Haz click aquí para copiar la URL
España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
9
Comedia. Musical La República Democrática de Freedonia, un pequeño país centroeuropeo, a cuyo frente se encuentra el muy liberal señor Rufus T. Firefly, se ve amenazada por la dictadura de Sylvania, país de vieja y reconocida solvencia como agresor. Dos espías de prestigio, Chicolini y Pinky, sirven a Sylvania, lo que no impide que acaben siendo ministros del ahora ya excelentísimo Firefly. (FILMAFFINITY)
24 de noviembre de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
188/02(06/11/15) La comedia más lograda de los fabulosos hermanos Marx, una oda a la anarquía, al caos, al desmadre, al nihilismo puro y duro, ingeniosa sátira sobre la política, la diplomacia, las intrigas de palacio, los liderazgos, o las guerras. Un despliegue de corrosivo humor que no deja títere con cabeza, un tsunami de diálogos, situaciones y gags delirantes, con unos hermanos en estado de gracia, film que en su momento fue vilipendiado por la crítica, pero el tiempo ha sabido elevar al status de clásico. Fue su último trabajo para la Paramount, para los que habían hecho sus primeras cintas cinco películas, asimismo fue la última en que trabajaron con su soso hermano Zeppo. Leo McCarey es el director, el guión es de Bert Kalmar, (“Plumas de caballo”), además escribe la mayoría de las canciones, y Harry Ruby (“Una noche en la ópera”), con diálogos adicionales de Arthur Sheekman (“Monkey business”) y Nat Perrin (“La familia Addams” la serie). A Groucho le preguntaron el significado político del film, se encogió de hombros y dijo <Qué significado: Éramos sólo cuatro Judíos tratando de conseguir una risa>. Los hermanos Marx estuvieron encantados de que Mussolini tomara la película como un insulto personal y la prohibiera en Italia.

Partiendo de un hilo argumental nimio, La cinta resulta trepidante, arrolladora, un vendaval de imaginación e inventiva (delirantes el juego visual con el perro en el pecho de Harpo) puesta al servicio de la comedia mas desternillante, enmarcado en un excelente coctel de de diferentes tipos de humor, el verbal, el de los equívocos, el anárquico, del de réplica y contrarréplica, el físico del más genuino slapstick, el surrealista, el absurdo, el mordaz, el irreverente y de doble sentido de alusiones sexuales, ello con un trío (Zeppo en cuestión de cine no es un Marx) apoteósico que pone en solfa su esperpéntico humor absurdo, loco, lo hacen con diálogos ácidos, punzantes, cínicos, haciendo chanzas de los gobiernos, del Código Hays, de la alta sociedad, de los musicales, de los burócratas, de los espías, de los militares, de las guerras, todo este mundo solemne puesto frente a este devastador trío, que lo pone patas arriba, riéndose incluso de algo tan “sagrado” como el patriotismo o los grandes Héroes estadounidenses como Paul Revere, Lee o Grant.

Por supuesto que no es perfecta, carece de hilo argumental orgánico, se siente una conjunción de gags engarzados de modo forzado, con situaciones incoherentes, pero es que este es el Universo de los Marx, si entras en él este es su mejor trabajo, y es que es el más frenético, el que más humor por segundo te ofrece de su ya de por sí colección atronadora de gags con los que están surtidos sus films. Despùés de este trabajo Irving Thalberg los fichó para la MGM, allí introdujeron dos taras que lastran en parte sus películas posteriores, como es muchos más números musicales que rompían el ritmo del desarrollo del film, y la historia de amor a la que tenían que ayudar los Marx, algo que a lo mejor ayudaba en taquilla, pero que eran chinas en el zapato del humor “marxiano”, derivando en ralentización.

La puesta en escena resulta adecuada para el tono disparatado de los Marx, mezclando y contrastando la solemnidad del palacio presidencial con los caóticos hermanos, con teatral dirección artística de Hans Dreier (“El crepúsculo de los Dioses”) y Wiard Ihnen (“El hombre atrapado”), esto con la fotografía en glorioso b/n de Henry Sharp (“Y el mundo marcha”), sabe realzar en su tomas abiertas el humor típico del vodevil-teatral del que provienen los hermanos, esto sondeado por varios temas musicales que impregnan de sentido de la comedia el metraje, como los himnos del imaginario país "Freedonia National Anthem", o el "Hail, Hail, Freedonia, la tierra de los valientes y libres", o el tema que suena en la fiesta de bienvenida a Rufus, “These Are the Laws of My Administration”, sobre las estrafalarias líneas del gobierno de Rufus, aderezado por una coreografía exaltado, o el socarrón tema "We're Going To War", riéndose de la guerra a ritmo de otra coreografía desmelenada, único tema en que aparecen los 4 hermanos juntos en toda la filmografía de los Marx.

Las interpretaciones suelen mezclar como siempre en este subgénero de humor que son las cintas de los Marx, actuaciones serias de actores buenos, en este caso un Louis Calhern contenido y contrastando de lujo la irreverencia marxiana, está la de Edgar Kennedy como el vendedor de limonada, un comediante que ya trabajó en cine mudo con los genios del humor silente Mack Senett y Chaplin, un gran complemento para las chanzas de Harpo y Chico, la que es el cuarto hermano marx (y no Zeppo), Margaret Dumont un alarde de encajar réplicas formidables de sobre todo Groucho. Y los hermanos, pues Apoteósicos, un Harpo descomunal con sus tijeras, su rodilla, su soplete, su caballo. Un pícaro y fenomenal Chico. Y sobre todo con un Magno Groucho, adalid del verbo fácil, del ingenio, de los dobles sentidos. Y los tres un todo sólido equipo destinado a hacerte pasar un rato ameno.

Momentos recordables: La hilarante fiesta de bienvenida al nuevo presidente Rufus T. Firefly, una fastuosa parodia de los números musicales que se estilaban por la época, siendo famosos los de la MGM, ello con una coreografía divertidísima y con una canción descacharrante; El caótico enfrentamiento entre mercaderes ambulantes, por un lado Chicolini y Pinky como vendedores de maní, y por otro un vendedor de limonada, con la bocina, con lucha de sombreros, intercambios de estos, con quema del sombrero canotier, con juego de rodillas, terminando con Pinky y sus pies en la cuba de limonada, no tienen sentido alguno en el desarrollo de la historia, pero es muy divertido;... (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow