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Voto de El Extranjero :
2
6.3
1,993
Serie de TV. Intriga. Drama
Serie de TV (2007-2008) de 13 episodios. El día que cumple 18 años, Patricia Marcos (Beatriz Ayuso) sale de casa para no volver. Pasan los días y no hay rastro de ella. Sus padres (Luisa Martín y Carlos Hipólito), desesperados, inician una angustiosa búsqueda para encontrarla. (FILMAFFINITY)
10 de julio de 2019
0 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A lo mejor será que la forma de ver series ha cambiado, que también, -ahora muchas están pensadas para ver en plan maratón, con la TV a la carta, con las plataformas de pago sacando serias autoconclusivas del tirón,- pero no, no es eso, da igual con qué avidez veas una buena serie que esta te va a gustar, es algo atemporal, además hace unos meses me vi la de 'Punta escarlata' también de tirón y me gustó más.
En fin, que adonde quiero llegar es que esta serie, tal y como está diseñada es un plomo. El caso es complejo, sí, y eso es bueno, pero si cada secuencia que nos saca a los detectives investigando y barajando posibilidades es intercalada por otra que nos muestra el anodino abatimiento de la familia así no se puede. Y así es siempre. La trama no avanza dos pasos seguidos. No interesaría. Si tenemos en cuenta que se hizo un refrito y que lo pretendieron hacer colar por episodio sobran más aclaraciones. Por otro lado la estructura de los episodios es siempre la misma, con la familia afectada cobrando un excesivo protagonismo, cosa que entorprece la narración. A mi me hubiera gustado que al igual que en un policiaco se centrase más en la pareja de policías, ambos me resultaron más carismáticos, sobre todo el siempre genial Miguel Angel Solá, que vuelve interesante todas las tramas relacionadas con su personaje. Si no hubiera sido por él aseguro que no me hubiera tragado toda la serie. Lo bueno es que hay un spin off basado en su personaje que aunque se dice que es peor y el hecho es que no generó tanta expectación como esta serie, estoy seguro que peor no me va a resultar. Más que nada porque 'Desaparecida' tampoco deja mucho margen.
En fin, que adonde quiero llegar es que esta serie, tal y como está diseñada es un plomo. El caso es complejo, sí, y eso es bueno, pero si cada secuencia que nos saca a los detectives investigando y barajando posibilidades es intercalada por otra que nos muestra el anodino abatimiento de la familia así no se puede. Y así es siempre. La trama no avanza dos pasos seguidos. No interesaría. Si tenemos en cuenta que se hizo un refrito y que lo pretendieron hacer colar por episodio sobran más aclaraciones. Por otro lado la estructura de los episodios es siempre la misma, con la familia afectada cobrando un excesivo protagonismo, cosa que entorprece la narración. A mi me hubiera gustado que al igual que en un policiaco se centrase más en la pareja de policías, ambos me resultaron más carismáticos, sobre todo el siempre genial Miguel Angel Solá, que vuelve interesante todas las tramas relacionadas con su personaje. Si no hubiera sido por él aseguro que no me hubiera tragado toda la serie. Lo bueno es que hay un spin off basado en su personaje que aunque se dice que es peor y el hecho es que no generó tanta expectación como esta serie, estoy seguro que peor no me va a resultar. Más que nada porque 'Desaparecida' tampoco deja mucho margen.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La idea del final es buena, aunque cuando están deteniendo a Gerardo en el capítulo 10 tú ya te das cuenta de la identidad del asesino, me interesaba ver la ejecución, esperaba algo igual de sutil y retorcido al igual que el crimen. (Recordé una obra menor aunque con momentos de gran interés de Claude Chabrol en el que la asesina era también una menor y la asesinada una amiga muy cercana a ella o una familiar y cuando el detective se da cuenta de que es ella, la aborda tranquilamente y se pone a charlar distendidamente, centrando poco a poco el tema de conversación en hacer insinuaciones de las circunstancias de la noche del crimen, contradiciendo las respuestas de la chica sin perder la calma ni elevar el tono, inculpandola poco a poco hasta hacer que las evidencias fueran incontestables. Fue una conversación que destaca por su coherencia verbal por ambas partes. Ahí teníamos a Donald Sutherland haciendo de inspector.) Yo me relamía porque pensaba que aquí con el amigo Solá al frente del timón el definitivo enfrentamiento lingüístico podría llegar a ser más sugerente todavía. Teniendo en cuenta de que en la situación más sobada o anodina fascina o te hace reír con sus ácidos comentarios aquí ya...
¿Y qué tenemos? Otra ración de jarana histérica y griterío muy tipical de por aquí y hacen que la asesina se tire por la ventana y agonice llorando en un hospital ante el padre de la hija. ¡Qué emoción, ¿no?! Con lo chulo que hubiera resultado que ella, creyéndose haber salido airosa del entuerto y engañado a todo el mundo, haga una última visita de carácter tramitario al teniente Sierra, sin preocuparse de nada y que este la acorrale poco a poco verbalmente, haciéndola sentir cada vez más y más incómoda sin que ella no pueda hacer más que sentir que sus pupilas se están dilatando por el temible pavor que siente al darse cuenta de que ese es su final, en lo que presencia esas facciones tan aterradoras (de un hombre que cuando quiere se puede volver muy siniestro) que puntualmente se pueden tornar en una sonrisa (sin que la mirada de hielo no acompañe) que invita a cualquier cosa menos a la risa.
¿Y qué tenemos? Otra ración de jarana histérica y griterío muy tipical de por aquí y hacen que la asesina se tire por la ventana y agonice llorando en un hospital ante el padre de la hija. ¡Qué emoción, ¿no?! Con lo chulo que hubiera resultado que ella, creyéndose haber salido airosa del entuerto y engañado a todo el mundo, haga una última visita de carácter tramitario al teniente Sierra, sin preocuparse de nada y que este la acorrale poco a poco verbalmente, haciéndola sentir cada vez más y más incómoda sin que ella no pueda hacer más que sentir que sus pupilas se están dilatando por el temible pavor que siente al darse cuenta de que ese es su final, en lo que presencia esas facciones tan aterradoras (de un hombre que cuando quiere se puede volver muy siniestro) que puntualmente se pueden tornar en una sonrisa (sin que la mirada de hielo no acompañe) que invita a cualquier cosa menos a la risa.