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España España · Santiago de Compostela
Voto de Hermida:
7
Acción. Drama. Bélico Año 645. Yang Manchun y sus tropas del reino de Goguryeo lucharán en el asedio de la fortaleza de Ansi para defenderla frente a 500.000 invasores de la dinastía Tang. (FILMAFFINITY)
25 de febrero de 2022
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Se trata de un filme coreano que confirma la tendencia ascendente de este tipo de producciones que cada vez calan más entre el público occidental. Ambientada en el siglo VII, narra los episodios de conquista por parte del Imperio Chino que busca anexionarse la península de Corea. Una parte de la historia bastante desconocida desde nuestro punto de vista occidental. En tal sentido, siendo escasamente conocedor de las crónicas de la época, no me aventuraré a tratar sobre su rigor histórico. No obstante, su grandilocuencia filmatográfica hace ya intuir desde un primer momento que el director lo dispone todo al servicio de la creación de un espectáculo visual digamos que "poco realista".

La película en sí se nos muestra como una frenética secuencia de escenas de batalla con un ritmo imparable que a penas da un respiro al espectador. El guion y los diálogos quedan en un segundo plano cobrando todo el protagonismo la escenografía. Es en esta parte donde el largometraje flaquea más. Unas actuaciones demasiado modestas por un lado, y en las que no se discierne un claro protagonista, ni hay una trama elaborada como tal, le restan calidad y provocan que el vidente se quede con la miel en los labios después de un comienzo que da pie a mucho más. Si uno va buscando la profundidad de los diálogos, frases cargadas de sentido, giros en la trama imprevisibles, el suspense de los buenos thriller o actuaciones grandilocuentes de consolidadas estrellas de Hollywood; decirle que esta no es su película y corre un alto riesgo de salir defraudado si tales son sus expectativas. Si deja estas últimas atrás y se entrega al placer visual, disfrutará entonces como un niño.

Con aires de gran producción hollywoodiense, se aprecian influencias del cine épico y fantástico, como El Señor de los Anillos, así como del cine bélico e histórico, por ejemplo, Troya o El Reino de los Cielos. Aquí todo se lleva al extremo. Más batallas por minuto de metraje que en cualquier otra película, acción por doquier y unos efectos visuales de recreación virtual que dejan extasiado y sin embargo, no extenúan, el ritmo es fácil de llevar y provoca que uno se meta de lleno hasta el final. Destacaremos también el cuidado vestuario y maquillaje, así como la ambientación de las estancias interiores y la iluminación.

Las escenas se superponen tan rápido como múltiples ángulos las enfocan, introduciendo el director algunas novedosas técnicas de grabación que redondean la producción. Es el caso de la visión en primera persona (da la sensación de un videojuego, o de una cámara GoPro), la intercalación de escenas en cámara lenta con escenas a gran velocidad o las vistas aéreas como tomadas desde un dron. Un espectáculo visual en toda regla que hará las delicias del espectador.

En cuanto a las armas, las armaduras y las máquinas de guerra, si en el siglo VII contaban con esa tecnología en el extremo Oriente, iban a años luz de la Europa coetánea en lo que a tecnología se refiere. Muchos de estos artilugios recuerdan a los bocetos elaborados por Da Vinci en el Renacimiento, nada más y nada menos que 9 siglos después. Me remito como inicialmente al rigor histórico de la película, pues la introducción de avanzadas armas y armaduras podría ser otra licencia del director.

Me ha gustado también el enfoque que se le da a cada batalla, en las que cada bando despliega su estrategia y sus tácticas. Detrás de lo que pudiera parecer simple acción, podemos ir viendo como los ejércitos se van desplegando, las técnicas y planteamientos que realizan los generales, los cambios que se ven obligados a introducir ante ataques imprevisibles... No es la fuerza bruta o el número de efectivos lo que decanta finalmente la balanza, sino la pericia, el ingenio y la estrategia. En general se ve que está muy bien planteada esta parte y recuerda a los juegos de estrategia para PC.

La banda sonora resulta más bien discreta y demasiado "moderna" para el intervalo histórico que pretende recrear el filme. Creo que aquí se podría haber pulido algo más. Cuando uno rememora la BSO de Gladiator o de El Señor de los Anillos, la comparación es imposible.

En general una película muy entretenida, de ritmo frenético y plagada de acción. La calidad escenográfica y el cuidado vestuario son sus puntos fuerte, mientras que un pobre guion y las interpretaciones son el punto débil. Supera no obstante las expectativas iniciales de cualquier espectador y confirma el buen hacer de una industria del cine coreana que cada vez gana más relevancia en el panorama internacional.
Hermida
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