Cuarta entrega de la saga de los cenobitas, iniciada con la destacable Hellraiser (Clive Barker, 1987), que sirve como secuela y precuela de esta, y que está dirigida en esta ocasión por uno de los directores de la mítica serie Historias de la Cripta, siendo este su primer largometraje. La película cuenta en su reparto con nombres como Bruce Ramsay (Las Mansiones de Jericó, 2003), y Valentina Vargas (El Nombre de la Rosa, 1986), además del evidente Doug Bradley repitiendo el papel de Pinhead.

Año 2127. El doctor Merchant, a bordo de una estación espacial, se prepara para cumplir una misión decisiva: acabar con los cenobitas, cerrando para siempre las puertas del infierno. Desde que un antepasado suyo del siglo XVIII construyera el cubo infernal conocido como la Configuración de los Lamentos, varias generaciones de los Merchant han sufrido la maldición de los cenobitas y su diabólico enviado, Pinhead. Pero ahora, el doctor Merchant ha creado un instrumento que anula los poderes de la Configuración de los Lamentos. En las profundidades del espacio, se acerca la confrontación final con Pinhead. Película dirigida por Kevin Yagher bajo el seudónimo Alan Smithee.(FilmAffinity)

Si bien la película no resulta en gran cosa, y lejos está de la calidad de la primera, se le ha de reconocer el mérito de presentar una historia, que por un lado resulta ambiciosa por las aspiraciones que tiene, y por el otro, intenta innovar con respecto a las entregas anteriores. Sobre una trama que pretende abarcar más de lo que se ha hecho hasta la fecha en la saga, o bien un guión torpe que no sabe desarrollar de forma decente su propia idea, o una falta de presupuesto que impide llevar a cabo lo que se quiere hacer, hacen que esto quede en poco más que una noble intención. Las actuaciones no resultan nada destacables, a lo que se suman unas muertes que están teniendo, salvo algunas excepciones, cierta falta de originalidad. Como punto positivo, la trama cuenta mucho en un metraje escueto, lo que le da un buen ritmo que entretiene en todo momento, y a los cenobitas se le añade un tanto más de mitología, aunque está no termine de desarrollarse como es debido.

Hellraiser IV es una secuela, que sobre ser una cuarta parte, aún consigue sacar algo que contar, y llevado de mejor o peor forma, nos dan una película que entretiene de forma más que correcta.

Nota personal 6/10