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Voto de Ford Farleine:
2
Comedia Lenny se ha trasladado con su familia a la pequeña ciudad donde tanto él como sus amigos se criaron. En esta ocasión, los adultos serán quienes reciban toda una lección de sus propios hijos. Secuela de "Niños grandes". (FILMAFFINITY)
23 de junio de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se trata de una película abominable, sin paños calientes. Al grano, pocas veces he visto un film tan infame y con menos gracias. No seré yo el que ponga en duda el talento cómico de un tipo como Adam Sandler, por lo que parece fue un monologuista de bastante fama y un gran colaborador del “Saturday Night Live” y también ha realizado algunas películas bastante simpáticas, no hay que negarlo.
Pero esta no es la ocasión. Si ya la primera película era bastante mala, no se podía esperar nada mejor en la segunda, pero tampoco era imaginable que se contentaran con hacer semejante ñorda. Se nos ha vendido como una reunión de una especie de dream team de la comedia americana, con el propio Sandler, Chris Rock, Kevin James o David Spade, pero si ellos entienden la comedia como hacer películas con pedorretas, vómitos, eructos y cosas de cacaculopedopís la concepción que tienen de la comedia es bastante triste. Ni hay un mísero gag que haga que el espectador esboce una mísera sonrisa y los momentos de vergüenza ajena son numerosos (esa familia negra que dice “queeeeeeee?” es un horror). Ver a Shaquille O'neill haciendo un memo tiene un pase, comprobar cómo Taylor Lautner no es demasiado gracioso es tolerable pero lo que no se puede ya aguantar es que usen a los hijos de los personajes protagonistas para realizar escenas que no tienen el más mínimo encanto y lo que ya llega al dolor físico es ver pulular por aquí a Salma Hayek o a Maria Bello siendo meras comparsas de esos actores que un día hicieron algo gracioso pero que ahora se conforman con juntarse y hacer el memo tirándose pedos. La verdad, ahora que lo pienso, es que es admirable a la vez que envidiable: juntarse uno con sus amigos, hacer el chorra, tirarse pedos y eructos, gastar bromas de penes y vaginas y que encima te paguen, no está nada mal.
Ford Farleine
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