En mi opinión, la mejor de la saga.
Empezando por la entrada en escena de los dementores, convirtiendo la saga en un tono no tan infantil como las entregas previas, si no para un público más adolescente, más joven adulto, porque evidentemente la magia y la fantasía siguen por ahí, pero ya se nota la evolución, y todo gracias a Alfonso Cuarón.
Me gusta que el director premie mucho lo estético, hay planos realmente bonitos en pantalla, jugando mucho con los exteriores, y la dirección de arte, le da una esencia brutal a la película, cambiando incluso los interiores por esas tonalidades más tétricas que empezamos a ver, está todo realmente medido con lupa, no le he encontrado, seguramente habrá, un agujero por ningún lado, está justificado, y eso que jugar con el tiempo nunca es difícil.
El último añadido, Sirius Black, Gary Oldman en pantalla, mezclado con el resto de añadidos de casting, como Emma Thompson, es una verdadera maravilla que aparezcan en la misma película.
Lo que más me ha gustado, pues el tratamiento de los temas, de una manera muy adulta y completa, algo que se escapaba en entregas anteriores, la evolución interpretativa, sobre todo de Radcliffe, quien lleva todo el peso interpretativo de la película, el aumento de exteriores, faltaba eses datos de ubicación de Hogwarts que Cuarón nos proporciona, la banda sonora, Williams está de vuelta y se nota y la ya mencionada dirección de arte, una locura.
Me falla la duración, en este caso, se me hace corta, y hay cosas que se introducen que se podrían haber explicado mucho mejor con más minutos de cinta, de hecho, el ritmo, uno de los perjudicados, al final de la película, se apura mucho y deja bastantes cosas en el aire ronroneando, por ello es bueno el segundo visionado.