La casa de la colina

Cambio las anteriores palabras por motivos varios. Los motivos varios son la excelente parte final. Damos por bueno que La casa de la colina tiene un gran arranque. Damos por bueno que La casa de la colina tiene momentos brillantes de tension. Damos por bueno que La casa de la colina se parece a Sospecha. Damos por bueno que La casa de la colina se parece a Rebeca. No damos por bueno que La casa de la colina se parece a Luz de gas. Damos por bueno que cualquier director de nivél coja un ¿clásico? de Hitchcock y lo iguale o lo supere. Damos por bueno que no se puede comparar el final de La casa de la colina con el final de Sospecha. Sería un insulto.

Estupendo thriller de intriga psicológica y de investigación, con tintes temáticos y estéticos de Alfred Hitchcock, y con algunos toques de cine negro, melodrama y pinceladas góticas, sobre la suplantación de una identidad y la trama criminal que ese hecho conlleva.

La película despliega un puñado de complejos personajes, llenos de psicología y de evolución en sus conductas, adecuadamente interpretados por solventes actores y actrices.
Y el film fluye con un enfocado ritmo narrativo, con unos escenarios inquietantes, con una magnífica fotografía envolvente y con una acertada atmósfera de ansiedad. Y todo ello orquestado por el siempre interesante director Robert Wise, autor de cintas maestras en los diferentes géneros cinematográficos.

Suspense, misterio y desasosiego se dan cita en esta obra clásica que recomiendo sin ninguna duda. Notable trabajo.

Una judía polaca que se encuentra prisionera en un campo de concentración nazi, asume la identidad de una compañera fallecida, a quien esperaba una gran herencia en San Francisco. Al finalizar la guerra se trasladará a vivir allí, pero alguien tiene planeado arrebatarle su fortuna.

Una apreciable cinta de suspense, de clara influencia hitchcockiana -remite a "Rebeca" y "Sospecha" concretamente-, dirigida por Robert Wise el mismo año que su clásico "Ultimátum a la Tierra". El protagonismo de Valentina Cortese y la fotografía de Lucien Ballard dan lustre al conjunto, que se sigue con interés.



"Y así llegué, por fin, a la casa de la colina del Telégrafo."

Buena película de intriga y suspense, que quizás vista ahora, en el siglo XXI, año 2020 haya perdido algo de fuerza pero no obstante conserva su buen aroma de cine hecho con dedicación y esfuerzo.
Dirige Robert Wise, autor de "West Side Story", una vez que ya había realizado películas en los cuarenta y tenía experiencia.
Consigue en esta ocasión que la historia interese desde el principio hasta el final aunque creo honestamente que no es una obra redonda por cuanto, por ejemplo, la parte final, que pudiera considerarse original o sorprendente, en realidad no lo es tanto.
Lo que más gusta es la excelente dirección artística, que estuvo nominada al Óscar y las buenas interpretaciones del dúo protagonista, un Richard Basehart y una Valentina Cortese excelsa.
Buen clímax de intriga, momentos de gran tensión y un buen ritmo narrativo que hace guste desde el principio hasta el final.

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La farsa está servida desde el comienzo.
Pero al espectador se interesa poco por lo que conoce y, en cambio, le desasosiega lo que todavía ignora y le incomoda la sospecha que se apoya sólo en indicios.
R. Wise posee un relato rotundo, lo sabe y por eso siembra el celuloide de indicios, de verdades a medias y de una intriga construida sobre la base de la insinuación sutil.
La acción está llevada con la precisión del artesano y en su desarrollo los límites de la incertidumbre quedan marcados con esa delgada línea en que la duda se tambalea.
Todo en beneficio de una gran película.