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Voto de Alejandro Rubio:
7
Drama. Comedia Malcolm sobrevive en un barrio difícil de Los Angeles mientras manda solicitudes a universidades, realiza entrevistas académicas y se prepara para la selectividad. Pero una oportuna invitación a una fiesta clandestina le llevará a él y a sus amigos a una aventura que jamás imaginaron. (FILMAFFINITY)
30 de diciembre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un mes en el que todo parece girar entorno a la séptima entrega de la saga “Star Wars”, debemos recordar que existen más propuestas en cartelera. “Dope” es, sin lugar a dudas, una de las más interesante. Tres frikis envueltos en un problema de drogas, y todo esto bajo los efectos de un filtro de lo más urban. Pero, ¿hasta dónde es capaz de llegar la ganadora del Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine de Sundance?


Tan solo han hecho falta ¡seis meses! para que la última propuesta de Rick Famuyiwa (“La Boda de mi Familia”) llegue a las carteleras españolas. Y cuando digo carteleras españolas digo diez cines, y la semana de su estreno. Tras haber cubierto con éxito su coste (18 millones de dólares frente a los 700.000 de presupuesto), de lo único que “Dope” debería preocuparse es de marcar a una nueva generación y conseguir inocentemente proclamarse como la primera película de culto para los nacidos en los 00s. Porque todos sabemos que “Las ventajas de ser un marginado” no es tan buena como muchos afirman.

“Dope” narra la historia de Malcolm, un joven negro residente en uno de los barrios más marginales de Los Ángeles. El protagonista de la cinta es un apasionado de las ciencias, la moda y, sobre todo, la música hip-hop de los años 90s, elemento principal de la película. Junto a sus dos mejores amigos, Jig y Diggy, un “lil nigga” y una chica homosexual de padres extremadamente cristianos, tendrá que resolver un problema de drogas en el que se han visto envueltos “sin comerlo ni beberlo”, tal y como diría Will Smith (chiste fácil).

Sorprende la gran cantidad de temas que el director es capaz de tratar: desde la homosexualidad ya comentada, hasta el tráfico de drogas, la política, la violencia, el bullying o incluso el terrorismo. Rick Famuyiwa, director y guionista de la obra, ha conseguido esquivar uno de los grandes handicaps de las películas independientes: pecar de soberbia. Con la droga y el hip-hop siempre en un primer plano, el director es capaz de hacer una presentación de los personajes mostrándonos, por ejemplo, su opinión sobre Obama, su artista favorito de los años 90s o incluso, de una manera más cómica, su opinión sobre Mackelmore. Como resultado obtenemos unos personajes de una composición extraordinaria, con los cuales resulta tremendamente fácil poder empatizar.

El guión resulta bastante consistente en la primera mitad de la película, ya que tiende a destacar más por las presentaciones de los personajes o los actos que por sus desenlaces. Sin embargo, tampoco podríamos tachar la segunda mitad como mala o lenta. Sigue siendo correcta, aunque incapaz de brillar como los primeros 45 minutos de la cinta. Y es que sorprende la enorme libertad creativa que ha tomado el director, creando y definiendo los espacios a su gusto. “Dope” resulta, tal y como dicen ellos, “tan pura como la vagina de una monja”.

Pero si en algo destaca “Dope” es en su banda sonora. Ya es considerada por muchos la hermana pequeña y dulce de “Straight Outta Compton”. Sus canciones, acordes con los personajes y los escenarios, no pueden estar mejor seleccionadas, además de cumplir ese filtro ya mencionado que aporta la personalidad a la cinta.

La actuaciones cumplen sin llegar a destacar. Resulta mucho más fácil empatizar con el entorno que con el personaje.Y no. No hay cameo de Eduardo García de “Aquí no hay quien viva”, pero sí lo hay de Tyga, A$AP Rocky o Zoë Kravitz.

En definitiva, “Dope” posee una dirección bastante personal, un guión sólido, una fotografía correcta, una banda sonora idónea y unas interpretaciones bastante resultonas.

En 2001 tuvimos “No es otra estúpida película americana”. En 2005, “Chicas Malas”. Diez años más tarde, tenemos “Dope”, una película referente para una nueva generación.

Y sí, es bastante interesante ver cómo películas como “Star Wars” consigue un billón de dólares de recaudación en poco más de una semana, pero también existe un cine que no cuenta con el apoyo de grandes distribuidoras cinematográficas ni de un presupuesto tan elevado (por no hablar del coste de promoción). Que una película tan sorprendentemente agradable como “Dope” vaya a caer en el olvido es una pena.

Nota: 7,3 / 10
Alejandro Rubio
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