Típica película de cine catástrofe que la muy buena producción y efectos especiales no logran salvar del desastre.
El guión flojo, plantea su argumento a partir del personaje de Mike Williams, encarnado por Mark Wahlberg, que en los primeros minutos se encarga de pintarlo como un adorable buen padre de familia que es un fácil recurso para que el espectador se identifique con el protagonista. Recurso trillado, muy probado como fácil. Luego la trama discurre en planteos de la operatoria petrolera que al neófito no le aportan nada y al profesional le decepcionan para desembocar luego de 50 minutos en una sucesión de explosiones y de acción que durarán otros 40. Sobreviene el final sin penas ni glorias.

Como cine catástrofe NO sirve porque la tensión previa al desastre es nula, las explicaciones confunden y la acción desconcierta.
Como cine de denuncia NO sirve porque no hay explicación ni planteo alguno de sobre el real desastre que aconteció LUEGO del incendio, puesto que los daños provocados fueron muchos mayores que el simple incendio de una plataforma.
Como película "basada en hechos reales" (una condición sobrevalorada pues las mejores películas son ficcionales) tampoco sirve porque poco se dice de los hechos pues lo único que se relata (y sin rigor) es poco y nada pues se centra en la explosión y luego el incendio.

Como puntos rescatables del film se deben notar la excelente producción que incluye unos buenos efectos digitales, buenas actuaciones y buena fotografía. Por lo demás el film navega entre lo mediocre y lo malo.