La gran batalla

Lo bueno

Las secuencias de batalla son brutales, nos recuerda de alguna manera a las batallas del Señor de los anillos y Juego de Tronos, y es que el cine coreano ha venido año con año que bien puede hacer cine de autor o en este caso cine comercial con todas las de la ley, sin envidiar los goces de Hollywood. Si me dijeran que diera ejemplos de épico, La Gran Batalla estaría en esa lista.

Las coreografías en la batallas son de otro nivel.

Vaya diseño de producción y trabajo de efectos especiales más espectaculares.

Yana Manchun es un personajazo, se roba la pantalla y el interés desde que aparece.

La música acompaña bien al ritmo de lo acontecido, cuando tiene que ser baja lo hace pero cuando debe subir de tono junto a la escena lo sabe hacer.

Las dos horas y resto que dura el filme se pasa volando, no hay tiempo para respirar.

Lo no tan bueno

En el lado del drama, en la calma, en esas escenas donde las escenas de batalla no nos inundan, la película flaquea, ya sea porque casi no nos compenetramos con la mayoría de personajes o porque suele sobreutilizar elementos como el heroísmo y la valentía que torna el ambiente bastante melodramático.

Algunas exageraciones en la segunda hora hacen caer al filme en incongruencias inexplicables e innecesarias.

Si en lado de Yan hay buenos personajes, los guerreros de la Dinastía Tang carecen de personalidad, simple caballos sin líder a estrellarse contra el estratega. Falto un némesis que pusiera tensa la contienda.

7.5/10

Opinión Final: Buena opera prima de Kim Kwang, La Gran Batalla es sobre todo un filme altamente entretenido, lástima que cine comercial de este calibre no llegue a nuestro cine, porque verla en el cajón mágico debe ser una gran experiencia. Si sos de esos que aman los filmes de tintes épicos al estilo de LOTR, 300 y por su puesto GOT. Posiblemente disfrutaras tanto como yo este filme.

Apreciable intento del cine surcoreano en el terreno de la épica medieval. Allá por el siglo VII las hordas de un emperador chino invaden lo que hoy conocemos por Corea, y los sucesivos embates de su mucho más numeroso ejército no terminan de doblegar a los defensores de una fortaleza.

Citar el diseño de producción es obligado en este tipo de películas: simplemente espectacular, al igual que el vestuario y la puesta en escena. Intenta ser una cinta con una gran carga épica pero tiene algunos problemas para que la jugada salga redonda. El primero de ellos es su banda sonora, con muchos tambores y tal, pero que a pesar de sonar de fondo durante muchos minutos del metraje no tiene la enjundia que el esfuerzo cinematográfico requería. Es una partitura de perfil demasiado bajo y se echó de menos a un James Horner ahí. Luego están los diálogos, muy poco trabajados, tópicos y hasta ingenuos. Los tramos donde no hay batalla y los protagonistas hablan terminan siendo una pequeña losa. Finalmente, se echó en falta algo más de suciedad, de violencia descarnada. Todo es demasiado pulcro, como si el modelo hubieran sido producciones como El Señor de los Anillos en lugar de Braveheart.

A pesar de los pesares, las escenas de batalla harán las delicias de los amantes de las contiendas medievales, en este caso localizadas en el lejano oriente. Los armatostes de asedio del ejercito chino lucen grandiosos mientras que las defensas del castillo compiten adecuadamente en ese terreno. Es un acierto, por tanto, que durante casi todo el tiempo estén guerreando. Con sus pegas, y contando con que no llega a las dos horas, merece la pena echarle un vistazo.

Pasable película épico-bélica con chinos y coreanos del S. VII d. C. zurrándose a flechazos, lanzazos, espadazos y tortazos, muriendo como moscas por conquistar un montículo de arena. Qué didáctico.
Pues sí, la batallita bien rodada, el vestuario muy fiel, las escenas panorámicas parecen de videojuego, los efectos especiales, del 2018...pero las interpretaciones un tanto planas, simplonas, carentes de todo dramatismo que enganche, y el final de sonrisitas victoriosas bastante pedorro y visto millones de veces...y veo aquí comentarios de usuarios que me asemejan esto nada menos que a El Señor de los Anillos y Juego de Tronos, en fin...soñar es gratis...

No hace mucho echaron en Cuatro esta “La gran batalla” con uno de los trailers más afortunados y menos trabajados que he visto, que venía a decir que la cosa iba de unos chinos zurrando a otros chinos todo el rato. La imágenes despertaban mi curiosidad al ofrecer escenas verdaderamente multitudinarias, pero una desapasionada voz en off hacía un resumen que no invitaba precisamente a sacrificar la siesta del domingo por verla y que solo resaltaba una y otra vez la cantidad de chinos y de golpes que íbamos a presenciar. Un trailer absolutamente tóxico que no hace justicia a una película que parece cine de acción, pero realmente es un drama bélico que intenta honestamente involucrar al espectador en un episodio histórico de Corea del Sur apropiadamente mitificado (o una leyenda con posible base histórica, quien sabe).

Es importante resaltar, para evitar falsas expectativas, que “La gran batalla” se encuadra en el género bélico es decir, trata de escenificar una serie de batallas siendo todo lo riguroso posible dentro de ciertas licencias líricas. No es una película de elegantes acrobacias circenses, desarrollo confuso y final ininteligible tipo “Héroe” o “La casa de las dagas voladoras”. Es una película coral, comprensible y bien desarrollada donde un emperador de lo que hoy es China trata de invadir en la Edad Media una zona que hoy sería Corea y se enfrenta a la resistencia de los patriotas locales en una fortaleza de la frontera. Aunque se la compara con Juego de Tronos, yo diría que las referencias más apropiadas serían las tolkenianas batallas del Abismo de Helm de “Las Dos Torres” y el sitio de Gondor de “El Retorno del Rey”. De hecho, no descartemos que se haya reutilizado parte del software de gestión de masas virtuales para recrear las multitudinarias batallas.

Aunque gran parte de los ejércitos sean digitales, se aprecian ingentes cantidades de figurantes muy bien dirigidos (no encontré los típicos extras desmotivados que fingen golpearse o grupos de paisanos corriendo sin criterio propios de producciones de medio pelo) y con un atrezzo digno de reconocimiento por su calidad y cantidad. Las batallas están rodadas con una perspectiva eminentemente oriental por lo que la intensidad interpretativa y la componente espectáculo prevalecen sobre el sentido táctico. El uso de la caballería es vistoso, pero ridículo (comparable a la carga dothraki en la Batalla de Invernalia) y la disposición de los arqueros en las murallas a merced del bombardeo de catapultas poco recomendable… pero las máquina de guerra son razonables y su uso en ataque y defensa durante el asedio aceptables. El resto, ver a figurantes y bots matarse durante dos horas, es todo un placer visual para el que aprecie este tipo de escenas.

La película hipnotiza en las peleas y agrada en los interludios con subtramas y giros bien aprovechados que, además, están bien escritos para que cualquiera pueda entender quién es quién y dónde está cada uno en todo momento. Es una película con confianza en la historia que cuenta y sus connotaciones políticas y estratégicas como para no ocultarse detrás de las sangrías. Merece la pena.

Ha caído en mis manos esta película, es un peliculón, a la altura de los mejores films de este genero. Batallas increíbles, escenas coreografiadas brutales, honor sangre y lagrimas, perfectamente rodada y la post-producción muy fina, de inicio a fin GUERRA, sin descanso, sin tregua, sin perdón, épico. El cine de Coreano va a dar que hablar mucho y bien, con películas como esta, o como Train to Busan, tan dinámicas, tan….bueno, que me ha encantado, en pocas palabras.