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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
La imagen ausente
2013 Camboya
Documental, Intervenciones de: Randal Douc, Jean-Baptiste Phou
7.1
1,184
Documental. Bélico Durante el régimen comunista de Pol Pot en Camboya (1975-1979), miles de personas fueron despojadas de sus tierras y forzadas a trabajar en campos agrícolas. La dictadura de los jemeres rojos ejecutó y torturó a cualquiera que le pareciera sospechoso de sedición. Los familiares del director Rithy Panh, quien escapó en su adolescencia de su país, fueron desapareciendo uno a uno. Para contar la historia de esta época, Panh buscó imágenes ... [+]
11 de junio de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
124/05(07/06/18) Estremecedor documental camboyano-francés dirigido por Rithy Panh, se hace una radiografía humana del probablemente peor Genocidio del SXX en porcentaje de población diezmada, además de establecer un régimen feudal rural embestido con el manto buenista del comunismo, estando protegido el velo de la Guerra Fría, el Régimen del Terror establecido por los maoístas jemeres rojos en Camboya (pasó a llamarse con su ascenso al poder Kampuchea Democrática), entre 1975/1979 y que para el cine ha pasado casi desapercibido (solo está “Killing of fields” de Roland Joffe como obra relevante), sistema de Gobierno de características autoritarias, bajo la apariencia formal de república popular de inspiración maoísta, consolidó un sistema de economía radicalmente agraria (no estaban permitidas las medicinas, pues eran productos capitalistas; los problemas de salud eran tratados con hierbas), bajo la consigna de la evacuación de las ciudades y destrucción de la civilización urbana y su cultura, consideradas burguesas, la reconstrucción social desde los orígenes de la civilización y la recuperación de la cultura jemer ancestral bajo la dirección de Pol Pot (nombre real Saloth Sar), su principal líder. Abolió el dinero, la propiedad privada, la religión y estableció colectivos rurales caracterizados por el trabajo esclavo y el hambre forzada. Además de un férreo control militar sobre la población civil, sometida en buena parte a un régimen de trabajos forzados, desarrollaron extensos métodos de detención, tortura y asesinatos selectivos en masa, bajo la consigna de la llamada «búsqueda del enemigo interno». La escala de barbarie de este Reino Infernal llevó en ese breve período de tiempo a que un cuarto de la población total de Camboya fue exterminada (la mayoría de las víctimas pertenecían a la etnia jemer, que era la propia ejecutora), más de dos millones y medio de personas, se conoce como el «genocidio camboyano», actos que en la actualidad están siendo juzgados por un tribunal internacional en Phnom Penh por crímenes contra la humanidad. El fin del régimen de los Jemeres Rojos tuvo lugar en 1979 debido a una intervención militar de Vietnam en el país. A partir de ese momento, los Jemeres Rojos se convirtieron en una guerrilla aliada de los USA y China (debido a que se enfrentaban a la nueva República Popular de Kampuchea, alineada con Vietnam y la Unión Soviética) y, una vez que éstos les retiraron su apoyo en 1989, se adaptaron y se convirtieron en una guerrilla del tipo de las que suele relacionarse con las economías de guerra.

Documental que recuerda a otro que trata sobre otro régimen deshumanizador, aconteció en otro país del sur de Asia, Indonesia en la segunda mitad del SXX, radiografiado con humor escalofriante en el gran “The act of Killing” (2013) del director danés Joshua Oppenheimer, sobre estos nefastos años, sin imágenes de archivo, solo a través de testimonios de los propios asesinos, aquí en cierta medida hay efluvios a este, en este caso el testimonio de una víctima. El camboyano un régimen comunista y el de Indonesia uno fascista, los polos extremistas se tocan en su perfidia.

El director Rithy Panh (nacido en la capital camboyana), adapta secciones autobiográficas del libro propio de 2013, “La Eliminación”, narra la historia de su familia antes y después de que los Jemeres Rojos entraran en Phnom Penh (Camboya). Fue testigo de las atrocidades y vivió la hambruna mientras los líderes del partido y sus perros comían. Oyó la negativa de su padre a "comer como un animal", muriendo, su madre falleció justo antes de regresar con pescado robado para alimentarla. El régimen comunista de Pol Pot tomó la capital de Camboya el 17 de Abril de 1975, cuando Panh tenía 11 años, al final solo le queda como única compañía el sentido de culpa por haber sobrevivido y por no haber sabido salvar a sus seres queridos. Los ciudadanos fueron enviados a campos de trabajo y con la clara intención de eliminar las divisiones de clase, todos los efectos personales fueron confiscados y los individuos sustituidos por números. Las torturas y ejecuciones se convirtieron en moneda de cambio a la menor infracción. Con una tremenda imaginación la historia es representada mediante figuras de arcilla (la mayoría vestidas de negro, claro ejercicio jemer de despersonalización, todos igual y potencias el cese de la individualidad) añadidas en la narración, dioramas maravillosamente expresivos en sus enternecedoras representaciones que recuerdan sus rostros en muchos casos al del famoso cuadro de Edvard Munch “El grito”, enmarcadas en escenarios cuidados rurales con un mimo exquisito, sumado a unos hábiles travellings que flotan sobre los escenarios creando sensación de movimiento y de emoción, esto salpicado de vez en cuando por imágenes de archivo que el narrador sabe dar la vuelta, pues son de propaganda jemer.

Las imágenes de esos años no existen o se han perdido, (se conservan las grabadas por el régimen para su propaganda panfletaria). Los jemeres rojos destruyeron los archivos, pero no han podido terminar con los recuerdos de la gente que lo padeció. El director ejercita la imaginación a través de una reconstrucción estática de sus recuerdos a través de las pequeñas figuras de arcilla (creadas por Sarith Mang), representan todas esas imágenes perdidas a las que el título alude, una trémula dramatización de esa dantesca pesadilla, intercalado con imágenes de archivo en movimiento, para formar el relato. Pahn pone en la voz del actor Randal Douc sus aterradoras vivencias de infancia, Camboya cayó bajo un manto de salvajismo irracional, perdiendo en estos años a sus hermanos y padres. Sufrió durante cuatro años la aberración de los campos de rehabilitación (denominados de reeducación) hasta que en 1979 pudo huir del país. Un año después se trasladó a Francia, donde reside desde entonces y donde ha realizado la mayor parte de su trabajo en distintas facetas del mundo del cine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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