Hellraiser: Línea de sangre

Comienza muy bien, hasta la mitad se cuenta muy bien, retrocediendo de un futuro distante en el espacio a la Francia del siglo XVIII en que se cuenta el origen del cubo de los lamentos. Luego el protagonista del futuro cuenta otra historia ya en el siglo XX pero ya no tan interesante. Luego se vuelve otra vez al futuro, en el espacio.
Pudo haber sido tratada mejor. Lo mejor, pues los cenobitas, su maquillaje y efectos especiales.
Lo peor, pues que algunos personajes no convencen, no cuajan con la historia.

De vez en cuando me armo de valor para ver una de HellRaiser, valor por ver si aguanto una cagada tras otra en una saga que tenían que haber sido como mucho un par de película de culto y no haber violado el concepto de esta manera.

La película trata sobre un supuesto heredero del creador del cubo de los cenobitas que en el futuro se sube a una estación espacial futurista a lo Alien para destruir el cubo, hasta ahí perfecto, si no fuese porque la película se basa en que este señor que parece salido de 12 monos se dedica durante una hora y diez minutos a contar la historia de su familia a través de flashbacks a cada cual peor donde Pinhead queda relegado a malo pelele de película de acción barata, pierde toda la mística de las primeras y es un señor con mucha labia pero poca chicha.

La "Obra" dura hora y veinte minutos de los cuales sobran hora y cuarto, todo el final hecho a matacaballo y mal resuelto, agujeros de guión bastante cantosos y errores graves en el concepto que quedan demostrados en menos de un minuto en varias escenas que se contradicen.

Ojo, tenemos una cosa que se salva y es la maquetería y el maquillaje, aún teniendo momentos de vergüenza ajena con el 3D de los noventa el resto está perfecto tanto pinhead como el resto de cenobitas o incluso el perro cenobita que es una maqueta de cuerpo entero y queda perfecta.

En definitiva, no la veáis si le tenéis cariño a las dos primeras, si no queréis perder el tiempo o si no os gustan las películas serie B que no se pueden tratar de al menos carismáticas.

Un 4 por ser la 4.

Esta cinta combina una historia futurista con un extenso flashback que nos transporta a los orígenes del mito.

El argumento de a ratos es interesante (sobre todo en los pasajes donde se explica el origen del cubo y de Pinhead), pero en otros momentos pierde intensidad ya que se torna redundante y de confección narrativa bastante desprolija e improvisada (la parte del espacio exterior en el futuro).

Lo que sí está logrado en este filme es el aspecto estético-visual lóbrego y gótico: hay dignos efectos especiales, una atrapante fotografía e iluminación, sugerentes escenarios y ambientación de época (tanto el futuro en el espacio exterior como la época antigua en Francia donde surge la maldición).

Otro aspecto llamativo y atrapante en el filme son algunas escenas bien impactantes desde lo truculento y sanguinario, debo reconocer que hay partes que están bien conseguidas y llaman la atención por lo shockeantes que son. Es decir, que como espectáculo de horror explícito y sanguinolento cumple y bien.

En fin, una cinta regular en términos generales, que desarrolla 2/3 de su metraje escarbando en el pasado para fundamentar el mito de Pinhead mediante un extenso flashback. Es allí donde la cinta se torna interesante, porque está bien concebida la explicación del génesis de ese cubo donde se almacena maldad, dolor y pecado.
Pero en el tercio final, cuando el filme se despliega en el futuro del espacio exterior, allí pierde mucha calidad, se torna descuidado desde la argumentación y acaba de manera precipitada y poco convincente.

Palabras claves: Espacio exterior, largo flashback, futurista, magia negra, gore, temática sobrenatural, infierno, demonio.

Está bien estructurada, se entiende lo que explica. Eso es casi nuevo en esta saga que ofrecía muy pocas explicaciones a lo que pasaba, sobretodo en la segunda y tercera. Los cenobitas de esta molan más que los de otras (aunque a mi los de la primera son los que más me gustan).
PD: Angelique está buenísima.

Lo bueno de las películas de esta saga es que, obviando sus giros argumentales, cambiantes según pasan las secuelas, la atmósfera oscura y a la vez atractiva ya vista en el primer Hellraiser sigue presente.
Este film no es una excepción, y ya atrapa desde el momento en el cual la acción transcurre en Francia, donde se muestran truculentas imágenes, aun así no exentas de una cierta elegancia.

La historia central(en 1996) no me defraudó, muy al estilo de otras entregas, sin embargo su introducción y final futurista no me resultaron del todo apropiados.