tanto como la enrevesada historia contada tan aburridamente que yo no pude acabarla sin saltarme escenas.
Tópicos, pero eso sí, una reconstrucción de la Holanda del siglo XVII perfectamente plasmada, con una fotografía de cuento de hadas y una iluminación inigualable, al igual que el esmerado vestuario.

Descubrí "Tulip Fever" este pasado fin de semana en TVE1 y la verdad, la película me encantó. Su ambientación, vestuario y decorados son estupendos, tiene situaciones francamente divertidas (ese primer encuentro entre el médico y la protagonista...), diálogos aceptables y una protagonista encantadora, Alicia Vikander, para muchos más conocida por su encarnación de la última Lara Croft en "Tomb Raider" (2018), de quién en esta película podemos admirar su elegancia tanto vestida como desnuda.

"Tulip Fever" tiene mucho en común con "La joven de la perla" (2003), pero es más dinámica y amena, pues en esta hay enredo, romance y erotismo en buenas dosis, mientras que en aquella pecaba de lánguidas miradas que no llevaban a ningún sitio. Está, además, enmarcada en la primera y quizás más ridícula burbuja financiera del capitalismo: la Crisis de los Tulipanes (en el primer tercio del siglo XVII), que se imbrica sin estridencias en la trama de la mano de un guión entretenido. Eso sí, el final es un tanto ingenuo, pero tampoco era cosa de que todo el mundo sufriera penalidades sin cuento.

Es raro que esta estupenda película no haya tenido más éxito, pero son cosas del cine.

De esta película se salva la buena escenografía en la Ámsterdam del xvii y la descripción de la locura por los tulipanes. La histtoria de fondo es bastante simplista, inverosímil y con tamtos giros no justificados que cae en lo superficial. No hay un trabajo de construcción de personajes y en el fondo da todo igual.
Se deja ver, eso sí, pero sin la más mínima emoción y con desenlaces muy facilones.

Otra película más de época de Alicia Vikander, que en cinco años la hemos podido ver en ocho períodos históricos diferentes, al menos, desde el siglo XVIII a la Primera Guerra Mundial pasando por los años sesenta. En cualquier caso en esta ocasión nos situamos en el siglo XVII, en concreto la Ámsterdam de 1634, en plena fiebre bursátil por los tulipanes, con una cola final de unos pocos años después, creo que ocho. Se trata de la adaptación cinematográfica de la novela homónima de la escritora Deborah Moggach, y junto a la mencionada Vikander, destacan Christoph Waltz, Dane DeHaan y una guapa Holliday Grainger.

"Tulip Fever" es un drama romántico que pretende ser al mismo tiempo una obra de teatro del siglo de oro español o de William Shakespeare. Por momentos consigue ser divertida por la figura del marido burlado y en general la ambientación es buena pero a pesar de todo es una obra demasiado melosa, falsamente romántica, fantasiosa y anacrónica como para que resulte no sólo creíble sino medianamente atractiva. En realidad, pocas cosas funcionan en este largometraje, la historia romántica con el pintor es disparatada, los giros son un poco infantiles, el montaje es desastroso y el final es que es irritante por facilón, blando y tontaina.