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Voto de TOM REGAN:
8
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Acción. Thriller
Tyler Rake (Hemsworth) es un mercenario que ofrece sus servicios en el mercado negro, y al que contratan para una peligrosa misión: rescatar al hijo secuestrado del príncipe jefe de la mafia india que se encuentra en prisión. Secuestrado por un capo de la mafia tailandesa, una misión que se preveía suicida se convierte en un desafío casi imposible que cambiará para siempre las vidas de Tyler y el chico. (FILMAFFINITY)
30 de abril de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
111/31(27/04/20) Refrescante film de acción pura, no esperes nada más y nada menos, sin capacidad para la reflexión, simplemente el Bien vs Mal (con corrupción policial, traiciones, alianzas imprevistas), donde un héroe estoico con esbozo tormentoso de su pasado eliminado a malos malísimos para defender a un niño, ello en medio de coreografías cuasi-non stop sensacionales que te deja extasiado con claridad expositiva de las mismas, con una cámara formidable en miscelánea con las constantes batallas. Ópera prima en la dirección de Sam Hargrave (director del segundo unidad especialista en coordinador de “Los Juegos del Hambre”, "Avengers: Endgame", "Capitán América", “Deadpool”, “Thor: Ragnorak”), y guión básico (despojado de desvíos, sin romances, sin frases lapidarias cuando acabas con un muerto, sin humor (más cerca es cuando el prota pelea contra un grupo de niños callejeros y les llama "Goonies del infierno"). Luchará y ganará contra cualquiera que se cruce en su camino, incluso un grupo de niños. Sin embargo, no mata a ninguno de ellos. Simplemente hiere y deshabilita a los "Goonies del infierno"., seco y duro, que va a la acción casi desde el minuto uno, con peleas, sangre sin caer en el simplismo gore [ejemplo la forma en que vemos utilizar como arma un rastrillo], muertos a decenas, persecuciones, francotiradores, caídas al vacío, bazookas, explosiones, y más) de Joe Russo, basada en la novela gráfica ‘Ciudad’ de Ande Parks, Joe Russo, Anthony Russo, Fernando Leon Gonzalez y Eric Skillman, y protagonizada por brutal Chris Hemsworth. Especie de cruce entre “León, el profesional”, “John Wick”, “Man on Fire”, y el cincuentero western “Shane”, donde un mercenario (Hemsworth) es contratado para rescatar a un muchacho hijo de un poderoso narcotraficante indio de las garras de un poderoso narcotraficante de Bangladesh. Hargrave también coreografió las escenas de lucha en "Atomic Blonde" de David Leitch, otro escaparate de un especialista en acrobacias convertido en director, donde también hay un espectacular plano secuencia, que en esta se redobla en otra antológica toma única (falseada) de una pelea sensacional llevada a cabo entre edificios de caóticos pisos, por azoteas, saltos al vacío, atropellos, una filigrana épica magna.
Film donde prima embarcarte en una inmersión cuasi-subjetiva de videojuego violento donde los impersonales cadáveres van cayendo cual moscas ante el poderío hiperbólico héroe, siendo gracias al extraordinario diseño de producción de Philip Ivey (“El Señor de los Anillos” o “Distrito 9”) el escenario de una ciudad asiática (se supone Dhaca en Bangladesh, pero la mayoría se filmó en Calcuta-India), todo un acierto en su transmisión del caos imperante, su anárquico bullicioso callejeo, emitiendo claustrofobia hostil, provocando (por lo menos en mí) que me imanto a la acción retrotrayéndome a mis años teenager y disfrutando con ello como un crío, esto hace que sus dos horas se pasen de modo trepidante y sin darme cuenta. No disfrutaba tanto de la acción desenfrenada desde “John Wick”, con muchos puntos en común con esta en sus danzas de luchas cuerpo a cuerpo, incluso con el imperial manejo de las tomas únicas y su modo de hacer diáfanas los enfrentamientos personales, sumándose unos efectos digitales formidables al servicio de la fluidez de la enérgica acción.
Su misión es localizar, liberar y devolver a la vida a Ovi Mahajan (Rudhraksh Jaiswal), el hijo del capo de la droga indio antes mencionado, de la capital de Bangladesh, Dhaka, donde Amir Asif (Priyanshu Painyuli) lo detiene como rescate por un poderoso capo, que tiene el ejército local a su disposición. Eso sería lo suficientemente difícil si el hombre que lo contrató (Pankaj Tripathi) no le hubiera ordenado a su propio jefe de seguridad, Saju (Randeep Hooda), que se precipitara y robara a Ovi de sus rescatadores en el momento en que ha sido liberado. Ahí es donde Hargrave elige presumir, iniciando la pieza de un solo disparo destinada a subir la apuesta en esta técnica en particular.
Y todo esto se convierte en un vehículo para el lucimiento de un fenomenal (por lo menos en este pale hierático donde su parca expresividad le sienta como anillo al dedo) Chris Hemsworth, el australiano que además es productor, se funde con su lacónico rol al modo de esos Charles Bronson, Stallone, Schwarzenegger, o Keanu Reeves, desbordando un potestad física desbordante, con una capacidad muscular que se transmite veracidad. Con una ágil presentación de rol cuando lo vemos cubierto de sangre en la ratonera de un tiroteo en un puente, siendo baleado por la espalda, entonces hay un cartel, "MUMBAI, INDIA, HACE 2 DÍAS", lo vemos al borde de un acantilado pronunciado echando la siesta junto a un par de amigos, se despierta y sin decir palabra se lanza al vacío al agua, tras lo que lo vemos en la posición (yoga) del loto en el fondo del río. Luego, una vez vuelve a su cabaña tiene un encuentro con una mujer (Golshifteh Farahani) que le comenta sus ansias suicidas ("Esperas que si giras la recámara las suficientes veces [referencia a la ruleta rusa], vas a atrapar una bala"), tras lo que le comenta una misión de rescate que le han encomendado y él sin pensárselo dice sí. Cuatro puntadas sobre el personaje, un solitario taciturno, al que se le añade el manido trauma de un ser querido perdido, sin ahondar en esto. No necesitamos saber más sobre su sentido de siempre ir hacia adelante cual toro herido que parece haberlo perdido todo y utiliza la violencia como válvula de escape a su furia, como bien he leído cual Berserker (guerreros vikingos que entraban en combate bajo cierto trance de perfil psicótico, casi insensibles al dolor, fuertes titanes, no había fuego ni acero que los detuviera... (sigo en spoiler)
Film donde prima embarcarte en una inmersión cuasi-subjetiva de videojuego violento donde los impersonales cadáveres van cayendo cual moscas ante el poderío hiperbólico héroe, siendo gracias al extraordinario diseño de producción de Philip Ivey (“El Señor de los Anillos” o “Distrito 9”) el escenario de una ciudad asiática (se supone Dhaca en Bangladesh, pero la mayoría se filmó en Calcuta-India), todo un acierto en su transmisión del caos imperante, su anárquico bullicioso callejeo, emitiendo claustrofobia hostil, provocando (por lo menos en mí) que me imanto a la acción retrotrayéndome a mis años teenager y disfrutando con ello como un crío, esto hace que sus dos horas se pasen de modo trepidante y sin darme cuenta. No disfrutaba tanto de la acción desenfrenada desde “John Wick”, con muchos puntos en común con esta en sus danzas de luchas cuerpo a cuerpo, incluso con el imperial manejo de las tomas únicas y su modo de hacer diáfanas los enfrentamientos personales, sumándose unos efectos digitales formidables al servicio de la fluidez de la enérgica acción.
Su misión es localizar, liberar y devolver a la vida a Ovi Mahajan (Rudhraksh Jaiswal), el hijo del capo de la droga indio antes mencionado, de la capital de Bangladesh, Dhaka, donde Amir Asif (Priyanshu Painyuli) lo detiene como rescate por un poderoso capo, que tiene el ejército local a su disposición. Eso sería lo suficientemente difícil si el hombre que lo contrató (Pankaj Tripathi) no le hubiera ordenado a su propio jefe de seguridad, Saju (Randeep Hooda), que se precipitara y robara a Ovi de sus rescatadores en el momento en que ha sido liberado. Ahí es donde Hargrave elige presumir, iniciando la pieza de un solo disparo destinada a subir la apuesta en esta técnica en particular.
Y todo esto se convierte en un vehículo para el lucimiento de un fenomenal (por lo menos en este pale hierático donde su parca expresividad le sienta como anillo al dedo) Chris Hemsworth, el australiano que además es productor, se funde con su lacónico rol al modo de esos Charles Bronson, Stallone, Schwarzenegger, o Keanu Reeves, desbordando un potestad física desbordante, con una capacidad muscular que se transmite veracidad. Con una ágil presentación de rol cuando lo vemos cubierto de sangre en la ratonera de un tiroteo en un puente, siendo baleado por la espalda, entonces hay un cartel, "MUMBAI, INDIA, HACE 2 DÍAS", lo vemos al borde de un acantilado pronunciado echando la siesta junto a un par de amigos, se despierta y sin decir palabra se lanza al vacío al agua, tras lo que lo vemos en la posición (yoga) del loto en el fondo del río. Luego, una vez vuelve a su cabaña tiene un encuentro con una mujer (Golshifteh Farahani) que le comenta sus ansias suicidas ("Esperas que si giras la recámara las suficientes veces [referencia a la ruleta rusa], vas a atrapar una bala"), tras lo que le comenta una misión de rescate que le han encomendado y él sin pensárselo dice sí. Cuatro puntadas sobre el personaje, un solitario taciturno, al que se le añade el manido trauma de un ser querido perdido, sin ahondar en esto. No necesitamos saber más sobre su sentido de siempre ir hacia adelante cual toro herido que parece haberlo perdido todo y utiliza la violencia como válvula de escape a su furia, como bien he leído cual Berserker (guerreros vikingos que entraban en combate bajo cierto trance de perfil psicótico, casi insensibles al dolor, fuertes titanes, no había fuego ni acero que los detuviera... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
... Se lanzaban al combate con furia ciega), no tiene dilemas morales por el mastodóntico reguero de muertos que va dejando, no se piensa si puede si puede rehuir de los cientos de adversarios, solo hay un camino para él y es acabar con ellos, cual tipo que se ahoga en el mar y solo puede sobrevivir llegando a la superficie, solo que en este caso esta meta está surcada de infinitos obstáculos. Para ello sus habilidades, tanto físicas como con las armas respiran naturalidad, volteando enemigos, acuchillándolos, tiroteando sus cabezas, aplastando sus cráneos contra rastrillos, chocando con camiones. Capaz de caer desde altos edificios, ser atropellado, golpeado, sangrar, y reponerse con unas pastillas. Sabiendo el actor emitir cierto fondo dramático en sus diálogos con Ovi (Rudhraksh Jaiswal), o en la charla con un amigo (Gaspar encarnado por David Harbour) con el que tiene una buena compenetración, sin ser sensiblera.
La película se sustenta en la acción, distribuidas prácticamente en tres bloques homéricos, como es el rescate en sí del raptado por parte de Ryker; El que se da con el epicentro en la Espléndida toma ininterrumpida de 12 minutos descomunales de virguerías con la cámara, con Ryke y el chico abriéndose paso a través de un laberíntico complejo de apartamentos, hasta llegar al epopéyico duelo contra el antagonista Saju (Randeep Hooda); Y el último el clímax que tiene el núcleo en el puente; Todo ello un cúmulo de enfrentamientos sensacionalmente rodados.
Hargrave demuestra porque es uno de los mejores en su campo de experto en dobles de peligro (los llamados especialistas), en coreografías de luchas (15 años trabajando en este campo), ayudado por la magnífica edición de Peter B. Ellis (“Taken o “Ray Donovan”), y Ruthie Aslan (“Arrested Development” o “Community”), aportando singularidad a las peleas, con un baile de movimientos milimetrado, ello además atomizado por la labor en miscelánea con la cinematografía de Newton Thomas Sigel (“Drive” o “X-Men: Apocalipsis”), creando sensación de estar allí mismo, teniendo que esquivar golpes, y los que nos duelen. Todo esto tiene su zenit en el ya mencionado plano-secuencia de 11 minutos, desde que Tyler sube en un coche con Ovi tras frustrarse su huida en barco, derivando en una persecución Apoteósica, con una cámara que levita de modo sublime entre paredes, coches, cayendo por edificios, saltando de unos a otros, y ello sin cortes (los hay enmascarados digitalmente), haciéndonos sentir con ello en la vorágine extasiante, provocándonos vértigo, mareo, una cámara que se convierte en co-protagonista en su epicúrea labor, saltando de un dolly, una steadycam, a mano, siendo atropellada. Todo ello la hacen merecedora de ser la mejor escena de acción que he visto en mucho tiempo.
La iraní Golshifteh Farahani como Nik Khan tiene espacio para aportar belleza, además de tener su tiempo para demostrar ser una mujer dura en el rush final con un lanzacohetes y como francotiradora; El hindú Randeep Hooda como el ambiguo de Tyler demuestra mantenerle el pulso a Hemsworth en su atronador duelo; David Harbour Gaspar, antiguo amigo de Tyler, demuestra en su poco tiempo en pantalla que tiene carácter dramático; Rudhraksh Jaiswal como el convidado de piedra McGuffin Ovi, que posee expresividad en sus caras de aturdido y desorientado en lo que ve, así como tiene estimables momentos con Hemsworth.
"El mayor capo de la droga en India versus el más grande narcotraficante en Bangladesh"
“No importa lo duro que creas que eres. Siempre habrá alguien más duro que tú.”
“Uno no se ahoga por caerse en el río, sino por mantenerse sumergido en él.”
Me queda un vigoroso entretenimiento, que a lo mejor es por el momento en que me ha pillado, pero me lo he pasado de modo entusiasta viéndola, y eso es simplemente lo que la película ansía, y lo consigue. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2020/04/tyler-rake.html
La película se sustenta en la acción, distribuidas prácticamente en tres bloques homéricos, como es el rescate en sí del raptado por parte de Ryker; El que se da con el epicentro en la Espléndida toma ininterrumpida de 12 minutos descomunales de virguerías con la cámara, con Ryke y el chico abriéndose paso a través de un laberíntico complejo de apartamentos, hasta llegar al epopéyico duelo contra el antagonista Saju (Randeep Hooda); Y el último el clímax que tiene el núcleo en el puente; Todo ello un cúmulo de enfrentamientos sensacionalmente rodados.
Hargrave demuestra porque es uno de los mejores en su campo de experto en dobles de peligro (los llamados especialistas), en coreografías de luchas (15 años trabajando en este campo), ayudado por la magnífica edición de Peter B. Ellis (“Taken o “Ray Donovan”), y Ruthie Aslan (“Arrested Development” o “Community”), aportando singularidad a las peleas, con un baile de movimientos milimetrado, ello además atomizado por la labor en miscelánea con la cinematografía de Newton Thomas Sigel (“Drive” o “X-Men: Apocalipsis”), creando sensación de estar allí mismo, teniendo que esquivar golpes, y los que nos duelen. Todo esto tiene su zenit en el ya mencionado plano-secuencia de 11 minutos, desde que Tyler sube en un coche con Ovi tras frustrarse su huida en barco, derivando en una persecución Apoteósica, con una cámara que levita de modo sublime entre paredes, coches, cayendo por edificios, saltando de unos a otros, y ello sin cortes (los hay enmascarados digitalmente), haciéndonos sentir con ello en la vorágine extasiante, provocándonos vértigo, mareo, una cámara que se convierte en co-protagonista en su epicúrea labor, saltando de un dolly, una steadycam, a mano, siendo atropellada. Todo ello la hacen merecedora de ser la mejor escena de acción que he visto en mucho tiempo.
La iraní Golshifteh Farahani como Nik Khan tiene espacio para aportar belleza, además de tener su tiempo para demostrar ser una mujer dura en el rush final con un lanzacohetes y como francotiradora; El hindú Randeep Hooda como el ambiguo de Tyler demuestra mantenerle el pulso a Hemsworth en su atronador duelo; David Harbour Gaspar, antiguo amigo de Tyler, demuestra en su poco tiempo en pantalla que tiene carácter dramático; Rudhraksh Jaiswal como el convidado de piedra McGuffin Ovi, que posee expresividad en sus caras de aturdido y desorientado en lo que ve, así como tiene estimables momentos con Hemsworth.
"El mayor capo de la droga en India versus el más grande narcotraficante en Bangladesh"
“No importa lo duro que creas que eres. Siempre habrá alguien más duro que tú.”
“Uno no se ahoga por caerse en el río, sino por mantenerse sumergido en él.”
Me queda un vigoroso entretenimiento, que a lo mejor es por el momento en que me ha pillado, pero me lo he pasado de modo entusiasta viéndola, y eso es simplemente lo que la película ansía, y lo consigue. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2020/04/tyler-rake.html